Los Niñeros [EDITANDO]

Consiguiendo trabajo

Narrador omnisciente

Todo parecía estar tranquilo en la casa de los Matsunos, los sextillizos estaban todos juntos en su cuarto, cada uno en su lugar sin molestar a los otros.

— Ahh~ estoy aburrido— resopló el mayor de los seis. — ¿Qué haces Choromatsu?

— Intento saber si hay algún trabajo disponible— comentó el tercero de los hermanos mientras ojeaba algunas hojas de una revista.

— Heh, yo estoy...— Karamatsu iba a decir algo pero fue interrumpido de inmediato por uno de sus hermanos.

— ¿Qué hay de ti Todomatsu?— preguntó Choromatsu sin dejar de leer.

— Intento ver quien puede salir a una cita conmigo— dijo Todomatsu concentrado en su celular. — ¿Tú que haces, Jyushimatsu nii-san?

Jyushimatsu parecía mirar a la nada misma y luego de unos momentos fijó su mirada al cuarto hermano. — ¿Ichimatsu nii-san?

Ichimatsu no respondió y tan solo se dedicó a seguir jugando con el gato que estaba a lado de él.

— Chicos— se escuchó la voz de su madre mientras deslizaba la puerta corrediza. — Les ha llegado una carta— dijo para luego mostrar un pequeño sobre con algo escrito en él.

— ¿Ah? Me pregunto de quien es— dijo Choromatsu quien agarró la carta. — Parece ser de Hatabō— dijo al ver la mala caligrafía de las palabras.

— ¿Qué dice, Choromatsu nii-san? — preguntó el menor de todos.

— Por... Por favor... Cu-Cuiden a... U-Uno de es... Estos dos... A cam-cambio... L-Les pa... Pagaré p-por eso— terminó de decir lo que contenía el sobre y luego decidió abrirlo para ver que había dentro.

En el interior del sobre había una foto y un número telefónico; en la foto había un chico bien vestido junto a una chica quien parecía tener casi la misma edad o probablemente un par de años menor que los sextillizos debido al maquillaje y a la ropa que llevaba puesta.

— ¡Woah! ¡La chica es muy linda! ¡Elijámosla a ella! ¡A ella!— insistía Osomatsu. — ¡Además nos pagarán! ¡¿No sería eso como premio doble?!— exclamó emocionado.

— ¿Deberíamos llamar a este número? — preguntó Todomatsu para sacar u celular y empezar a marcar, ignorando las evidentes intenciones que mostraba el mayor.

El celular sonó por unos momentos y luego una voz se escuchó.

— ¿Quién habla?— preguntó una voz femenina.

— Ah, nos llegó un sobre con unas fotos y— antes de seguir hablando fue interrumpido por la voz del otro lado de la línea.

— ¡Ah! ¿Ya decidieron?— se escuchó un fuerte estruendo. — Por favor, vengan a recoger a la persona en la entrada del hogar de Mister Flag y—- otro estruendo se escuchó junto con unos gritos. — P-Por favor... Solo vengan...

Después de que la llamada se cortara, los seis se miraron entre sí un poco confundidos por lo que sea que estaba pasando del otro lado.

...

...

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Todos estaban en la entrada de la gran torre de su amigo, frente a ellos una de las sirvientas los esperaba con un joven quien tenía una cinta en la boca y siendo amarrado por unas cuerdas. El chico traía puesto un suéter negro y la capucha de ésta puesta, un pantalón de mezclilla largo con un par de tenis de igual color que el suéter y a su lado dos maletas un poco grandes.