Discordia

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La noche había llegado demasiado rápido y de seguro era debido a mi ansiedad. La cama de Lexa estaba a menos de dos metros de la mía pero por lo menos ella aún no había ingresado al dormitorio. Hacía de cuenta que leía uno de mis libros pero la verdad es que no estaba prestando ni un mínimo de atención a las frases allí escritas. Todavía no había hablado con mi madre sobre la idea de recuperar la inteligencia artificial, es decir acudir a la cuidad de fuego, supongo que esto se debía a que ya sabía cuál iba a ser su respuesta y no quería desilusionarme tan pronto. De todos modos la entendía, con un gran dolor en mi corazón pero lo hacía. Luego de todo lo que habíamos enfrentado, una guerra no estaba en nuestros planes cercanos. Aún no terminábamos de reponernos de la última y otro ataque podría ser fatal incluso en el primer intento. Debía pensar una forma de ingresar allí sin causar revuelo, debía de pensar en un plan lógico que mantuviera a todos a salvo, en especial a Lexa. Nadie podía saber de su regreso, ninguna de las demás agrupaciones. El odioso sonido que producía la puerta al abrirse me dejó sin aire. Lexa entró a la habitación y desde ese momento supuse que no dormiría en toda la noche. Ella me sonrió como si en realidad supiera que estaba causándome en mi interior y se sentó en la cama.
-¿Qué lees, Clarke?- preguntó y enseguida tuve que leer el título del libro porque sinceramente no tenía ni más mínima idea de lo que llevaba entre las manos.
-Un amor en discordia- dije algo dudosa mientras terminaba de analizar su portada. Ella sonrió y me miró seguramente entendiendo que mi mente estaba en todos lados menos en ese libro.
-¿Tienes un amor en discordia, Clarke?- preguntó sonriendo y sentí una punzada en el estómago. Negué con la cabeza y cerré el libro antes de que se le ocurriesen más preguntas. Ella pasó su mano por el cuello y esta apareció nuevamente pero abundante en sangre. Me levanté enseguida y me senté junto a ella dándole a entender que quería ver la herida.
-Iré por un nuevo vendaje- aclaré mientras me levantaba.
-¿Acaso esto jamás dejará de sangrar?- preguntó harta de la situación.
<<No hasta que no consigamos esa maldita inteligencia artificial>> pensé. Volví con el nuevo vendaje y me dispuse a cambiárselo. Presioné la herida por algunos segundos para que esta dejara de sangrar. Observaba lo poco que se veía de su espalda y el tatuaje que llevaba en ella. Quería tocarla pero sabía que no podía, al menos no quería incomodarla. Tenía que encontrar la I.A lo más rápido posible, por mi propio bien.
-Gracias, Clarke- pronunció volteando para verme el rostro. Sonreí y volví de inmediato a mi cama. De veras quería hablar con ella pero no tenía de qué. No había  nada que pudiese preguntarle ya que no recordaba nada de su vida. Absolutamente nada.
Ella optó por apagar la luz de techo y dejar únicamente una pequeña encendida. Le deseé buenas noches y me di vuelta mirando la pared. Lo último que quería era verla dormir ya que sabía que no podría contenerme y saldría corriendo hacia ella. Raramente el sueño se apoderó de mí y dormí por al menos tres horas sin problemas. Desperté a la mitad de la noche debido a un ruido extraño. Siempre llevaba mi arma debajo de la cama pero trataba de no utilizarla aunque fuese necesario. Algo dormida traté de aclararme la vista pero algo me interrumpió. Miré hacia la cama de Lexa pero ella no estaba allí, enseguida sentí mi corazón acelerarse pues supuse que le había sucedido algo. Me incorporé en la cama y fue en ese instante donde noté que ella estaba sentada en el piso con la espalda en la pared y su cabeza entre sus rodillas. Los sollozos inundaban la habitación. Estaba llorando. Me puse de pie rápidamente y me senté a su lado sin saber qué hacer. Ella únicamente se acercó a mí y hundió su cabeza en mi cuello. Esta chica estaba matándome por dentro.
-¿Qué sucede?- le pregunté preocupada y levantando su mentón con mi dedo pulgar. Ella negó con la cabeza y volvió a hundir su rostro en mi. La rodeé con mis brazos y pareció calmarse. Era la primera vez que la tenía tan cerca desde que había vuelto y la sensación de su piel contra la mía me generaba una paz indescriptible. Una vez que su respiración se normalizó le arreglé un mechón de pelo que le cubría el rostro y me quedé acariciando su mejilla. Pensé que tal vez me estaba excediendo un poco pero ella parecía estar muy a gusto y de todas formas si sucedía algo creo que ya estaba dispuesta a decirle la verdad, no podía soportarlo más. Sus ojos se fueron cerrando y sus labios quedaron muy cerca de los míos, tanto que podía sentir su respiración en mi rostro. El piso estaba demasiado duro como para dormir en él así que traté de ponerla de pie y acostarla en su cama. La cubrí con la frazada y justo cuando estaba dispuesta a darme la vuelta para volver a mi cama ella tomó mi brazo con fuerza. Volteé para verla y sus ojos verdes parecían querer iluminar toda la habitación.
-Quédate conmigo, por favor-dijo suplicándome y no me pude resistir. Me acosté junto a ella tratando de hacerla sentir cómoda. Podía sentir como mi cuerpo temblaba al tenerla tan cerca así que comencé a hacer respiraciones profundas para tratar de calmarme. Lexa no me estaba ayudando para nada con sus pedidos.
A la mañana siguiente amanecí con su rostro casi pegado al mío. Así era como quería estar toda mi vida. Junto a ella. Me vestí rápidamente y arreglé mi cama la cual había utilizado solo una parte de la noche. Dejé que Lexa siguiera durmiendo por un rato más y salí del dormitorio. Fui directo en busca de Raven, necesitaba expresarle lo que había dentro de mí sino moriría.
Ella notó mi cara de tensión ni bien ingresé a su habitación y esperó a que dijera algo.
-Ya no sé qué hacer- dije sentándome en la silla que había a su lado.
-¿Sucedió algo?- preguntó ella.
-Sucedió que me pidió que durmiera con ella- aclaré e inmediatamente Raven abrió la boca como si le hubiese dado la mejor noticia del mundo.
-Vaya, eso sí que no me lo esperaba de ella- dijo sinceramente y rió.
-No entiendo que es lo que pasa por su cabeza...-dije como si Raven si tuviera las repuestas.
-Clarke, es Lexa. Sigue siendo la misma persona de la que te enamoraste. Sus gustos no van a cambiar aunque sus recuerdos se hayan ido- hizo una pausa y se cruzó de brazos- Está claro que le gustas tanto como antes, es solo que ella no sabe que ya se enamoró de ti una vez.
-Necesito encontrar la inteligencia artificial- pronuncié.
-Clarke, ¿ de veras crees que la necesitas?
-Claro que si ¿por qué lo dices?
-Me acabas de decir que Lexa te pidió que durmieras con ella ¿no crees que está volviendo a enamorarse?
-No lo sé, pero ¿eso qué tiene que ver?
-Vamos, Clarke. Tú más que nadie sabe porque quieres ese objeto de nuevo, lo único que te interesa de la memoria de Lexa es que ella vuelva a amarte, ¿qué tal si lo hace sin tener que volver a introducirla en su cuerpo?- preguntó extendiendo los brazos. Me quedé pensativa ante las palabras de Raven. Ella solía tener la razón en todo y esta parecía ser otra de esas veces aunque mi cabeza no quisiera aceptarlo- Piénsalo, podrías evitar una guerra- continuó- De todas formas sabes que te apoyo en cada una de tus decisiones- concluyó y me dio una palmadita en el hombro mientras se retiraba dejándome sola con mis pensamientos.
Sí que le había mentido a Lexa cuando le dije que no tenía un amor en discordia.

Sil
Dos capítulos en un día! Bueno para empezar jaja. Espero que les esté gustando porque la verdad es que tengo varias ideas y estoy disfrutando mucho de la escritura. Besos

AND WE MEET AGAIN - CLEXA (Lexa y Clarke) EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora