/Cicatrices/ C.G

Anthea

Ya era de mañana. Aproximadamente las ocho y media.

Talle con pereza mis ojos mientras seguia con la vista pegada en el techo. Estaba agotado. Y queria seguir durmiendo, pero una vez que abro los ojos no puedo volver a cerrarlos.

Pense en todo lo que ocurrio ayer. Y me senti mal. Los preocupe demaciado por mis estupidos miedos infantiles. Al encerrarme en ese baño solo pense en mi, no pense en como reaccionarian ellos. Estaba demaciado cegado para pensar en ello. Y fui un egoista. Porque siempre de preocupan por mi, mas de lo que deberian.

Y simplemente fingimos que nada paso, aunque fuese una mentira.

Me senti aliviado de que no me miraran de una forma diferente al ver mas a alla de lo que deberian. Porque aquellas cicatricez muestran gran parte de lo que soy, de lo que fui, y de lo que probablemente sere.

Porque nunca desapareceran. Cada vez que las vea, me haran un recordatorio de lo que fui. Y es innevitable.

Me levante revolviendome el pelo mientras me fijaba de no chocarme con nada.

Pase por la habitacion de Daryl y Michonne, y su puerta estaba totalmente abierta. Hize el amago de cerrarla, pero me quede de piedra con la imagen frente a mis ojos. Ambos estaba durmiendo apachurraditos en la cama mientras Michonne se aferraba al arquero y este la rodeaba por la cintura.

Se me fue imposible no sonreir. Lexi y yo pensamos que deberian entar juntos. Y siempre los burlamos.

Cerre la puerta con mucha lentitud y rogando para que esta no haga esos endemoniados chirridos como en las peliculas.

Fui con mucha lentitud hacia la sala intentando no hacer el minimo ruido. Lexi dormia placidamente sobre el sofa-cama, con las sabanas revueltas por todos lados.

Sonrei y me acerque a ella tomando las mantas firmemente y taparla hasta los hombros verificando que no haya ningun hueco donde entre el frio.

Me dirigi hacia la mesa y tome un botella de agua y oreos. Puede que tenga sueño, pero el hambre nunca de va.

(...)

Luego de desayunar, deje una pequeñ nota en donde decia que iria a caminr un rato, resaltando que volveria pronto y tenia armas y municiones.

El bosque era hermoso. Lleno de arboles de diferentes tamaños junto a los hojas que danzazan sobre las copas de estos. El viento soplaba como una pequeña rafaga, haciando que los diferentes olores se mezclaran. Todo olia tan puro, tan natural.

Nada de humo. Nada de personas. Nada de basura.

Solo el boque y yo.

Y caminantes, pero intentaba olvidarme de ellos por un rato.

El suave viento chocaba con las hojas, haciendo que estas se pegen entre si, como una melodia. Era relajante, tanto que por un momento senti que desaparecia.

Y era hermoso. Poder sentirse libre y sin miedo por un instante. Un instante que lo vale todo.

Por un momento olvide a todos. Y todo. Absolutamente todo lo que sucedia, todas las muertes que habia vivido, todos los maltratos gritos y golpes, todas las risas y llantos, todas las personas que ame y odie.

Lo olvide todo.

¿Asi se sentira morir?

Ser libre. Sin preocuparse de nadie o de nada. Sin tener miedo de morir cada segundo de tu vida. Sin preocupaciones. Sintiendo tu cuerpo tan liviano y tu corazon tan puro. Ser feliz.

Eleve mi cabeza hacia arriba. El cielo, con hermosas tonalidades anaranjadas y amarillentas, era levemente tapado por unas ramas con hojas verdes y rosas.