Miradas

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Desperte desorientado. Acalorado. Con un leve dolor en el pecho.

No abri mis ojos. Preferi permanecer en la oscuridad mientras algunas voces de fondo se escuchaban.

Decidi tomarme un momento para serciorarme de lo que habia pasado hasta que senti una leve brisa sobre mis hombros. Cosa que no deberia sentir.

Abri los ojos de golpe y pude darme cuenta de que no llevaba nada puesto del abdomen para arriba. Nada. Estaba totalmente descubierto a los ojos de cualquiera. No, a los de mi familia.

Me levante con los ojos aguados de un salto y pude verlos con sus expreciones cansadas y dolidas sentados en la mesa de la sala. No les di tiempo nisiquiera para reaccionar cuando ya me habia encerrado en la habitacion mas cercana que era un baño. Y cerre la puerta con pestillo.

-¿Carl?- la voz de Michonne rezono mientras ella intentaba abrir la puerta- cariño, todo esta bien ¿si?-

-No, vallanse- dije mirando a la puerta haciandome un ovillo en la esquina del pequeño baño. Junte mis piernas a mi pecho y me abraze a mi mismo.

Nada estaba bien.

-Cariño, Carl, porfavor sal- dijo con voz suave pero desesperada.

-¡Vallanse!- volvi a gritar.

No queria verlos. No queria tener que abrir la puerta y tener que cruzarme con aquellas miradas de pena, desilucion o verguenza. No lo soportaria.

Ya habia pasado por esto. Mi vieja familia, que alguna vez ame y ahora deseo olvidar, me miraban con aquellas miradas que solo me decian que era un estorbo.

Rick. Su mirada, llena de frialdad hacia mi. Irradiaba asco y desprecio hacia mi, dejandome en claro que ya no era su familia. Que no era nadie para el.

Y no solo el. Carol, aquella mujer de la cual su hija sentiria verguenza si estuviera viva, al ver que su madre no era ni capaz de proteger a un niño como deberia hacerlo por ella. Maggie. Glenn, que decia que siempre protegeria a su familia, cuando el solo se quedaria mirando. Beth. Hershel, aquel viejo hipocrita que junto a sus hijas decian ser catolicos cuando presenciaban el maltrato a diario y no hacian nada, mas bien colaboraban. Anna, aquella chica que realmente pense que me queria, que jamas me dañaria y que, sin saber lo que pasaria, la ame. Y ella fue la me empujo al avismo, la persona que crei que jamas lo haria, me traiciono.

Nunca me quitare de la cabeza aquellas miradas de odio y asco con las cuales me observaban. Cuando en realidad no sabian nada. Cuando me culpaban de algo que jamas me atreveria a hacer.

-Carl, porfavor dejame entrar- rogo Daryl girando la perilla de la puerta.

-¡No! ¡no lo entienden! ¡vallense!- grite enterrandome las uñas en las palmas causando un agudo dolor que causo que me sintiera mejor- ¡no quiero que me miren como ellos lo hacian! ¡no quiero!

-Mi vida, jamas te mirariamos de aquella forma. Jamas. Te lo prometemos- dijo Michonne con firme pero preocupada.

-¡Eso no es verdad!- recrimine con los ojos vidriosos- ¡me miraran igua que ellos! ¡con verguenza y asco! ¡lose! ¡no me mientan!- solloze hundiendo mi cabeza entre mis piernas- ¡dicen que me quieren como ellos lo hacian, pero sera como antes! ¡me odiaran! ¡me gritaran y me miraran con desprecio hasta que me valla!- volvi a sollozar con mas fuerza- ¡y no quiero soportarlo! ¡porque los quiero de verdad y son mi familia! Porfavor, no sean como ellos...

-Carl, escuchame con atencion ¿si?- dijo Daryl y su voz era temblorosa- yo jamas te miraria de esa forma, nunca. Ni Michonne ni Lexi. Y tampoco permitiremos que alguien mas lo haga. Porque te amamos ¿quedo claro? Te prometo que lo que ellos te hicieron jamas volvera a pasarte. No lo permitire.

Todo quedo en silencio un pequeño momento, el el cual no podia escuchar nada. Absolutamente nada.
En mi cabeza solo podian pasar las imagenes de ellos mirandome de diferentes maneras. De como no hacian nada ante lo que paso, de como disfrutaban viendo como me rompia poco a poco. Y lo que mas dolia, era que todo aquello venia de las personas que jamas pense que me traicionaria.

Y no queria que suceda otra vez.

-Nosotros no somos ellos, y jamas lo seremos- concluyo Lexi.

Me quede mirando la puerta unos minutos, observando como las sombras que llacian frente a esta no se movian ni un milimetro.

Me levante con un leve temblor de por medio y trate de buscar la mayor cantidad de aire posible. Me mire al espejo, y no quise hacerlo.

Estaba palido como un vampiro, con los ojos rojos como mi nariz con el brillo que dejo el camino de lagrimas en mis mejillas.

Me acerque a la puerta y pose la mano en la perilla mordiendo mis labios.

-Solo...solo Daryl- murmure sacandole en pestillo y abriendo muy poco la puerta.

El nombrado entro con mucha cautela y cuidado cerrando la puerta detras de el.

Simplemente me hundio entre sus brazos y no me importo que me vea una vez mas. Lo necesitaba, lo necesitaba mucho.

-Lo siento, lo siento- murmure apretandome mas a el en un fuerte abrazo- estaba muy asustado por ustedes, y luego me desespere y no lose, Lexi estaba conmigo y todo se volvio oscuro. Luego cuando me desperte los vi y supe que habian visto las marcar y...- deje escapar un sollozo- pense que me mirarian diferente, porque soy debil.

-No, Carl, no. Eso jamas- murmuro el acariciando mi cabello- esas marcas no fueron tu culpa. Y jamas la seran. Y ¿sabes que? ellas son la prueba de lo fuerte que eres. Porque no todos pueden soportar las heridas para terminar con cicatrizes. Y nunca te averguenzes de ellas.- me tomo de los hombros y me miro a los ojos- un leon jamas se averguenza de sus cicatricez, se aprovecha de ellas para demostrar a sus enemigos lo fuerte que es.








Esta historia cada vez la hago mas deprimente.

Puede que todavia no se sepa lo que paso con Carl anteriormente, pero falta poco.

(Spoiler capitulo 7x1)

Les dedico el cap a nuestro hermoso coreanito Glenn y nuestro pelirrojo Abraham que siempre amaremos y guardaremos en nuetros corazones.

/Cicatrices/ C.GDonde viven las historias. Descúbrelo ahora