/Cicatrices/ C.G

Talvez hoy sea diferente

Estiro sus músculos adormecidos por tantas horas de sueño y abrió los ojos, posandolos en el techo. Estaba despatarrado por la cama, sorpresivamente relajado mientras los rayos del sol comenzaban a iluminar la habitación.

No sé sentía así de bien hace mucho tiempo, tan tranquilo y ligero. Se pellizco el brazo para asegurarse de que no era un sueño, y suspiro al darse cuenta de que estaba despierto.

Era la primera vez en años que no se levantaba con una dolorosa sensación de asficcia en el pecho, o con los ojos hinchados, o simplemente sin dormir.
Cuando penso que no podía estar mejor, un delicioso olor llegó a sus fosas nasales. Definitivamente abrazaría a su tío con fuerza cuando lo viera.

Se levantó de la cama con un gemido y la miró con pena. Estaba tan calentita.

Se levantó y miró su ropa, encogiéndose de hombros. Tenía una remera negra de mangas largas con el logo de Batman en el medio que le cubría hasta la mitad de los dedos y unos pantalones de deporte negros.

Sin nada en los pies, abrió la puerta y fue a paso tímido pero seguro hacia la cocina.

Su tío estaba enfrente del horno dándole la espalda, con Ash detrás suyo sentado y moviendo la cola de un lado a otro esperando un trozito de comida. Y Luke era un caso aparte. El estaba con la cara hundida en el tazón de leche con cereales, inclusive lo escucho dar leves ronquiditos haciendo burbujitas con la leche.

Sonrio, por primera vez en muchísimo tiempo, de verdad. Aquello se sentía muy bien. Tan perfecto, y no sintió miedo de que así fuera. Decidió aprovecharlo el tiempo que durara.

Ash giro su cuello con la lengua afuera y ladró, corriendo hacia el contento de verlo.

-¿Que? ¿Como? ¿Donde? ¿Quien? ¿Unicornios?- soltó Luke mirando hacia todos lados con los ojos entrecerrados por el sueño.

Acarició el pelaje del perro y soltó una pequeña risita, que iluminó el corazón de Luke.

-Buenos días.- saludo su tío, sonriendo, mostrando el azarten con los huevos fritos en este.

No dijo nada. Camino a paso rápido hacia el y lo abrazo con fuerza, hundiendo su cabeza el pecho de él y rodeándolo con sus brazos.

-Gracias.- murmuró contra él y su tío soltó el azarten y el acaricio el cabello.

-¿Estas mejor?- pregunto suavemente, contra su pelo.

-Mucho.- se sincero y se separó de el, pegando una olfateada profunda.-¿Que hay de desayunar?

Y entonces rieron.

Se sentó frente a Luke, que lo miró sorprendido.

-Buenos dias.- murmuró Carl, y le sonrió pequeñito, avergonzado de que haya visto aquel abrazo.

-Buenos días.- le respondió, sonriendo. El sueño había desaparecido.

Negan dejo un huevo frito en su plato y en el de Carl.

-¿Tu no quieres?- pregunto el ojiazul al castaño.

-Oh, no me gustan.- admitió, achinanando los ojos en una sonrisa.

-Lo supe a las malas.- murmuró Negan y Luke río bajito.

Los tres se sentaron a desayunar, con Ash rotando a cada dos minutos, buscando la compacion de alguno que le de comida.

-Puedo mostrarte la comunidad hoy, si quieres.- dijo Luke, llevándose una cucharada de cereales a la boca.

-¿No temes encontrarte con Caleb?- pregunto Negan, extrañado.

-¿Quien es Caleb?- pregunto el ojiazul, curioso.

-Por suerte se fue a buscar provisiones, o talvez ya se lo comieron los caminantes, con suerte.- farfullo, con una mueca- Y es mí ex-novio.

-¿Ex?- pregunto enarcando una ceja.

-Si, terminé con el cuando lo encontre en la cama de otra.- rodó los ojos, pero una pizca de dolor paso como un Flash sobre ellos- piensas que por fin serás feliz con el único gay del apocalipsis y te engaña con una chica. Dramático.

El chico era gay. Eso ya todos lo sabían, y nadie tenia algún problema con eso. Y si lo tenias, tendrías que ir y decírselo a Negan, luego saldrías con unos cuantos huesos rotos y te comerían los caminantes, pero nada más.

-Que imbesil.- el castaño frunció el ceño, había que ser desgraciado.

-Neh, ya que.- de encogió de hombros y lo vio con los ojos brillosos- ¿Entonces...?

-Oh, si, claro que quiero.

-Perfecto- sonrió- terminemos el desayuno, te vistes y vamos. ¿Te parece?

Asintió.

Aquel día estaba llendo a la perfeccion.