Oculto

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Las palabras de Raven seguían rebotando en mi cabeza probablemente haciéndome entrar en razón. Estaba dispuesta a enamorar a Lexa cada día de mi vida, de eso no había duda pero no dejaba de extrañar nuestros momentos vividos, es que nuestro enamoramiento fue tan extraño y hermoso a la vez que a veces se me hacía imposible de creerlo. Yo ya la amaba, debía hacer que ella sintiera lo mismo por mi y así evitaría una guerra. De todas formas seguía preocupada por su cuello, la herida no cerraba y parecía no querer hacerlo, seguía perdiendo sangre y seguramente habría que cocerlo cuanto antes aunque no fuera demasiado profunda.

Me dirigí a mi habitación dispuesta a hablar con ella. Cuando llegué ella estaba de pie colocándose un abrigo.

-Buenos días- dije ingresando a la habitación y quedándome de pie junto a mi cama.

-Clarke-dijo suavemente y volteando para verme- Siento lo de anoche, no se que sucedió conmigo- pronunció negando con la cabeza totalmente avergonzada.

-No tienes nada de que preocuparte-dije pero ella parecía arrepentida de todas formas.

-Es solo que a veces siento que no tengo de donde aferrarme...-pronunció casi con lágrimas en los ojos y no pude evitar acercarme a ella. Le tomé la mano y ella levantó la vista para mirarme directamente a los ojos.

-Puedes contar conmigo, sabes que puedes- dije asintiendo y tratando de que se sintiera mejor.

-Gracias, Clarke- dijo y me sonrió. Supuse que había pasado demasiado tiempo tomando su mano así que la solté lentamente y traté de cambiar de tema.

-Te acompañaré a la enfermería para que mi madre revise tu herida, creo que harán falta algunos puntos.

Dejé a Lexa en la enfermería junto a mi madre mientras salía a tomar un poco de aire fresco. Afuera Octavia estaba acostada en el césped mirando el cielo celeste. Me acerqué a ella y me quedé a su lado sin decir nada.

-Sabes que puedes hablar conmigo ¿verdad?-le pregunté rompiendo el silencio. Ella se sentó y estiró los brazos para quitar la tensión de sus músculos. El agotamiento pareció caer en ella y simplemente bajó la cabeza.

-Suelo preguntarme si lo que hizo fue por mi o por él-dijo refiriéndose a Lincoln y realmente no podía creer que no me hubiese insultado por querer entrometerme en su vida.

-O, él te ama y sé que hay una buena razón para que él no te quisiera allí- dije colocando una de mis manos en su espalda.

-Planeamos irnos juntos de aquí ¿como es posible que simplemente lo haya abandonado todo?

-Supongo que se creyó culpable por la muerte de Luna

-Sabes que él no tuvo nada que ver-dijo mirándome.

-Lo sé, O. Claro que lo sé. Pero también tienes que entender que debe de haber una gran mezcla de emociones en su cabeza. Debe de haber pensado que de estar él ahí nada de eso hubiese sucedido.

-Luna estaba sentenciada a muerte desde el primer momento que puso un pie en la nación del hielo- dijo negando con la cabeza.

-Si, supongo que no tuvo en cuenta lo que sucedería- hice una pausa- ¿No pensaste en acercarte a él?-pregunté tímidamente.

-No después de lo que sucedió la última vez, si él quisiera verme ya lo hubiera hecho, supongo que tengo que empezar a hacerme la idea de que no volverá- dijo y suspiró.

-Lo hará, O. Estoy segura, volverá por ti- le sonreí y ella hizo lo mismo. Enseguida mis ojos se enfocaron en Lexa que cruzaba la puerta principal mientras observaba a su alrededor. Octavia siguió mi vista y me hizo un gesto para que fuera con ella. Estaba contenta de haber logrado una conversación con O por más corta que hubiese sido. Ella solía guardarse sus pensamientos y emociones y en realidad no la culpaba por eso ya que en cierto punto yo era igual.

Me acerqué a Lexa y antes de que preguntara como se encontrara se levantó el cabello y me mostró los puntos que mi madre le había hecho en el cuello.

-¿Crees que funcionará?-preguntó.

-Pues, parece que si-dije y le sonreí. Quería estar a solas con ella, aunque solo fuera hablando así que se me ocurrió realizarle una propuesta- ¿Te parece ir al lago?-le pregunté levantando una de mis cejas. Luego recordé que ella no recordaba nada de ese bosque y probablemente ni siquiera terminaba de entender porqué estábamos rodeados de un tejido eléctrico- Es seguro, ahora lo es- dije.

-Esta bien, vamos-dijo y enseguida le tomé la mano para ir en busca de los caballos.

-¿Iremos en caballo?-preguntó asombrada y hasta asustada.

-Claro, ir a pie nos tomaría casi una hora-dije y reí.

-Pero yo no se montar- pronunció avergonzada.

-Bueno, solías hacerlo a menudo-reí y supuse que me había excedido un poco. Me subí al caballo mientras ella probablemente deliberaba en su cabeza que hacer. Le extendí la mano y sonreí- Irás conmigo ahora, no puedo darte clases en este momento- dije en tono gracioso y ella sonrió tímidamente.

-Iremos a pasar el rato al lago- le avisé a Octavia que miraba desde la misma posición que hacía un rato, ella asintió y sonrió.

El silencio se apoderó de nosotras y las puertas de Arkadia se fueron alejando cada vez más.

-¿Sueles salir seguido?-preguntó mientras acomodaba sus manos en mi cadera para sostenerse.

-Si, lo hago ahora que es seguro- le respondí.

-¿No lo era?

-No lo fue por mucho tiempo- dije y recordé en un segundo todo lo que habíamos vivido en tan poco tiempo.

-¿Crees que podrás contarme la versión larga de la historia?- preguntó y pude sentir como sonreía.

-Creo que no me dejas otra alternativa- le sonreí. Estaba dispuesta a contarle a Lexa todo lo que había sucedido, y en qué momento ella había aparecido en nuestras vidas. Supuse que estaba preparada para oírlo y al fin y al cabo tenía derecho a saberlo. Fue por eso en primer lugar que me pareció adecuado alejarla durante un rato de Arkadia, no quería que nadie interrumpiera nuestra conversación y dejara todo a medias.

Llegamos al lago y ayudé a Lexa a bajarse del caballo. Ella caminó enseguida hasta la orilla y hundió sus manos en el agua cristalina.

-Si que está agradable-dijo refiriéndose al agua y reí mientras aseguraba al caballo- ¿Crees que habrá problemas si entro?-preguntó ni bien me acerqué a ella.

-¿Al agua?- pregunté sorprendida.

-Si, claro.

-No, es decir, si tu quieres- dije confundida. Ella no pareció prestarme mucha atención y comenzó a quitarse su blusa, sinceramente no se me había cruzado esa parte por la cabeza y de haber sido así le hubiera dicho que había alguna clase de monstruo marino allí adentro. La tomé del brazo antes de que se terminara de quitar la prenda y ella enfocó sus ojos en mi.

-Espera-dije tratando de detenerla.

-¿Qué ocurre?-dijo mirándome como si existiera peligro. Pensé en engañarla con el monstruo marino pero la verdad que no había demasiada coherencia en esa historia así que simplemente opté por decirle la verdad.

-Lexa, te traje aquí porque estoy dispuesta a contarte la versión larga, ya sabes... la versión larga de la historia- Ella asintió y se acomodó la blusa nuevamente. Se sentó sobre una de las rocas que allí habían y tomó aire como si en realidad no estuviera del todo preparada para escuchar lo que tenía para decirle.

-Te escucho Clarke- dijo y tragué saliva pues al parecer la que no se sentía preparada era yo.


Sil

Espero que les guste

¿Creen que Clarke le contará TODO?

Besos

AND WE MEET AGAIN - CLEXA (Lexa y Clarke) EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora