¿Un nuevo comienzo?

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Todo era cada vez más borroso y podía sentir la sangre en mi costado caer a borbones. Los caminantes se acercaban cada vez más y más pero yo los escuchaba cada vez más lejos.

Todo se terminó. Por fin.

Pero el sonido de los disparos resonó en mis oídos. Me aturdio por unos segundos pero me permitió ver la figura masculina que se acercaba a paso rápido hacia mi.

Simplemente me deje caer en la oscuridad. De todas formas, iba a morir.

(...)

El castaño de ojos azules, que ahora se encontraban cerrados, llacia en la camilla de aquella comunidad.

Su piel seguía igual de fina y pálida, pero sus brazos estaban vendados debido a todos los cortes abiertos que se encontraban abiertos e infectados. La mordida de su cadera estaba vendada.

Todos se preguntarán, ¿quien salvaría a alguien que fue mordido?

Simple. Esa persona es importante para alguien más.

-Tienes que despertar, Carl. Vamos, sobrino, yo sé que puedes- murmuró el hombre tomando su mano y suspirando entrecortada mente dejando caer las lágrimas sobre su campera de cuero- Al menos...Al menos déjame despedirme de ti.

Llevaba dormido tres días, tres días en los cuales su fiebre no había aumentado ni un poco y su sistema mejoraba cada vez más. La herida, poco a poco iba cicatrizando pero nadie se había dado cuenta de aquello.

El castaño abrió sus ojos de golpes inalando aire violentamente con la vicion borrosa. Podía ver figuras borrosas acercarce a el y entro en pánico.

-No, no alejate- murmuro tratando de zafarce de los agarres por si de convertia- ¡No! ¡Por favor! ¡Dejame! ¡Basta!

Estaba gritando a todo pulmón, aterrado. Jacob fue lo primero que se le vino a la cabeza, mientras su cuerpo comenzaba a realizar espasmos.

-¡Esta convulsionando! ¡Lisa, la anestecia!- grito una voz.

-Estoy aquí Carl, estás salvo. Tranquilo, yo te cuido- murmuró una voz ronca y masculina que recordaba de algún lado.

-No debiste salvarme- sollozo sintiendo su cuerpo adormeserce después del pinchazo- No debiste, no debiste.

Pero todo se volvió negro.

(...)

Poco a poco fue abriendo sus ojos nuevamente, con su cuerpo adormecido y los sentidos totalmente dispersos.

-¿Carl?- aquella voz nuevamente hizo aparición y giro su rostro lentamente con cansancio.

Entrecerró los ojos tratando de amoldar su vista con la respiración pesada.

Un cabello negro con algunas canas, una barba negra adornando la barbilla y la misma sonrisa burlona pero que con el simpre demostraba cariño.

Era el. Por dios, era el. Sintió sus ojos aguarce mientras de su boca solo consiguió soltar dos palabras.

-¿Tio Negan?

/Cicatrices/ C.GDonde viven las historias. Descúbrelo ahora