Alice POV
Hoy era el día del Torneo, el maldito día del torneo.
El evento comenzaba a las 8:00 pm, pero teníamos que estar a las siete ahí para las presentaciones e inscripciones físicas. Y adivinen qué hora es ¡Las seis y media! ¡Llegaremos tarde!
–¿Estoy bien así?– preguntó Riley saliendo del baño. Yo casi me golpeo la cabeza contra la pared por su atuendo: Tenía una camiseta blanca, sus vans de Los Simpsons y unos jeans holgados ¡Jeas holgados!.
–Me va ha dar el ataque.
–Exagerada.
–¿Exagerada? ¡Niña, estás en un campeonato mundial de póquer, junto a tipos que te doblan la edad y eres mujer! Será mejor que te prepares, sacaré mi lado estilista francés.
***
Abro la puerta de la habitación dejando salir a Riley, haciendo que a mi querido cuñado se le cayera la baba.
Riley traía un vestido blanco, de cuero, ajustado hasta la cintura y luego se volvía tipo campana hasta la mitad del muslo. Improvise con su cabello, pues este parecía alambre... Terminé optando por ir a una habitación vecina, robar unas extensiones (Les recuerdo que Riley y yo nos cortamos en cabello) y haciéndole una coleta alta, soltando los cabellos de su flequillo. Pero faltaba algo: Los zapatos. Casi me saca un ojo, pero pude ponerle los tacones blancos que me regaló Max.
–Yo voy a estar ahí, no pasará nada... Siempre voy a estar ahí.– le había dicho a Riley para convencerla de usar los tacones de diez centímetros.
Por último le dí unos lentes de sol, sí, se que es de noche, pero le da ése look de "chica mala millonaria no hables conmigo o dormiras con los peces".
–Oigan, falta un cuarto para las siete
Oh, y de paso logré deszombificar a Riley en quince minutos. Seguramente gané un premio Giness.
–¡Corran!– grité– ¡SEBASTIAN, LLEVALA EN TU ESPALDA, SE QUE PESA COMO GORILA PERO NO DAÑES ESE OUTFIT!
Sebastian, con mucho esfuerzo y cara de "Odio mi vida" subió a Riley a su espalda. Yo salté sobre la de Thomas.
–Y yo te cargo a ti porque...
–Yo soy muy floja y tú adoras ser caballeroso así que ¡Corre como el viento, Tiro al blanco, Ajúa!
Corrimos hasta el ascensor y presionamos el último botón. Las puertas estaban a punto de cerrarse una mano impidió su paso, era un chico, cabello castaño y ojos color chocolate. El precionó el número que ya nosotros habíamos marcado y se cerraron las puertas.
La musiquita de fondo del ascensor hacían el ambiente un poco más incómodo. El chico nos evaluó con la mirada y yo hice lo mismo: Traía una camisa de blanca bajo un saco negro y una corbata a juego.
–Son americanos ¿Cierto?– dijo, pero no noté su acento ruso/alemán así que descarté alguna de esas como su nacionalidad. Posiblemente era inglés.
–¿Es muy obvio?– dijo Riley, aún en la espalda de Seb, al igual que yo pero en la de Thomas .
–En realidad sí, ¿Vienen al campeonato? ¿No son muy jóvenes? Digo, deben tener la misma edad que yo.
–Si, digamos que una maniática tiene talento en las apuestas.– dije y vi que Riley lanzaba una patada, pero terminó golpeando a Thomas.
–¡Hey!
–Lo dice la chica que le cantaba el "Feliz-no-cumpleaños" a la pobre muchacha.
–En mi defensa era el "Feliz-no-cumpleaños" de Ahclare...
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Somos unas P.U.T.A.S (EDITANDO)
Teen FictionDos chicas, normales, comunes y corrientes, con vidas normales, comunes y corrientes. Nah mentira, lo único normal en nosotras es que respiramos oxígeno como todo el mundo... Creo. -¿Y por que no somos normales? Porque sino no habría novela. Ya de...