Pequeños Niñeros

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Narras tú

— ¡¡¡AHHH!!!

Un grito me había despertado de golpe, apenas me levanté me dio un mareo que me hizo sostenerme por un momento en la pared. "Ugh... ¿Qué...? ¿Qué hago en el cuarto de los chicos?" me preguntaba al ver el futón si nadie ahí, " Ah, cierto, ellos se había enfermado" pensé luego de recobrar los sentidos.

Luego de salir del cuarto y bajar las escaleras un poco rápido, logré ver a la señora Matsuyo mirando al interior de la sala algo asustada y pálida.

— ¿Qué le pasa señora Matsuyo?— Pregunté algo confundida y preocupada mientras caminaba hasta llegar a su lado.

— Creo que acabo de sentir un Déjà vu...— murmuró señalando al interior de la sala.

No entendía lo que decía, pero me sorprendí mucho cuando miré al interior de la sala y miré a unos... Mini sextillizos... Y a un mini Brian.

— ¿Qué...?— no tenía ni idea de qué decir, ¡Ellos parecían medir entre quince y dieciséis centímetros!— Ustedes... ¡Ustedes se encogieron!

...

...

...

— ¿Cómo consiguieron ropa teniendo ese tamaño tan pequeño?— pregunté, observándolos con curiosidad por un breve momento mientras intentaba hacer un rápido atuendo a mi pequeño hermanito ya que era el único que solo estaba tapado con pañuelos que le quedaban como si fueran atuendos de la era de Roma.

"Aunque de todos modos, la señora Matsuyo dijo que reutilizaría la ropa que ya no les venía para hacerles mini ropas"

— Cuando éramos pequeños, Chibita se quería vengar de nosotros y nos roció con una loción para encogernos— me explicaba Choromatsu.

— Ah... Nunca escuché de una loción as... ¡Auch!— me había pinchado por tercera vez en mi dedo índice. — Ugh, ¡¿Por qué es tan difícil hacer unos simples pantalones?!— me quejé algo irritada.

— Pues yo ya he terminado mi parte— escuché la voz de mi hermano. — Aunque no acostumbro usar solo playeras— dijo terminando de coser y mostrando la pequeña playera color gris que iba a usar.

— Woah... ¿Brian sabe coser?— preguntó Todomatsu algo curioso por una de las tantas habilidades de mi querido hermano.

— Cuando _______ iba a presentar sus trabajos en el club de costura, yo tomaba su lugar a cambio de que ella tomara el mío en el club de voleibol o cualquier otro club de deporte que comenzaba a aburrirme

— ¿Ustedes hacen ese tipo de cosas?— preguntó interesado Osomatsu.

— Solo cuando no tenemos ganas de entrar a nuestros respectivos clubes— le respondí sonriente. — Aunque si no fuera por eso, yo no habría estado en los clubes de defensa personal, ya que mis padres no me dejan entrar en esos por ser una chica— entorné los ojos por ese típico estereotipo.

Luego de seguir hablando y pincharme unas cuantas veces más el dedo, finalmente mi hermano ya tenía dos conjuntos de ropas a su medida.

— Pero dudo mucho que Chibita quisiera encogerlos otra vez— dije de repente. — Además, mi hermano igual es pequeño— comenté mientras me sentaba a lado de ellos con mi hermano sobre mi regazo. — ¿Alguna idea de lo que pudo haber sido esta vez?

Todos nos pusimos a pensar por un momento hasta que la mamá de los chicos dijo que ya era la hora de comer.

Con cuidado bajé a los siete de la mesa e intenté acomodamos alrededor de la mesa, o al menos esa era la idea, pues ninguno de los chicos podía alcanzar algo estando sentados.

Los Niñeros [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora