Mi Pequeña Nerd.

4.- Mi hogar....

Twilight.

No pude tener un día tan malo como el de hoy.

En serio, todavía recuerdo como a la famosa Rainbow se le rompió el ego cuando no la reconoci.

Ademas de que la vi durante todo el jodido día, osea, primero en la biblioteca, luego en la cafeteria, también en el pasillo, en los casilleros, en la entrada de la escuela, y para colmo en la jodida banca del parque.

Ok, entiendo que la vea en la escuela pero era necesario también verla fuera de ella.

Y todavía trato de ser amigable.

Recuerdo.

-Hola.- me saludo la chica Rainbow.- que sorpresa verte por aqui.- reía nerviosa. Me molesta.

No dije ni una sola palabra, solo la veía sería, y ella solo se veía más nerviosa.

-Oh si, mira tengo algo para ti.- dijo revisando su mochila.

-¿Que parte que no me interesa no te quedo claro?- pregunté.

-Bueno, solo dejame mostrarte lo seguro que te alegrará. - dijo con una sonrisa.

-no.- dije y me di vuelta.

-Hey Twilight, vamos.- insistió.

-Que no.- comence a caminar y a alejarme del lugar.

Lamentablemente ella me siguió.

-¿Cuanto tiempo mas planeas seguirme?- le pregunte.

-Hasta que tu aceptes lo que te voy a dar.- dijo.

Hubiera sido más fácil aceptar el tonto regalo de ella, pero yo no había nacido ayer, yo me sabía este truco muy bien, era uno no muy usado pero muy cruel.

-Pues suerte con eso, pues no lo aceptaré. - dije acelerando mi paso.

-Vamos no puedes ganarme en velocidad Twilight, soy...-la interrumpi.

- la capitana del equipo de Fútbol femenino. La asombrosa Rainbow Dash, la goleadora más increíble. Y por si no fuera poco, la más rápida en el campo.- dije concluyendo mi pequeña biografía de ella.

-woow.-dijo poniéndose a lado de mi.-No sabia que me conocías muy bien.- dijo con una sonrisa.

Me sonroje casi de inmediato, yo tampoco sabía que la había estudiado muy bien, solo fue... Ni siquiera se porque lo dije...

-No te conozco, solo dije lo que se sabe de ti.- dije tratando de arreglarlo.

-Aun así me sorprendió, pues en la biblioteca parecía que no me conocías.- dijo parecía apenada.

Eso me recordó ese momento, ella solo quiere que todos la conoscan, quiere ser reconocida, solo por eso me habla, no es porque quisiera ser mi amiga o algo, ella quiere ser venerada por todos.

Apenas iba a decir algo pero llegamos a la calle donde yo vivo.

Era una residencial privada, con rejas y seguridad, nadie podía pasar a menos que tuviera una tarjeta de acceso o fuera invitado de alguno de los residentes.