Capítulo 38 : Soledad

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Adrien había recibido una llamada importante de su padre así que se tuvo que marchar unos minutos luego de colgar.

Marinette decidió juntarse un rato con Alya para continuar con las ideas para su vestido a lo cual la chica accedió emocionada.
Se juntaron en un parque, ya que era un día hermoso y el clima era un frío agradable. Compraron té en la cafeteria y se sentaron en el césped con las piernas cruzadas bajo el cálido sol.

-Y bien? -pregunto su amiga mientras llevaba su vaso de plástico a la boca- Adrien lloro, se alegro, se volvió loco?

-Aún no se lo digo.

-Mientras más esperes peor será.

-Estoy esperando a que tenga buen humor...

-Si, claro- Resoplo y miro hacia un grupo de niños jugando- Si no se lo dices tu sé lo diré yo. Él no se merece que le ocultes esto.

La peliazul se acostó sobre el césped mirando el cielo azul donde no había ni una nube. Hubo un largo silencio mientras ella pensaba.

-Debería ir a buscarlo y decírselo hoy...

-Hasta que te das cuenta.

-Ven conmigo -Se sentó rápidamente decidida -No puedo hacerlo sola.

(...)

Tocaron el timbre y esperaron con la esperanza de que estuviera ahí, o por lo menos Alya esperaba.

-Chica -Dijo sorprendido cuando salió- Estaba apunto de ir a buscarte- La miro a Marinette nervioso.

-Ne...necesito decirte algo- apretó los puños a cada lado.

-Yo también- Miro a Alya- Tengo que hablar contigo de algunas cosas...a solas.

-No se preocupen -Sonrió la castaña- Entendí la indirecta. Ya me voy.

-Alya...-suplicó al ver como se marchaba.

-Tu puedes -Le dijo casi en susurro y continuo su camino

-Ven- Le tomo la mano y la guió dentro de la casa. -Tenemos que hablar de algo...

Las cortinas estaban cerradas y no había ni un alma en la casa.

-Adrien que sucede? -pregunto preocupada.

Se sentó en el sofá y espero a que ella se sentará junto a él, pero no lo hizo.

-No se por dónde empezar -Rió nerviosamente- Hoy mi padre me llamó. Cree que encontró a mi madre- Marinette iba a decir algo pero la interrumpió con un gesto con la mano- Él cree que la tienen secuestrada y me necesita...

-Adrien no puedes...

-Si, si puedo y tengo que hacerlo

-Podríamos pedirle ayuda a ChatNoir y Ladybug...ellos podrían rescatarla- Adrien se levantó y camino de un lado a otro en la habitación.

-Eso es lo que tenía que decirte. Es sobre ChatNoir...-Junto sus manos nerviosamente.

-Que tiene él?

-Es algo que llevó tiempo queriendo decirte pero no me lo permitian... -Lo interrumpió el ruido de un portazo.

-Adrien! -La voz de Gabriel resono en la habitación -Tenemos que irnos ahora -Tenía el cabello revuelto y caminaba con una maleta en su mano.

-Padre...espera un momento -Lo tranquilizó- Trato de explicarle las cosas a Marinette.

Él la observó y camino rápidamente a ella.

-Por favor, vaya a casa- Cuando lo tuvo cerca noto las ojeras que rodeaban sus ojos- Adrien volverá pronto.

-Te vas? -le pregunto angustiada

-Es lo que estaba por decir- Le tocó el brazo

-Nos tenemos que ir ahora- Le repitió haciendo que soltara un suspiro.

-Prometo que te lo explicaré cuando vuelva. -La había comenzado a acompañar hasta la puerta-Te prometo que será un viaje corto.

-Acabo de regresar y ya te marchas? -pregunto tomando su mano.-Habían cosas que tenía que decirte...

-Y cuando regrese nos sentaremos para hablar de todo.

-Ve por Ladybug ella te ayudará- Él negó con la cabeza y una sonrisa triste.

-Ella está en un estado en el que no puede andar preocupándose y arriesgando todo por mi. Sería muy egoísta de mi parte.

El había quedado de un lado del umbral y ella del otro. Se miraron unos segundos y luego de un corto beso de su parte cerró la puerta dejándola sola.

(...)

Regreso transformada en Ladybug  luego de correr hasta su apartamento y recoger a Tikki pero nadie había respondido a la puerta y las luces estaban apagadas por lo que decidió buscar a su compañero por la ciudad pero tampoco había tenido suerte.
Adrien no le había dicho a donde se iría y seguramente Chat estaba con ellos, la habían dejado sola nuevamente.

Estaba exhausta y el sol ya se había ocultado así que decidió volver a su apartamento con los párpados pesados al igual que su corazón y por primera vez en horas había comenzado a llorar. Su kwami sólo se quedó a su lado en silencio pero una sensación la había invadido.

-Hay alguien afuera- Dijo levantándose con cuidado

-Debe ser Chat -Respondió Marinette con esperanza

-No, es otra cosa- Se asomó por un costado del ventanal haciendo que la peliazul la limitará- Es una presencia más maligna.

Los techos estaban oscuros y no lograron notar nada sospechoso pero la sensación no las abandonó en toda la noche.
Como si alguien estuviera vigilando de cerca.

Como los viejos tiempos - Adrinette [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora