Cuento original
Argéntea Sol Belgrano debía entregar la sustancia secreta que se usaría para la disociación y estudio del gen ubicado en el par cromosómico X que había mutado y producido los cambios. La fachada era la concreción de un nuevo préstamo para desarrollo científico en el congreso organizado por la Mutual de ayuda entre los humanos de gen recesivo no evolucionados y los de gen dominante evolucionados.
Sabía que al llegar al laboratorio no debía fallar en la identificación del receptor. Entregárselo por error a cualquier otro significaría el fracaso de años de estudio y espionaje.
El viaje a la estratósfera desde Sudamérica para descender en Suecia, sería relajado. La tecnología autogestionada que suavizaba los efectos de la fricción atmosférica en la resistencia gravitacional de salida y el posterior descenso databa de muchos años y hacía al viaje corto y seguro. En sólo cuatro horas llegarían a destino sin necesidad de tripulación alguna.
No muchas personas viajaban desde ese origen hasta ese destino, así que Argéntea esperaba poca gente en la nave. Pero que sólo deba viajar con una persona y del sexo débil era inesperado. Aún más lo era, que la inquietara tanto.
A pesar del título de la Mutual y de sus intenciones anunciadas, la revolución en contra de la dominación de géneros que había llevado a las mutantes a levantarse, había dejado huellas profundas que ocasionaron la desconfianza generalizada y la infiltración extendida en cualquier organismo de moderación.
No todos los vencedores habían accedido a las medidas extremistas de esclavitud en venganza sobre aquellos que, por temor, habían intentado oprimirlos.
El sexo fuerte ostentaba los cambios por duplicado en su par X lo que había propiciado el salto evolutivo que le daba poderes. El cromosoma masculino Y era el impedimento de tal desarrollo. Se necesitaba doble mutación genética para conseguirlo. Los machistas temerosos del nuevo poder intentaron reprimirlo. Pero consiguieron que se levantasen en armas. Las amazonas otrora oprimidas, la primera vez en la historia humana por milenios, no permitirían una segunda y decidieron medidas extremas. Los esclavizaron.
Los bandos se mezclaron en favor de la moderación pero el espionaje fue brutal.
Con el paso de los siglos, no quedaron mujeres no evolucionadas.
El cruce de palabras había sido cordial. El caballero que se había acercado a su lado era tan misterioso como apuesto y peligroso. Era su enemigo natural. Aunque abolida la esclavitud y pasado un siglo desde La Paz, aún habían extremistas con resquemores. Él no podía saber que ella era de los Moderados que buscaban la igualdad.
La inquietud por su compañero se mezclaba con la ansiedad de saber si habrían enviado al espía misterioso con quien llevaba años intercambiando información codificada y del cuál se fue enamorando por los escuetos y discretos mensajes cargados de intencionalidad.
Los primeros años la información era pura, entregada cada dos meses. Consistía en un sistema sofisticado por el cual debía hacerse una programación completa con un lenguaje distinto para cada mensaje. Apenas había recibido algunos riesgosos mensajes de voz que el sistema de codificado distorsionaba para evitar la identificación de los agentes.
Ninguno podía revelar su ubicación o identidad real. Pero luego de tanto tiempo, la curiosidad llevó a su contacto xzcvb5563 a repetir al final de cada mensaje y en varias oportunidades una descripción extraña y doblemente encriptada:
"Sexo débil ojos pardos".
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Mutuantes [#Mención especial]
Fiksi IlmiahMención especial en el Desafío Nro2: Humanos vs Mutantes. Concurso de Ciencia Ficción. Máximo de palabras: 1200 Hace cien años terminó la Cuarta Guerra Mundial, en la que se enfrentaron humanos y mutantes. Los mutantes ganaron y desde ese entonces...