PERCY PUNK - PERCABETH

Me vendo por Helado

-¿Dime viniste sola hasta aquí? - Me pregunta Percy como una idea tardía.

-Con Piper y Hazel. Pero muy pronto no sé cómo me perdí de ellas y se me acabo la batería del celular así que no pude contactarme. -

-Ahhh ya. - Se echa a reír y niega con la cabeza con incredulidad. -Ahora lo entiendo todo. Esas traviesas. -

-¿Qué? - Pregunto. Y ahora caigo en cuenta recién. - ¿Crees que lo planearon? No, estás seguro.-

-Ni lo dudes. -

Exhalo un chillido indignado. -¡Esas dos! -

-Seguro estarán por aquí riéndose. Hay que buscarlas... Y creo que tengo una indicio de dónde están. -

-Mi vestido está en la cajuela de su auto. - Asiento, ellas no se irían sin dármelo, después del gran esfuerzo que habían hecho para obligarme probar tantos vestidos.

Giramos varias veces, y de inmediato estaba perdida, solo siguiéndole.

-¿Compraste un vestido? - Los ojos de Percy se iluminan.

-Para el baile que debo ir obligatoriamente para humillarme. Al menos debo verme bien ¿no crees?

-Eey, ¿por qué dices eso? ¿Qué harás? -

Nos adentramos hacia un pasillo sin más vitrinas o peceras. Era angosto y claustrofóbico. Pero al final veía cada vez más cerca una puerta con la forma que la tienen los submarinos y barcos.

-Voy a bailar. - Respiro profundo. - Después de años y años y años de evitar y perderme de participar de está clase de actividades. Vengo aquí y encuentro una primera vez para todo. -

-Así es. - Asiente con alegría ante mi sufrimiento. - Eso mismo es la Academia Goode. Exprimiendo a sus alumnos para llegar a ser "perfectos".

-Si pero esto es obra de Piper. -

-Ugh.- Percy me suelta la mano. Yey. Gira la rueda y empuja la puerta. El sol choca contra mi rostro, como si Apolo pasará muy cerca de aquí.

-Estás más que jodida. -Corrobora. Oh y debía agregar los dulces músculos de Percy marcándose cuando giraba la rueda.

-Por aquí.- Apunto a un costado, detrás del edificio había una escalera que iba en espiral hasta el techo.

-Qué hay arriba.-

-Un calor de inframundo. Pero el mejor restaurante de la zona. - Él vuelve a tomar mi mano y nos encaminamos hacia arriba.

Había grandes sombrillas dando sombra en cada mesa. El viento soplaba más fuerte y el sol titilaba aun con más fuerza aquí arriba.
Muchas personas estaban aquí pasando el tiempo entre amigos, familiares y hombres con trajes a la medida de aspecto que poseían trabajos importantes.

Encontré a mis dos queriditas amigas despistadas. Disfrutando de malteadas de frutilla.
Nos acercamos hacia ellas yo entornándoles los ojos acusatoriamente y ellas compartían miradas despreocupados y picaronas.

No fue hasta que Percy me soltó la mano de que entendí el porqué.

-Hola Annabeth. - Me saludaron al mismo tiempo.

-Así que tomando malteadas sin una pizca de preocupación por su amiga perdida ¿eh?- Digo de manera casual.

-Sabíamos que estarías bien Annie. Confía en nosotros siempre. - Se excusa Piper.

-No me llamen más Annie traidoras. -Hago un mohín molesta. -Han perdido el derecho. -

-¡¡No seaas asíí!- exclama Hazel poniendo cara exageradamente triste.