Capitulo 29: El amor que se rompió.
—Sky, quiero hablar contigo sobre tu padre. —Se sentó a mi lado y me ofreció una taza de café. Mamá había olvidado de lo que me gustaba y no me gustaba, porque yo odiaba el café—, esta mañana vinieron con una orden de arresto del juez y está siendo interrogado por la policía.
Me atraganté con el líquido caliente. —¿Interrogado por la policía?, ¿por?
—Dicen que acepto un soborno para retirar la denuncia en la policía, y que quizás él sabía de tu paradero, también porque cambiaron tu nombre en los registros. Todo es un gran lio.
—Oh, ¿y tú también vendiste a tu hija? —Me levanté de mi asiento, con las manos temblándome y caminando hacia los lados—. ¿De ahí sacaron para comprar esta casota? —Pregunté señalando con mis manos la gran sala—, ¿Y tú no te diste cuenta? —Me acerqué a ella, casi susurrando—, ¿Tú me estás tratando de decir que mi papá trajo suficiente dinero para comprar una casa en lo alto del pueblo y no cuestionaste nada?
—Soy tu madre Skyler, ni siquiera pienses que yo podría venderte.
—¡No, no, no! —Le grité, con las lágrimas saliendo de mis ojos—. ¿Cómo es que la conciencia no te mató?
—¡Yo no lo sabía!, estoy sorprendida al igual que tú, yo nunca vendería a mi hija a un traficante de blancas, ¡por favor!, ¿has escuchado lo incoherente que sonaste?
—Debo irme. —Mire a la derecha, envolviendo mis manos una y otra vez en ellas mismas. Estaba temblando allí de pie.
—¿A dónde iras? —Me preguntó levantándose—, ¿Olvidas que la casa está rodeada de cámaras de los noticieros y esos otros fotógrafos que piensan que la estrellita esa está aquí? Los policías nos dieron instrucciones, y hasta que no acabe el caso no puedes salir sola.
—No lo sé —admití—. La verdad es que no sé qué hacer con mi vida—. Me volví a sentar, esta vez en el mueble grande. Mi mama se sentó a mi lado otra vez, y me abrazó tiernamente—. Mami la verdad es que te extrañé mucho.
—Yo también te extrañé. —Pasó su mano repetidamente por mi cabeza—. Y todo este juicio va acabar, y si quieres no tienes que volver hasta que sea la sentencia. La mayoría de las victimas ya no acude, ya va un mes y medio y son muchos implicados. Tienes que estar agotada.
—¿Por qué aun no me llama? —pregunté mordiendo mi labio, haciéndole saber que mi desorientación no tenía que ver exactamente con eso.
—Ay —suspiró. Creo que alcancé a ver una media sonrisa en su cara. —¿En verdad lo quieres tanto?
—Sí.
—¿Y si solo estas enganchada?
Nublé las cejas. —Puedo sentir que no es así.
¿Enganchada? Las palpitaciones rápidas de mi corazón no me dejaban respirar, y mi garganta se sentía obstruida, quería verlo. Había un carnaval de emociones con solo pensar en él, no podía decir donde estaban, y tampoco decirlo. Solo iba a suponer que todo en mi lo quería demasiado.
○
Yo había pensado que mis padres, se habían olvidado de mí, —O mi madre, después de saber que mi papá estaba involucrado no estaba muy segura si podía tomarlo en cuenta—, me equivoqué.
Ella había organizado mi cuarto en la nueva casa. Estaba todo de amarillo con azul, mis colores favoritos, eran sabanas nuevas pero había un peluche viejo que aun recordaba. En el armario, había ropa nueva que no recordaba tener antes. Y es que antes no tenía tanta ropa como para llenar ese armario tan gigante.
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Protégeme
Romance"-Necesito que me protejas. " Skyler huye de su pasado y está desesperada por regresar a casa con sus padres. Pero no es tan fácil para ella, su captor la persigue sin dar tregua. Ella necesita a un protector... y Sean, parece ser el per...