Stuck on You ♥ Raura ♥

Capitulo 11 (Parte III)

MARATÓN (3/3)

Les dejo en el multimedia, música que acompaña este capitulo.

Esta en su decisión escucharla o no. 

Narra Ross 

Nuestras manos quedan entrelazadas, y por consiguiente una sonrisa se dibuja en su rostro. No puedo evitar sonreír al saber que yo soy el causante de ello. La lluvia continua, manifestando que aún se quedará por un tiempo. Pero de repente siento un escalofrió recorrer mi cuerpo. La suelto de inmediato y doy un paso hacia atrás.

− ¿Te encuentras bien? –noto preocupación en su tono de voz

−Si... – intento sonar relajado – todo en orden...

− ¿Seguro? – Insistió

Asiento con la cabeza, confirmando mi respuesta. Tratando de parecer convincente, aunque la realidad es otra.

−No puede ser... − su cara pali deseo por completo – Mi diario....

− ¿Qué sucede?

−No esta...

− ¿Estas segura? ¿Buscaste bien? – Reviso una vez más con notoria desesperación en su bolso – Déjame ayudarte – me paro frente a su casillero – A veces suelen caerse las cosas en la parte lateral del estante. – ¿Ya buscaste ahí?

Su casillero se encontraba perfectamente ordenado. Y en el aire se podía percibir su perfume. Estoy seguro que ya lo había sentido antes. Mucho antes de conocerla. Me resulta familiar. Pero... ¿De dónde?

Sacudí con fuerza mi cabeza.

¡Basta!

Tengo que concentrarme, debo encontrar ese maldito Diario. Me estoy desviando del motivo que me trajo hasta acá. Tengo que sacarle información sobre Laura, sé que ella tiene todas las respuestas a mis preguntas.

Corrí los libros a un lado, para que mi brazo pueda ingresar con mayor libertad hacia al fondo.

−Ya casi... − Creo que lo tengo, pero hay dos barrotes que me impiden el paso – lo tengo...

Enredo el listón que tiene el libro en mi dedo y tiro de él, tomo el libro en mi mano y lo saco de un tirón.

− ¿Lo encontraste?

Su preocupación traspasa sus palabras. Pero me encuentro atónito ante lo que acabo de encontrar. Me quedo sin habla. Siento un nudo tan grande en mi garganta, que su simple rose llega a lastimarme. No era precisamente su diario lo que se encontraba en mis manos. Ella insiste una vez más para que le conteste. Pero me siento incapacitado para dar una negativa en este momento.

−Romeo y Julieta... − la escucho decir a mis espaldas.

No puede ser.

Se trataba de mi libro. No podía equivocarme. Acaricie con mi mano la portada.

Lleve mi mano al lomo del libro, para corroborar algo que ya estaba dado por Hecho. Aún tenía grabada mis iniciales.

Todo este tiempo lo creí perdido. Creí que nunca lo volvería a encontrar.

Nunca me moleste en buscarlo. Ya que cambia la posibilidad que Laura lo hubiera tomado en el campamento, solo para fastidiarme. Y no era lo suficientemente capaz de preguntarle después de lo sucedido.