Los Niñeros [EDITANDO]

Decisión

Narras tú

— ¡Aww! Que niños tan hermosos— una de las recientes amigas de mi madre apretaba con felicidad los cachetes de Brian para luego hacer lo mismo con los míos — Hey, pero, ¿Su madre no me había contado de que tenía una niña?

— Eh... Señora, yo soy la "niña"— comenté incómoda, señalándome a mí misma. — Tan solo me gusta esconder mi cabello en las capuchas de los suéteres

— ¿Ehh~?— tan pronto como dije eso empezó a inspeccionar mi cara.

"¿Qué clase de amigas consiguió mi mamá durante este tiempo?".

Mamá y papá estaban emocionados, pues mañana era navidad y preparaban no sé qué, dándonos dinero a mi hermano y a mí para pasear por la ciudad, pero cuando apenas salimos de la casa la mujer que en éste momento no dejaba de inspeccionarme apareció en la entrada con una expresión de enfado que luego cambió a una de felicidad cuando descubrió quienes somos.

Mi celular comenzó a sonar así que, luego de pedirle amablemente a la señora que me dejase contestar, esta se apartó de mí y despidiéndose entró a la casa mientras nosotros salíamos de la pequeña casa donde se hospedaban nuestros padres.

— Esa señora es algo rara— comentó divertido mi hermano, mirando al interior y luego a mí. — Ahora el problema no es que me confundan contigo sino que ahora piensan que eres mi "hermanito" menor— vi como intentaba falsamente el no reírse, ese idiota lo disfrutaba.

— Ríete todo lo que quieras Brian— fingí que estaba algo ofendida antes de mostrarle una sonrisa llena de malicia. — Al final, ya no podré cubrirte en los clubes que tanto detestas— canturreé.

— ... De repente quisiera volver a ser tan pequeño como tú— se acercó a mí rodeando mis hombros con ambos brazos desde atrás y posando su mentón sobre mi cabeza, presumiendo así la clara diferencia de estatura. — ¿Es un mensaje? ¿De quién es?

— Mmh...— encendí mi celular. — ¡Es Todomatsu! — de repente me sentí algo ansiosa y feliz, sin poder evitar sonreír al ver de quien se trataba. — Ah, olvidé que le había dado mi número

— "Tonta enamorada"— susurró aquella frase que me decía a cada rato desde que viajamos hasta aquí.

— ¡Ya te dije que no es así!— exclamé avergonzada y un poco sonrojada.

Aunque era un poco raro. Normalmente mi hermano se enojaba cada vez que alguien me gustaba, ni siquiera soportaba que Mahiri me emparejara con otras personas. Y ahora, que de repente él sea quien me molestara con eso ¡Era cosa de otro mundo! "¿Estará enfermo?".

Decidí ignorarlo y abrir el mensaje.

— Espero que la estés pasando muy bien con tus padres ;) mis estúpidos hermanos mayores no me han dejado de molestar como siempre -.-"

Reí un poco después de leerlo, sintiéndome de repente algo triste.

— Me pregunto qué harán durante la navidad...— murmuré.

Escuché un suspiro pesado por parte de mi hermano. — Oye _______, enserio me pregunto por qué aceptaste venir si no te sentías tan segura— su cabeza bajó hasta mi hombro mirándome algo curioso. — Quien sabe, tal vez ésta sea la primera y única navidad que tendrás para pasarlo con ellos— miró al frente como si lo que dijera no fuera tan importante. — Mmh... ¿Qué dices? Además, papá y mamá jamás han experimentado lo que es cuidar solo a uno de nosotros— vi una sonrisa traviesa en su rostro. — ¿No sería genial?

Lo miré confundida, intentando comprender lo que quería decirme, al ver que no reaccionaba o respondía, Brian solo entornó lo ojos y suspiró.

— Enserio que eres lenta hermanita— se separó de mí, volteándome para que quedar frente a él. — Es increíble que yo sea más consciente de tus sentimientos que tú misma— rio. — Solo digo, que prefiero que vuelvas, es decir, ¿Qué tan difícil es ir y venir en avión? ¡Tan solo tomamos la tarjeta de crédito de papá y ya! Vuelo gratis