Como los viejos tiempos - Adrinette [TERMINADA]

Capítulo 31 : Enferma

Otra semana y media había pasado y ya estaban a días del desfile. Los diseños ya estaban listos al igual que su joyería pará suerte de Marinette ya que en los últimos días se había comenzado a sentir fatal. Pero olvidó cualquier resfriado cuando vio a su mejor amiga parada frente a la puerta de su habitación con una pequeña maleta y una gran sonrisa.

-Alya! -grito abrazandola. Llevaba casi un mes sin ver a ninguno de sus amigos o familiares en persona.

-Me...asfixias- Dijo tocándose el brazo.

-Perdón -Se rieron un poco y entró a la habitación.

-Veo que el Sr. Agreste te adoptó como su nueva hija...-Dijo mientras observaba la lujosa habitación. -Podría decirse que está mejor que los hoteles del padre de Chloe.

-Y espera a que veas la oficina -Alya dejó su maleta en el suelo y se estiró.

-Fue un laaargo viaje. Por qué no mejor vamos por un café- A Marinette no le emocionó mucho la idea de beber café ya que en las últimas semanas lo había bebido tanto que ya hasta le daba náuseas pensar en él pero era como su tradición semanal ir por café juntas.

-De acuerdo.
(...)

En la cafetería Alya había encargado por ambas dos cafés y unas cuantas galletas que parecían recién horneadas.

-Se te va a meter una mosca si no cierras la boca -Bromeó su amiga al verla como miraba las galletas. Se limitó a reír y negar con la cabeza para luego hablar.

-Y como será tu boda? -Pregunto la peliazul mientras tomaba una tibia galleta entre sus manos. -Donde será? Y cuando? Que usará Nino? -Alya levantó las manos frenandola.

-Wow una pregunta a la vez -Se acomodó los lentes y tomo una galleta como su amiga- Aún no se donde, ni cuando, ni que usará pero se que será pronto y que tu serás mi dama de honor.

-Realmente?! -gritó emocionada casi poniéndose de pie -Ay Alya no sabes lo feliz que me haces -La abrazo con ganas de llorar.

-Shh Marinette, estas llamando la atención- Susurro mientras le daba unas palmadas en la espalda- Que sucede que andas tan sentimental? -respondió riendo cuando está se separó.

-El cansancio arruina las personas. -Se encogió de hombros mientras le traían los cafés.

Pasaron bastante tiempo en la cafetería, hablaron de Adrien y Nino, del color que serían los vestidos de las salas de honor y finalmente de como sería el vestido de la novia.

Llegaron al punto que Alya quería un vestido largo con cola de color blanco y que tuviera un gran velo también.

Marinette dibujaba en un cuaderno mientras ella le decía y se lo mostraba.

-Me encanta -Dijo cuando lo habían "terminado".

Alya creía que era perfecto pero a Marinette le parecía que le faltaban algunos detalles pero no pensaba cambiarle la idea del vestido a su mejor amiga.

Decidieron que comenzaba a hacerse tarde así que tomaron sus cosas y salieron a la calle donde estaba oscureciendo.

A Marinette le agradaba el viento frío que chocaba contra su cara. Había comenzado a sentirse mal estando dentro de la cafetería, el calor y los olores la habían mareado así que la brisa invernal la había echo sentir un poco mejor.

-Y como son los atuendos? -pregunto su amiga llamando su atención.

-No tendrá gracia si te lo digo ahora. Vas a tener que esperar- Aún sentía el estómago pesado y el gusto al café en su boca.

Cuando estaban llegando al hotel Marinette no pudo resistir mucho más y terminó devolviendo todo lo que tenía en el estómago en unos arbustos de la calle.

-Mari, estas bien? -pregunto preocupada pasando una mano por la espalda de la peliazul.

-Lo siento, el café comienza a asquearme -Trató de reírse pero sentía la boca pastosa.

Entraron al hotel donde se cruzaron con Gabriel Agreste quien salía apurado.

-Oh Srta. Cesaire -Dijo sonriendo -Veo que vino a ver a su amiga.

-Si, exactamente a la que usted explota -Respondió molesta.

Gabriel Agreste miro a Marinette sin comprender y noto lo pálida que se encontraba.

-Aún sigue enferma? -pregunto preocupado.

-Sólo un poco respondió tratando de sonarcreíble. Después de todo ya se sentía un poco mejor.

-Llamare un auto para que la alcance al hospital -Saco su teléfono y marco. -No queremos que se pierda su primer desfile por un resfriado verdad? -Le dio una amable sonrisa y se alejó con el teléfono cerca del oido.