Capítulo 19

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—Un héroe en el silencio—

—¿Tú, qué haces aquí? —preguntó el hombre furioso por haber sido interrumpido. Subió la cremallera de su pantalón y soltó el rostro de Kenny.

En la cama, Kenny permaneció en silencio. Asustado. Las lágrimas se le desbordaban por los ojos sin que él pudiera hacer algo por detenerlas. Se preguntaba por qué Anthony, el novio de Joselyn se encontraba en ese lugar. Aun así lo agradeció. Lo había salvado.

—Baja el arma, chico —pidió el hombre—. No querrás qué le diga a tu padre.

—¡No des un paso más!

Se podía escuchar el sonido metálico del arma, al parecer Anthony temblaba, no le agradaba usarla.

—¡Kenny, ven! —ordenó su amigo.

Kenny lo obedeció. A pesar de sentirse vulnerable por su desnudez, siguió su voz. Anthony le extendió la mano. Cuando Kenny la tomó, le ayudó a esconderse detrás de él.

—Te vas a pudrir en la cárcel por esto, viejo asqueroso —le advirtió Anthony al hombre.

Kenny escuchó cómo Anthony se movía por la habitación en busca de algo con que cubrirlo. Buscó en el armario y encontró una manta, junto a algunos artefactos raros, entre ellos ropa de cuero y unas esposas. Anthony las tomó y le pidió al hombre que se esposara a la cama, mientras le seguía apuntando con el arma.

—Me quiero ir a casa —susurró Kenny a su salvador, con lágrimas en los ojos, después de que escuchó cómo colgaba la llamada telefónica.

—La policía ya viene en camino —explicó Anthony.

—No quiero a la policía —sollozó Kenny—. Solo quiero ir a mi casa.

Anthony lo comprendió. Volvió a alejarse de él en silencio y buscó algo en su mochila, arrojándolo a la cama donde estaba el hombre.

—Aquí está tu pedido —susurró. Luego caminó otro poco por el lugar. Se acercó al esposado y le sacó la billetera, no podía regresar sin el dinero.

—Me las vas a pagar mocoso, no me importa quién seas —lo amenazó el hombre.

—Cuando mi padre se entere que me amenazaste, serás hombre muerto. —dijo. Luego, añadió—. Espero que la policía te dé más años al encontrarte con ese paquete, una cortesía de mi parte.

Anthony tomó a Kenny de la mano y lo sacó de ahí.

Cuando salieron de la habitación, Anthony se quitó su ropa, quedando solo en ropa interior, y se la entregó a Kenny para que pudiera cubrirse. Luego, lo escoltó hasta su casa.

—¿Cómo supiste que estaba ahí? —preguntó Kenny por el camino. Sentía vergüenza y agradecimiento en parte iguales.

—Volví para buscar a Joselyn al baile, pero ya no estaba —mintió—. Cuando regresaba a casa, escuché tu voz pidiendo auxilio.

Ambos decidieron mantener el secreto de lo sucedido esa noche. Nadie tenía porque enterarse.

—Será nuestro secreto —respondió Anthony dándole un par de palmaditas en la espalda.

Cuando llegaron a la casa de Kenny la encontraron vacía.

—¿No hay nadie? —preguntó Anthony al ver todas las luces apagadas.

Amor A Ciegas [GAY] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora