3.FRATERNIDAD MISTERIOSA Y ¡¡ME HABLO!!

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Seguimos caminando hasta que encontramos una caseta con un cartel que decía "Prohibido Utilizar Tacones Altos".

Nosotras nos acercamos a la caseta, que estaba vacía, al parecer al fin habíamos encontrado una fraternidad perfecta para nosotras, no era de gamers, ni de fresas, ni de cantantes..

Tome la hoja de inscripciones y había una nota que decía :"Hola nueva compañera, te esperamos en la parte trasera del teatro del campus a las 8:30 de la tarde para tu iniciación".

—Pero que demonios es esto— dije

—No tengo ni la más puta idea pero...Ya nos anoté.— dijo Alice. ¡Esta niña y su curiosidad, Dios mío!

En la lista de inscripciones se encontraban escritos tres nombres:Carly Scott, Charlott James, Jane Davis y ahora nosotras.

Alice POV

Después de anotar nos en la fraternidad más rara, maravillosa y misteriosa, fuimos a nuestra habitación.

--Oye voy a la biblioteca

--¿Por que? ¿Quieres leer libros inútiles? En ese lugar nada más hay libros de texto, nunca hay novelas.

–Nada pierdo con intentarlo– dije, esa era mi frase favorita en todo el mundo, resultaba muy divertida, y al mismo tiempo, era la verdad.

Crucé todo el campus, y le pregunte a cientos de personas, hasta que por fin llegue a la biblioteca, que al parecer querían ocultarla de la raza humana.

Entre en la biblioteca, y en el mostrador había una señora de unos 70 años (¿que acaso no habían señoras que no hubieran nacido en el Paleolítico para los trabajos en la universidad? ). Me acerque a ella y se levantó.

–¿Donde puedo...?

–¡¿Qué?!– gritó poniéndose una mano detrás de la oreja.

–Que dónde puedo...

–¡¿Qué?!

–¡Que dónde están las novelas juveniles!

–¡¿Las novelas masturbiles?!– gritó entrecerrando los ojos.

–¡Ju-ve-ni-les!– grité aún más alto. Un chico de cabello cobrizo se acercó y puso sus manos en mis hombros. Yo conocía a ese pelirrojo...

¡El pelirrojo del libro!

–¡YO ME ENCARGO, SEÑORA GANISE!– gritó éste sonriendole a la señora. La mujer asintió y se volvió a sentar.

El chico me llevó hasta uno de los estantes de la biblioteca señalándolo con una sonrisa.

–¿Ésto era lo que buscabas, cierto? – preguntó, yo asentí parpadeando un par de veces.– Lamento lo de hace un momento, ya debería comprarle un nuevo aparato auditivo a la abuela.

–No te preocupes, no fue tanta molestia.– dije balbuceando un segundo.– Soy Alice.

*¡Tenías que mantener el misterio, tonta! Eso haría a éste cliché más interesante*

Empecé a revisar en tal estante buscando alguna novela que me llamara la atención, que no haya leído, por supuesto.

–Alex Brown...– dijo tendiéndome su mano. Yo la estreché sonriente.

–¿Brown como marrón?

–¿Alice de Alicia?– preguntó

–Touché.– Ambos reímos al unísono. Elegí un libro de la estantería que, curiosamente no había leído.

La chica del tren

Lindo nombre.

–¿Lo has leído? – pregunté mostrándole la portada a Alex.

–Es de el nuevo lote, lo trajeron está mañana. No, definitivamente no lo he leído– dijo.

Caminamos hasta unos sofás individuales al centro de la biblioteca.

–Debe ser difícil que tu abuela sea un poco sorda, en especial si es bibliotecaria.

–¿Solo un poco? Está muy sorda. – sonrió y giró a verla.– Tiene Alzheimer, entonces yo soy el que se encarga en muchos sentidos de la biblioteca.

–¿Tú sólo?

*¡Entrometida!*


Duramos un buen rato hablando de cosas sin verdadera importancia, hasta que sonó mi celular, era Riley, no me avía dado cuenta de que faltaban cinco para las ocho. Estúpido tiempo, paso demasiado rápido. Me tuve que ir al teatro donde me tenía que encontrar con Riley, la cual estaba sentada en la acera.

--¿Donde estabas? ¿acaso te trago la tierra y te regurgita en Asia, por lo tanto tenias devolverte en balsa, ya que no habían vuelos disponibles?

--Bueno se te olvido que la balsa la compartí con un tigre llamado Richard Parker. ¿recuerdas el pelirrojo de esta tarde?

--El que te idiotizo

--Si ese. Yo estaba tranquilamente paseando por los pasillos, cuando ¡BUMM!! Choque con el y, me hablo, escuchaste bien, ¡ME HABLO! H-A-B-L-O...

--Alice calmate ... --dijo y me dio una cachetada --TU NO ERES ASÍ, HORMONAS CONTROLENCE, INHALA EXHALA.

-Pero yo no soy para él, él es estúpidamente perfecto, sexy y ES LECTOR.

-¿DÓNDE ESTÁ TU AUTOESTIMA, SOLDADO? Tu asma empeora

--Yo no tengo asma, sargento- dije firme como militar.

--EXACTO

Somos unas P.U.T.A.S  (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora