Asesino Serial | Comienza El Juego ©

Capítulo 2

Domingo 23 de octubre, 8:00 p.m.

-Ahí está mi próxima víctima.

Un chico de aproximadamente unos 18 años estaba caminando por la misma calle en donde secuestré a Juliana.

Se detuvo a escribir por whatsapp, ahí fue el momento perfecto para atacar.

-Buenas noches - susurré.

-¿Ah?

Se volteó y le propicié un golpe justo en la cara, creo que le había roto la nariz.

Lo llevé al escondite, junto a la habitación en la que se encontraba Juliana.
Luego esperé a que despertara para comenzar mi cuestionario.

45 minutos depués.

-¿Porqué está tardando tanto en despertar?

5 minutos después.

-¿Quién carajos eres?

-Escucha, no tengo tiempo para explicar, vas a estar al lado de esta joven que se llama Juliana, tú debes decirme tu nombre.

-¿Para qué quieres saber mi nombre?

-Como te dije no tengo tiempo, ahora debes responderme.

-Soy Diego.

-Ok, bienvenido Diego, la cuestión ahora es que recibirás comida una vez al día, te dejo con Juliana para que te explique el asunto, hasta mañana.

Cerré la puerta de la habitación de Diego con candado y luego me retiré del salón.

-Juliana, ¿me vas a explicar que chingados sucede aquí?- dijo enfadado.

-Lo que pasa aquí es que ese sujeto que te trajo hasta aquí es un asesino serial muy famoso en los Estados Unidos de América.

-¿Un asesino serial? ¿de Estados Unidos?

-Lo que él está haciendo es un juego, solo uno sobrevivirá, seremos 20 personas, 10 hombres y 10 mujeres- explicó.

-Esto debe ser una broma- sonrió Diego.

-Eso fue lo mismo que yo dije, pero luego me dí cuenta que no era mentira lo que estaba diciendo.

-No puede ser, que pendejo ese hombre- dijo Diego un poco más serio.

-Lo sé pero parece que nada piensa detenerlo.

-Y ahora ¿qué vamos a hacer?

-Simplemente esperar, a que junte a los 20 participantes y luego a ver si alguno de los dos sobrevive. Por ahora solo deberíamos dormir, al día siguiente de mañana él saldrá a buscar a otro participante.

-Está bien, buenas noches.

-Buenas noches.

****
Lunes 24 de octubre, 1:04 p.m.

-Buenas tardes, ¿cómo han pasado la noche?

-Mira estúpido, déjanos ir, o sino te las verás conmigo.

-Ja, que gracia me das chico, ¿no te dijo nada Juliana?- me burlé.

-Me dijo, por eso eres un cojudo.

-Tienes huevos para decir eso, pero no te conviene, ya que el me que falte el respeto, pagará las concecuencias.

-¿Y cómo vamos a pagar si ya nos tienes encerrados?- se rió Diego.

-Si que eres estúpido chico, ¿no ves que si los tengo encerrados puedo hacer lo que se me antoje?

Después fui a la habitación de Juliana.

-Hola Juliana.

-¿Qué quieres?

-Te tengo buenas noticias, tendrás doble ración de alimento hoy.

-¿Porqué?

-Diego se hizo el pichi conmigo, y ahora su ración te pertenece a ti.

-Bueno, ¿pero Diego no va a sufrir de hambre?- dijo Juliana preocupada.

-Tendrá que sufrir, por ser agrandado frente a mí.

*****
Martes 25 de octubre, 8:00 p.m.

-Perfecto, una chica, es hora de atacar.

Me acerqué por detrás sigilosamente, y luego la agarré del cuello, provocando que se desmaye.

La llevé a mi escondite, junto a las habitaciones de Juliana y de Diego, la coloqué en el piso y le tiré agua en la cara, de paso también en los pechos.

-¿Qué sucede? ¿Quién es usted?

-Seré breve, tú me dices tu nombre y yo te digo quién soy.

-Me llamo Flavia.

-Bienvenida Flavia, yo soy un asesino serial, te daré comida una vez al día, juntaré a otras 17 personas para un juego sádico, hecho por mí.

-¡¿Qué?!

-Ahora me voy, te veo mañana.

Cerré la puerta rápidamente y coloqué el candado, luego salí ahí.

-¡Espera!- gritó Flavia queriendo detenerme.

-Él ya no te escucha- la interrumpió Diego.

-¿Qué sucede aquí?

-Te lo explico mejor yo.

Después de la explicación larga de Juliana...

-No me lo puedo creer- dijo impactada Flavia.

-Deberías creertelo, todo esto es parte de un macabro juego.

-¿Y ahora?- Flavia ya estaba preocupada.

-A esperar, debemos ver quién sigue, y por el orden de los secuestrados estoy casi seguro de que va a ser un hombre el siguiente- dijo Diego ya más serio.

-Hasta mañana.

-Hasta mañana.

-Hasta mañana y espero que sueñen con el demonio- bromeó Diego.

-Ay que sos- respondió Flavia