Capítulo 16: "Balance."

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Fui a Miraflores y pues no hay nada mejor que pensar sentado mirando al mar.

[ ... ]

Hace tres meses, el lunes 11 de febrero, estaba llegando a Perú, fue mágico, conocí a la chica que estoy amando.
Tuve la oportunidad de que ella sea la aeromosa que me atienda, fui feliz porque conocí a una chica hermosa y pude hablarle.

El martes, muy temprano, ella me vio despertar y hablamos, luego mi vuelo aterrizó, la pude ver con Agusto, en ese momento pensé que él era su novio, pero no, entonces la vida me dio la oportunidad de acercarme y darme cuenta que en realidad Agusto la estaba forzando a besarlo, me metí y defendí a Estefany, golpeé a Agusto con todas mis fuerzas y pude alejarlo de ella, Estefany renunció a la aerolínea y me acompañó al hospital, para que puedan curar mis heridas, cuando terminaron de ponerme hielo y darme una pomada para los golpes, salimos y ella me hizo un tour por Lima, ese día fue genial, pero la despedida fue demasiado triste, cuando me abrazó, le di un suave y amoroso beso en la frente, pero sentí que ella lo rechazó, por que se alejó de mí.

Ese día, en la noche, busqué un hotel para poder descansar.

A la mañana siguiente, tenía que ir a mi casa, pero hice varias paradas para alentar lo que era inminente, tomé desayuno y compré ropa.

Cuando llegué a mi casa en la tarde, toqué la puerta y una joven provinciana me abrió, luego supe que se llamaba Rosela, me presenté ante mi padre, luego llegó mi mamá y conversamos los tres.

Después de hablar, logramos aclarar las cosas, les aclaré que yo no era el culpable de la violación de Julieta, que fue Cristofer, mi estúpido hermano gemelo, ellos me creyeron y me quedé en la casa.

El jueves salí con mis padres y Rosela al sauna, como que intentamos recuperar el tiempo perdido, teníamos esa ligera esperanza.

Rosela me calló estupendo, es una gran chica a pesar de su fe y sus creencias ingenuas.

El viernes ordené mi cuarto, medité, y llegué la conclusión que debía arreglar todo con Julieta y Cristofer apenas pudiera.

El sábado fui a conseguir trabajo, dos semanas después tuve la suerte de que el señor Ricardo Almeyda me contrate en su empresa, ahora trabajo en el aérea de marketing y publicidad.

Pero tuve más suerte, porque Estefany también trabajaba ahí y pude reencontrarla.

El destino me apoyo bastante en eso.

Ese día recogí a Estefany, fuimos a almorzar juntos y a la salida de su trabajo, fuimos a la playa, fue un día perfecto.

Mi primer día de trabajo fue el lunes, me fue bien, cumplí con las expectativas de Almeyda.

Pasó el tiempo y cada día me sentía más enamorado de ella.

Y pues hace tres días nos fuimos juntos, le dije para estar y ella me rechazó.

Ese mismo jueves, en la noche, recordé a flor, mi mejor amiga, y la llamé, las cosas no quedaron bien con ella, porque yo le gustaba y no le correspondí nunca, por eso me trató fría, ella me dijo que el martes dentro de tres meses vendría al Perú.

El jueves también llamé a Almeyda y el viernes y el sábado la evité con éxito, puesto que falté, no le mentí a Almeyda, en verdad estaba mal, no enfermo, pero sí mal.

Hoy estamos domingo, mañana tendré que ir a trabajar y lo más probable es que tenga que verla en la reunión.

Extraño hablar con Estefany en la oficina, pero quizás deba alejarme de ella, al menos hasta aclarar mis ideas.

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