Capitulo 6 - Él no era mi tío.

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Capitulo 6 

Él no era mi tío.

El hombre me halaba por el brazo bruscamente mientras me llevaba al auto, Peter había venido corriendo hacia nosotros, y cuando nos alcanzó, el hombre me puso atrás de él instintivamente.

—¿Qué quiere usted?

—Disculpe, disculpe. La niña me debe dinero. —Peter dijo.

—¿Cuánto le debe? —gruñó el tipo.

—Eh...

El tipo sacó una pistola de su pantalón. —Hagamos algo. Usted se da media vuelta, pretende que no ha visto nada, y le perdonó la vida, o se queda ahí, mientras le cierro a balazos por estar de entrometido.

—Wow, wow. Un arma. —Alzó los brazos. Yo retrocedí unos pasos.

—¡No te muevas! —Me gritó y apunto el arma hacia mí. Me quedé inmóvil—. ¡Tú tampoco! —Voceó al otro hombre.

Un auto se dirigía hacia nosotros a una gran velocidad, y yo retrocedí, apartándome de ellos dos y quedando el auto entre nosotros. La expresión de mi "tío" se arrugó, y con la guardia baja, Peter lo desarmó y él cayó de rodillas al piso.

Lo apuntó con el arma. —No te dije, soy guardia de seguridad.

Yo miré la sonrisa sarcástica de Peter y después el vidrio del auto en medio de nosotros bajó. Sean estaba dentro y abrió la puerta de atrás.

—Sube.

—¿Sean?

—Sky, sube.

Pero mis piernas parecían muertas. Mis ojos viajaron a Peter y al hombre que pretendía ser mi tío. Peter dio la vuelta, y abrió la puerta por mí, y me instó a entrar. Después volvió a dar la vuelta y se subió del lado del copiloto.

El tipo se quedó en el suelo y el auto arrancó saliendo del parqueo. Yo aún no entendía que había ocurrido y no podía moverme, o hablar. Peter y Sean hablaban del arma y quedaron en que Peter lo llevaría a la policía diciendo que lo habían tratado de asaltar con ella.

Sin embargo, y al parecer, ellos no me notaban allí detrás. Me limpié la garganta a propósito y Sean miró por el retrovisor, y después volvió la vista al camino. Segundos después se detuvo en un semáforo en rojo.

—Conduce tú Peter. —Sean se quitó el cinturón de seguridad y se apeó del auto, mientras él daba la vuelta Peter se pasaba del asiento del copiloto, al del conductor, y ya Sean estaba sentado en su lugar.

El auto volvió a la marcha.

Sean miró hacia atrás, y me sonrió. —Vamos a Deina, donde es mi próximo concierto.

No respondí nada, aún seguía en shock, estuve tan cerca de volver a ese depósito que mis manos duelen, de alguna forma, las froté nerviosa y dejé de verlo a los ojos.

—Él no era mi tío.

Peter se provocó. —¿En serio?

Sean lo miró y rió con él. —Creo que lo sabía.

—¿Era tu novio pequeña? Uhm... no deberías meterte con personas tan viejas y que usan armas.

No respondí. Sean tampoco habló, aunque yo sabía que tenía preguntas por hacerme. Lo que había pasado hace unos minutos había sido raro y espeluznante. No entendía como no me había acribillado a preguntas ya.

Como mi estómago no quiso hacer tregua, delató ante los dos hombres que yo estaba hambrienta. Tan hambrienta que el dolor en mis tripas desapareció y solo sentía la boca seca. Lo único que había comido había sido las papas y carne de la noche pasada, y ya eran las doce del día. Así que nos detuvimos en una friturera de un pueblo que obligatoriamente debíamos cruzar. Él me agarró de la mano y entramos en el lugar para sentarnos en una mesa que quedaba de espalda a las ventanas. Peter se quedó afuera y yo no pregunté hacia donde iba.

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