In the Upside down|Stranger Things

Capitulo 2

                  Capítulo 2

Al despertarme de mi sueño estaba recostada en mi cama, estaba cubierta por mi manta color blanco con flores rosas, y mi cuarto estaba iluminado por los rayos solares que entraban por la ventana. Mi padre está sentado al lado mio, con los brazos cruzados dormido. En mi mesa de noche hay cajas de medicamentos, y un vaso de agua. Traté de sentarme para después bajar a prepararme el desayuno pero algo me impide hacerlo,mis muñecas están sujetadas a la cama y mis pies también. Traté  de quitarlas, pero la soga era demasiado fuerte. Al tratar de liberarme, mi mano hizo fricción con la soga y me hizo una herida. Chillé  de dolor y mi padre despertó.

-Eleanor.-Su voz sonaba lejana y tenía la mirada vacía.

-Papá ¿que está pasando?-Pregunté mirándolo confusa.

Mi padre se acercó a mi, y me dio un beso cálido en la frente.

-Hija, se que no me lo perdonarás nunca, pero es necesario que hagan esto.-dijo acariciando mi frente.

-¿Papá...-Comencé tratando de descifrar a qué se refería.

Desvío la mirada hacia la puerta rápidamente, y volvió a mirarme a mi para luego decir:

-Pueden entrar.-Dijo con voz firme.

Dicho eso, inmediatamente la puerta se abrió y 4 personas entraron, estaban vestidas con trajes blancos y tenían máscaras  con un cristal que les protegía el rostro, parecían astronautas. Se acercaron a mi, y comenzaron a quitar las sogas que sujetaban mis muñecas y pies. Uno de ellos me inyectó en mi cuello un líquido verde, dolió como el infierno y ardor comenzó a correr por mi cuerpo. Dos de ellos me sujetaron y me cargaron lejos de mi cama, mi papá estaba llorando y veía cada cosa que me hacían sí hacer nada para evitarlo.

-¡PAPÁ!-Grité tratando de liberarme comenzado a llorar.

Los cuatro hombres parecían que no iban a seder con lo que estaban haciendo, y con cada movimiento de mi cuerpo intentando liberarse de su agarre, mi cuerpo dolía más.

-¡PAPÁ AYÚDAME!-Lo miré con frustración.

El mundo se había convertido en un horror y me desvanecía poco a poco.

Fue ahí cuando desperté y aún estaba recostada en el sofá, sólo había sido un sueño. Seguía en este mundo extraño, y todo seguía igual de oscuro, frío y horrible. Al mirar en mi muñeca el reloj, marcaban las 6:07a.m. Ya era tarde por lo que me levanté, salí de la casa y seguía siendo la misma ciudad fantasma que había visto, aquella noche. Pero una cosa había cambiado,  las personas que estaban muertas en mi jardín ya no estaban, ni siquiera la sustancia babosa de hace un rato. Volví a mi objetivo de encontrar una salida, y comencé a caminar nuevamente.

Aún no había rastros de nadie, por lo que recordé a Will, no sabía dónde estaba y sí estaba aún con vida. Fui muy mala persona en dejarlo sólo ahí, y aún es un niño pequeño,  debe estar asustado. Sin dudarlo dos veces corrí hacia el bosque dónde lo había visto ayer. Comencé a gritar su nombre y no obtenía respuesta, por lo que encontrarlo era ahora la única prioridad. Vi una pequeña construcción, tenía uno que otro agujero, y estaba formada por ramas pequeñas y grandes; la "puerta" era una manta grande, por lo que el viento de el frío de este lugar hacia que se sacudiera. Arriba de la puerta había un letrero que decía:

Castillo Byers, todos los amigos bienvenidos.

<<¿Estará allí dentro?>> pensé.

-Will, ¿estas ahí?-Pregunté casi en un susurro.

No obtuve respuesta alguna.

-Lo siento mucho por dejarte aquí anoche, se que estuvo mal y ahora quiero solucionar las cosas. ¿Podrías perdonarme?-Al no volver a recibir una respuesta, entré en esa pequeña casita y no había nadie. Dudé en si quedarme a examinar un poco aquella construcción, más necesitaba asegurarme de que él estaba bien. Así que salí nuevamente.