Paralelos

Capítulo 11: "Almeyda y el trabajo."

Llegué al trabajo y la vi, estaba ahí, en el mostrador, tan hermosa como siempre.

Apenas me divisó, sonrió de oreja a oreja, salió y vino hacía mí, me saludo con un fuerte abrazo y un suave beso en la mejilla, pensé que era un sueño.

~ Buenos días - le dije.
~ Buenos días, ¿Cómo amaneciste Lauren?
~ Pues muy bien Estefany, ¿Y tú?
~ Yo también...

Tenía que presentarme ante Almeyda, por eso me despedí, pero ella me detuvo.

~ Espera, tengo algo para ti, que te parece si cuando terminen nuestros turnos nos vamos juntos...
~ Uhm, sabes que me encantaría Estefany, pero hoy tendré que estar un tiempo más...
~ Mmm, quería irme contigo...
~ Haré lo posible, ¿Sí?, Te llamo y te confirmo lo que pase.
~ Está bien, no te preocupes... Te quiero.
~ Y yo a ti - le agarré los cachetes y jugué con ellos un rato, fue un momento tierno.

Después de estar con Estefany fui a la oficina del señor Almeyda y me indicó lo que tenía que hacer el día de hoy, hacer redacciones sobre los puntos buenos y malos de aumentarle un piso más al hotel que está al frente de la playa.

~ Está bien señor Almeyda, no se preocupe, yo me encargo de eso.
~ Bien Lauren, confío en ti.
~ Muchas gracias, ¿Para cuando lo quiere?
~ Para las 5, hoy podrás irte a esa hora si lo acabas...
~ Okey, haré lo mejor que pueda.
~ Correcto, anda a tu oficina, chau.
~ Está bien - me retiré, cerré la puerta de su oficina y me trasladé a la mía.

Llegué a la oficina y encontré en la laptop un PDF con lo que dijo Almeyda, abrí inmediatamente el archivo, ahora tenía que resumir y elaborar el cuadro comparativo y la redacción, debo apurarme, estoy contra el tiempo.

12:21 p.m

Por fin terminé de leer las cincuenta mil hojas del archivo, clasifico, redacto y termino el bendito trabajo, ¡Rápido!

1:00 p.m

Está sonando el timbre del almuerzo, si voy a comer, no terminaré a tiempo, perdería una hora, pero si voy, veré a Estefany.

Analicé la situación al instante...

Si voy: La veré una hora.
Si no voy: No la veré en el almuerzo, pero si nos iremos juntos y me dará el regalo.

Opté por no ir y terminar el trabajo lo más pronto posible.

3:37 p.m

¡Por fin!.
Terminé.

Ya son las 3:38.

Bueno, aún estoy a tiempo, llamaré a Estefany, ella todavía dale a las 4, sí puedo, tengo 20 min.

El celular timbraba: "ti - ti".

~ Hola...
~ Hola, Estefany, soy Lauren...
~ Ah, Lauren, ¿Acabaste? ¿Nos iremos juntos?.
~ Sí, te dije que haría todo...
~ Oh, genial, yo me demoraré un poco, a las 4:30 me esperas afuera, ¿Sí?
~ Está bien - le dije dudoso.

Ella colgó, y no pude ocultar mis sentimientos, estoy como... Mmm confundido.

Me sacrifiqué tanto para que ella solo me diga: "Saldré más tarde, me esperas", no es justo.

No sé si estar ilusionado o desilusionado.

¡Mierda!

En fin, iré a la oficina de Almeyda para entregarle el trabajo, ahora tengo tiempo de sobra.

NO SÉ DE QUE TU ALEJAMIENTO SERÍA CAPAZ, NO SÉ SI SOY FANÁTICO DE TODA TU FRIALDAD.

Estaba llendo a la oficina de Almeyda y recordé la primera vez que lo vi y otras cosas sobre él...

[ ... ]

Fue una buena impresión, él me pareció un gran hombre desde el inicio, fue recíproco el cariño y sobre todo la confianza.

El primer día de trabajo no fue bueno solo por Estefany, si no tan bien por él, le estoy súper agradecido.

Recuerdo que apenas entré, vi los archivos, todo estaba en orden y bien explicado, ahí mismo me dejó lo de mis honorarios y la copia de mi contrato, luego me llamó y me dijo que si estaba conforme.

En situaciones normales, hubiera leído primero mi contrato, pero como estaba tan agradecido, primero hize el trabajo y luego me puse a leer meticulosamente el contrato.

Cuando acabé de leerlo, lo vi y solo atiné a decir...

~ Almeyda, eres genial - le dije muy agradecido.

No me esforzaré en tapar mi agradecimiento y mi estima, el contrato era muy bueno, muy beneficioso para ambos lados, estaba más que satisfecho.
Fue un grandioso día, todo me iba bien.

[ ... ]

Le entregué a Almeyda los documentos y él me felicitó, pedí permiso y le comuniqué que ya me retiraría y él solo aceptó.

Salí de su oficina y empecé a caminar lento, como para demorarme, saqué el celular, miré la hora, 4:17 p.m, estaba apunto de introducirlo en mi bolsillo para guardarlo y de repente comienza a timbrar, era ella...

~ Hola...
~ Lauren, ya terminé, ¿Dónde estás?
~ Emm, saliendo del despacho de Almeyda, ¿Tú?
~ En recepción, ¿Vienes?
~ Sí, por supuesto.

Colgó el teléfono, suspiré y caminé hacía la salida, falta poco para verla, poco para decirle lo que siento, ojalá salga bien.