1.2 Soy el culpable

1.4K 160 201
                                    

Once años antes

Querido Diario:

Primero te voy a contar que a mí papá le encantan las serpientes, ¡demasiado le gustan! Especialmente las que son muy coloridas. Y también le pone nombre a sus favoritas, como George y Martha. Memorice esos nombres.

Pero él nunca me deja acercarme a las serpientes que trae en casa porque dice que son venenosas y que si me muerden, me voy a morir muy rápido. ¡Noooo! ¡Todavía no quiero morir! Tengo miedo porque todavía me falta ver la película del hombre araña y el domingo va a mostrar en la televisión.
Ojalá mamá sea normal ese día, y me dejé verla en paz. Ojalá. Voy a rezar por eso a Dios.

Papá trabaja con ellas, una vez lo escuché diciendo que las importaba y las exportaba fuera del país. No entiendo mucho estás palabras, así que me fui a investigar a mi habitación con mi computadora.

La computadora dice que importar es comprar de otros países, y exportar vender a otros países. Bien, ya entiendo todo. ¡Soy muy inteligente! La profesora dice soy el más inteligente de la clase y muchos de mis compañeros me miran con envidia por esa razón. No es justo, en verdad. Ash, bueno. Sigo.

La caja que estaba en el sótano de la casa Grande. Estaba muy escondido, apenas visible, pero yo siempre encuentro todas las cosas de mí papá. No importa que tan bien él las esconda.
Sé hurtar y encontrar cosas aunque esté mal. Es divertido.

Estaba muy oscuro y no había luz en el sótano, porque nadie viene aquí abajo. Así que mamá dice que no hace falta luz en el sótano. Papá suele cambiar el foco, pero hoy mala suerte para mí. No lo hizo. Había algo escrito encima de la tapa de la caja de madera, pero por la oscuridad no podía leer.

¡Estaba demasiado curioso! ¡No podía aguantar! Entonces agarré la caja y la llevé en la cocina. Tenía un sticker que parecía el símbolo de la India. Era cool. Era una caja de madera con hoyos alrededor. Puse mi oreja encima de la tapa y oí.

Oí zumbidos... ¿Un Siseo? . Wow, dije.

Quería abrirlo pero tenía un candado protegiendo la tapa. Pero eso no es problema, Diario. Yo soy muy bueno abriendo cosas cerradas. Como candados, cerrojos cualquier cosa puedo abrir. No necesito de llaves.

Lo logré rápido.

Me quedé mirando un momento, estaba algo nervioso y recordé las palabras de advertencia de mi padre. Pero la curiosidad era más fuerte para mí. Además él debería estar aquí, para regañarme y vigilar que no haga este tipo de estúpideces. Pero no está aquí. Así que no importa al fin y al cabo si me muerde. Tal vez así mi padre me preste un poco más de atención.

Respiré profundo y tome la tapa con ambas manos. Lo levanté poco a poco, alzando mi barbilla para ver. ¡Estaba a punto de echarle un vistazo!

¡Y mí mamá me ha pillado! ¡Noooo! No pude mirar las serpientes de papá, encima me pegó por mi cara. Muy fuerte y me gritó como siempre.

- ¡Deja de robar las cosas de los demás de una maldita vez! - Esas fueron sus palabras, mientras me zarandeaba. - Eres un ladrón igual o peor que tu padre. -

Te voy a ahorrar la parte vergonzoso y solo diré que me ordenó que llevará otra vez la caja al sótano. Ella se fue a la sala a ver la televisión en el sofá.
Estaba muy enojado así que deje la caja encima de la mesa y me fui corriendo a mi cuarto.

PERCY PUNK - PERCABETHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora