Enferma

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Narrador Omnisciente

— Ugh... Justo me pasa esto en un fin de semana...— susurró _______ con dificultad dando algunos estornudos antes de volver a esconderse bajo las sábanas para seguir durmiendo.

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La puerta del cuarto se deslizó lentamente, dejando ver al niñero de sudadera roja quien al ver la cabellera de _______ sobresalir de ese bulto de sábanas en el futón decidió entrar al cuarto con cierta curiosidad, pues sus hermanos por alguna razón no lo dejaban entrar solo.

— ¿_______, estás dormida?— al no escuchar ninguna respuesta se acercó a ella destapando un poco su rostro.

— Mgh...— _______ parecía estar jadeando un poco, algo roja por la fiebre y, sin mucha ganas cerró con fuerza sus ojos antes de entreabrir uno al sentir su rostro expuesto. — ¿O...Osomatsu?— murmuró al notar la borrosa imagen de un suéter rojo.

"... ¿Eh?" Lentamente, tanto las mejillas como las orejas del mayor de los sextillizos comenzaron a tornarse rojas, observando con impresión a la chica frente a él mientras en su mente se reproducía una y otra vez aquella manera en que _______ había dicho su nombre, producto de la somnolencia.

— ¡¡_______!!— Jyushimatsu había entrado de golpe mientras atrás de él le seguía Ichimatsu y Choromatsu.

— No hagas mucho ruido, ________ está intentando dormir— le regañó Choromatsu en voz baja antes de notar a Osomatsu en el cuarto de la mencionada. — ¿Eh? ¿Qué haces aquí Osomatsu ni-? ¡¿Qué es lo que pensabas hacer Nii-san de mierda?!— exclamó enojado, demasiado alterado tan pronto notó un bulto en los pantalones de un estático Osomatsu.

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— Heh~ por fin he comprado tus medicinas my beautiful and little Karamatsu girl— comentó Karamatsu entrando al cuarto de ________ con su ropa de siempre y sus gafas de sol al mismo tiempo que se recargaba en el marco de la entrada, pero al no recibir ninguna respuesta se acercó un poco más hasta quedar un par de metros de distancia. — My lady?— intentó llamarla por segunda vez, nada.

Karamatsu decidió sentarse a lado del futón mientras observaba como ________ estaba tapada de pies a cabeza, incluso parecía ser un pequeño bultito debajo de todas esas sabanas.

— Hm, parece ser que my darling está en un profundo sueño para poder recuperar su preciada energía que se transmite en tu cálida y radiante sonrisa— comentó el de sudadera azúl, notando como _______ se movía debajo de esas sábanas dándole la idea de que lo estaba escuchando. O tal vez realmente estaba durmiendo.

Karamatsu siguió hablando durante un buen rato hasta que poco a poco los temas de conversación se les estaban terminando,  dándole paso a la repentina idea de querer de expresarle sus sentimientos justo ahora, pues al parecer no había nadie en casa y aunque era un mal momento por el estado de salud en el que se encontraba _______, decidió que ésta podría ser, tal vez, su única oportunidad.

Con un poco de nervios, aclaró su garganta con la esperanza de que _______ estuviera despierta y escuchara todos sus sentimientos, incluso si no quisiera responderle ahora.

— Heh, m-my Beautiful lady— intentó no sonar tan nervioso. — T-Tengo que admitir a-algo… Tu belleza me ha cautivado, y no sólo a mí— comenzó a decir, sintiendo un leve sonrojo en sus mejillas. — Pero lucharé, for your heart my lovely, I know i can do it!— exclamó intentado transmitir sus sentimientos, incluso si su voz sonaba algo temblorosa. — S-Sé que actualmente no tengo mucho future— rió nervioso. — But puedo seguir, y s-si me das una oportunidad…— empuñó sus manos al mismo tiempo que cerraba sus ojos, estando a punto de confesar lo que guardaba en su corazón. — J-Juro que serás la mujer más happy in the world!— exclamó, esperando una respuesta de la chica mas las sabanas no se movían. — M-My lady?— preguntó preocupado de haberla asustado con aquella confesión o, en el peor de los caso, que la menor ahora no quisiera dirigirle la palabra nunca más.

Los Niñeros [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora