Callejón

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Narrador Omnisciente

— Felicidades, tú y Rei fueron los únicos que sacaron una nota muy alta con ese trabajo del bebé— comentó Brian mientras miraba a su hermana con una sonrisa cansada, apoyando su mentón sobre el escritorio que ambos compartían. — Aunque bueno, mis notas tampoco son tan malas como había esperado— cerró los ojos.

— Oye... ¿Estás bien? Te vez muy somnoliento— se preocupó _______ al notar algunas cuantas ojeras rojizas remarcadas en el rostro de su mellizo.

— Problemas maritales— bromeó sin ganas. — Mahiri rechazó mi ayuda desde el primer día, yo solo ponía el dinero para los pañales y la comida, y también la casa— comentó.

Brian se había sorprendido de que a la pequeña castaña le dejaran quedarse en la casa de Hatabō, más aún cuando ésta le había comentado a sus hermanos con quién se quedaría. No obstante, la sorpresa se esfumó al conocer el carácter que la más bajita escondía tras ese rostro apático.

— Pues supongo que ya somos dos— le contestó _______. — Casi— murmuró con hastío. — Rei resultó ser un papá muy sobreprotector; nos alternamos los días, pero cada vez que me tocaba, se quedaba en la casa porque, según él, “Hirey tenía que crecer en un ambiente lleno del amor de sus dos padres”— simuló las comillas con sus dedos. — De verdad no puedo creer que se lo tomara tan enserio

— ¿Rei? ¿El que se tintó el cabello para la obra de caperucita roja, estudió ajedrez solo para una escena de treinta segundos en un sketch, e incluso, se atrevió a irse de campamento por un documental que, a desición de todos, se podía simular con animales de juguete y dibujos?— ironizó el mellizo. — Vaya, ni siquiera yo me habría esperado su reacción— comentó de manera sarcástica, recibiendo una mirada de enojo por parte de la menor.

— A veces eres irritante— murmuró _______ entrecerrando los ojos.

— Y yo te he aguantado más tiempo— respondió divertido el contrario antes de dar un bostezo, refiriéndose a todas las veces que su querida hermanita lo emparejaba con cualquier chico.

Así pasaron los minutos para ambos hermanos hasta que la última clase se dió por finalizado; los alumnos se retiraban con más alegría que durante su estadía en las instalaciones del colegio, ______ se despidió de su hermano y sus amigos para luego salir del salón, caminando por los pasillos con un solo destino al igual que el resto de sus compañeros.

Ese día en especial, nuestra protagonista se había planteado la idea de no hacer nada el resto de la tarde. Tener aventuras con los chicos era divertido, sentía que su vida se había vuelto más alegre desde que los conoció y les agradecía por eso, pero esta vez, lo único que quería era recostarse y dormir hasta el día siguiente, o hasta la hora de la cena.

Tan pronto como salió del instituto, su mirada se dirigió de inmediato a las rejas que estaban más adelante del edificio, logrando ver a Todomatsu, lo cual le extrañó al recordar que, a quien le tocaba irle a buscar esta vez era al quinto hermano de los sextillizos.

— Todomatsu— saludó una vez que ya estaba más cerca del mencionado. — ¿Y Jyushimatsu?— no pudo evitar preguntar ante su curiosidad.

— Ah, sobre eso— Todomatsu parecía tener una expresión algo inusual en él. — Jyushimatsu nii-san...

...

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— Ehh~ así que, su ex ha vuelto de visita— comentó ______ sorprendida. — Mmh... Homura era su nombre, ¿No?— ante aquella interrogativa, el mayor igual se sorprendió.

Los Niñeros [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora