PERCY PUNK - PERCABETH

Resistir el Huracán.

La clase de historia había pasado en un fugaz. Hacia un clima espléndido y Percy Jackson estaba más pesado de lo normal. Estaba a dos segundos de sacarme de quicio.

¡Me seguía por todos lados! Por poco no me acompañó dentro del baño de chicas según él, solo para "cerciorarse" de que había papel higiénico y en caso contrario él me lo facilitaría de inmediato.

¿Excusas crees? ¡Por supuesto que lo era, dos más dos era cuatro. Percy ocultaba algo.

Lo único que no sabía era el porqué. Pero aunque bromeaba con demasiada frecuencia, sus ojos se veían nerviosos.

Toda la mañana estuvo detrás de mí. Viendo hacia mí pero no mirándome en realidad.
Miraba también detrás de mí e iba escudriñando a cada chico que apenas se acercaba a menos de dos metros hacia mí.

Los miraba con una mirada de mil demonios y furias del Hades, lo peor es que funcionaba, al pasar podía hasta distinguir el escalofrío de terror cuando pasaban cerca suyo.

Ser directa y preguntar no había funcionado.

_Oye es suficiente. - Suelto enojada. , ¿qué te sucede? 

_Nadaa... No hice nada. _ Contesta con un rostro que casi mostraba completo desconcierto. "Casi".

_Claro que lo haces._ Exclamo con fastidio. - Me has estado siguiendo en toda la mañana peor que un psicópata acosador.

_Te estás confundiendo. Lo único que hago es acompañar a mí mejor amiga. _ Se defiende poniendo un carita de foca bebé. - ¿Acaso te molesta mi asombrosa presencia es eso?

Ruedo los ojos. _No somos mejores amigos, Perseo._ y vuelvo a seguir caminando para otra clase.

_Auch._ Entonces con una cara verdaderamente afligida pregunta. _¿Por qué no?_ Su voz es la de un niño al que le han roto sus sueños. Bufo.

_Agh, no lo sé Percy. Es complicado._ digo con una voz más conciliadora. _Nunca he tenido un mejor amigo así que...

_Mientes. _ Interrumpe.

Me quedo parada en medio del pasillo.

_¿Disculpa? _ Doy la vuelta y lo enfrentó. El pasillo esta vacío podemos hablar con libertad. Voy a llegar tarde pero no me importa, me quedó hipnotizada mirando sus ojos esperando que me dé respuestas.

_Tú antes tenías uno. _ dice, y me asusta la convicción que veo en sus ojos.

Pestañeo confundida. Y cabreada. Cómo se atreve a cuestionarme algo de lo que definitivamente estoy segura de, MI VIDA.

_¿Cómo puedes decir eso? Me conoces desde hace solo dos meses. ¿Vivías acaso acosándome ya desde San Francisco? _ Niego con la cabeza en incredulidad, estoy a punto de girarme e irme pero le digo por último.

_Y está científicamente comprobado que una amistad fuerte y válida, se forma durante los largos y duros ocho años de convivencia. _

Luego de un pequeño silencio. Percy se ríe suavemente.

_Creo que con ocho años de convivencia contigo, yo probablemente ya te esté suplicando por matrimonio. _Sus ojos brillan._No, qué digo, sí seguro ya estaría mendigando por el SÍ por el quinto o tercer año._ Su rostro es realmente una alegre canción de verano. Ay Annabeth, ¿eso tuvo sentido alguno?

_Tú estás mintiendo y con todo el descaro del mundo. _ Me pasó la mano entre el cuero cabelludo. Lo miró seria. - Nos hemos desviado del tema principal._ Chasqueo con la lengua, incómoda. - ¿Por qué me sigues por todos lados? _Entorno los ojos hacia él con sospecha. Él ni siquiera se inmuta.