Mi Pequeña Nerd.

26.- separadas.

-¿Que haces aquí?- preguntó asustada.

-Tu padre.... Lo siento Twilight.

-Yo no quiero regresar con el Flash.- rogó.

-Lo se... no quiero que regreses con el pero..- el chico bajo la mirada.

-le hizo algo?- preguntó.

-Nos ayudará con la operación de su hermana...- confesó.- No podemos dejar pasar esta oportunidad... no quiero que ella muera.-dijo mientras dejaba escapar unas lágrimas.

Twilight miro hacia atrás, ahí se encontraba Rainbow con Scootaloo, la estaban esperando para regresar a casa luego de un paseo por el parque.

-Vendré a este parque a las 8 de la noche... quiero despedirme de ellas... no le digas a papá donde me encontraste... Por favor.- le dijo.

-lo prometo.

-Y dile a Timber.... todo saldrá bien.-dijo y Flash sólo sonrío alejandose.

-Si...-dijo y desapareció por una esquina.

-3 meses después.-

-¿Cómo te encuentras hija?- preguntó una voz femenina.

-Bien madre.-respondió la joven con seriedad y voz suave.- ¿irán a la reunión de trabajo?- preguntó.

-Si tu padre no quiere descuidar los negocios.- dijo.

-Ya veo.- dijo Twilight.

-Hija...- Trato de hablar su madre pero la joven se levanto del sillón en el que se encontraba.

-lo siento madre pero debo ir a clases. - dijo y salio de casa.

Twilight se habia ido de casa de Rainbow dos semanas después de la fiesta organizada por Pinkie, ya había pasado 3 meses de eso y no sabia nada de ella.

¿Porqué?  Ella se habia mudado y cambiado de escuela. Su padre se habia vuelto paranoico y la cuidaba, cosa que no hacía antes.

-¿Lista para la escuela?- preguntó Flash quien la estaba esperando en el patio de su nueva casa.

-no pero debo ir...-dijo.

Flash era algo así como un amigo de la infancia para Twilight, no hablaban mucho y la única razón por la que se conocían era porque sus padres trabajaban juntos. Flash siempre fue un gran chico, por un tiempo parecían buenos amigos hasta que  entraron a escuelas diferentes.

Aveces hablaban por mensajería o llamadas pero eran raras las oraciones, ahora... Flash era el encargado de llevar y traer a Twilight de la escuela a casa. Era su guardaespaldas personal, órdenes de su padre.

-¿Cómo está Timber?- le pregunto la joven.

-Mejor, Gloriosa se esta recuperando muy bien.- dijo con una sonrisa.- por eso no vino hoy, fue a verla.

-Bien, al menos me ahorraré toda esa cursileria de ustedes.- dijo bromeando un poco.

-Callate.- dijo con un sonrojo.

-Bien vamos no quiero llegar tarde. - dijo y ambos apresuraron el paso.

Twilight ya no era la misma de hace tres meses.