/Cicatrices/ C.G

Luke

El castaño terminó de se secar su cabello, dejandolo un poco húmedo y tomo las primeras prendas que vio en el armario. Un pantalón de pijama azul y una remera gris que le quedaba tres tallas más grande.

Estaba agotadicimo, pero su tío le había pedido que bajara a conocer a Luke y a Ash.

Bajo las escaleras lentamente, mirando la casa con precaución y cuidado. Todo era muy tranquilo, muy normal.

Cuando llegó por fin a lo que sería la sala, aun lado de la escalera, Negan hablaba animadamente con un chico que no lograba ver ya que le daba la espalda.

Al notar su presencia su tío ensanchó su sonrisa y el chico se dio la vuelta.

Un pequeños pero brillantes ojos marrones se clavaron en el, mirándolo con curiosidad.

-Carl, el Luke. Luke, el es Carl- los presento, y con una mirada insentivo al ojiazul a acercarce.

Los ojos de Luke en ningún momento se despegaron de los suyos.

El ojimiel miraba sus ojos casi con admiración. Eran grandes y totalmente azules, con alguna manchitas más oscuras, casi como el océano. Pero algo no estaba bien. Habían perdido un brillo. Aunque eran hermosos, estaban totalmente opacos, sin ninguna luz en ellos. Fríos y secos como un glaciar.

- Hola.- murmuró sonriendo levemente, extendiendo su mano.

- Hola.- musitó mirándolo con precaución, casi como un cachorro perdido, tomando su mano cohibido.

Se quedaron mirando unos segundos, el uno al otro, casi examinandoce con la mirada y luego separaron sus manos.

Segundos después, antes de que Negan pueda hablar, un ladrido resonó.

De dio la vuelta para ver un perro. Ash. Parecía un Collie, pero un poco más grande y peludo. Su pelaje era blanco y largo, con muchas manchitas marrones y negras sobre el lomo. Una mancha negra ocupaba toda su oreja izquierda, haciendolo lucir adorable.

Aunque pareciera que tenía el ceño fruncido, y cuando Negan y Luke pensaron que se pondría a ladrar como a un loco hacia Carl, hizo todo lo contrario.

Gimoteo alegre corriendo hacia el, poniendoce en dos patas comenzando a lametear su cara mientras el otro lo acariciaba.

Se tiró al suelo con la barriga arriba y la lengua fuera, doblando su cuerpo insentivandolo a que le rasque.

Y lo hizo. Se agachó y rasco su barriga, ante la atenta mirada de Luke y negan.

-Inpactado- murmuró, con la boca semi abierta y los ojos como un ciervo alumbrado.

Ese chico era un secreto. Y quería descubrirlo.