Capitulo 8

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Cerré los ojos y todo se vino abajo, la tensión de el momento pareció derrumbarse, el frío se volvió menos intenso, mis latidos de el corazón volvieron a su ritmo normal, mi respiración volvió a ser lenta, el dolor de mi pierna ya no existía, y,por alguna extraña razón me sentía fuerte, segura, valiente, indestructible.

Tantas cosas estaban sucediendo en mí, que recordé la primera vez que demostré valentía ante mí padre. El día en que estaba jugando en el parque cerca de la heladería de el restaurante "HawBurguers" el nombre de el local me parece tan patético, es una mezcla de el nombre de el pueblo y de la palabra hamburguesa. el dueño Jorge,
que se hace llamar el "Burguer Boss" es uno de los mejores amigos de mi padre, es por eso que volvió una rutina ir a cenar sus hamburguesas de tocino con "salsa especial" cada miércoles.

Odio esas hamburguesas y el horrible sonido de la televisión desprogramandose.

Ese día corrí tan rápido que termine con la nariz abierta. Mi padre me llevo al hospital rápidamente; no recuerdo muchas cosas de ese día, pero la doctora dijo que tenían que coserme la nariz de inmediato. Esas palabras me asustaron tanto que salí corriendo ensangrentada de la habitación de aquel hospital, mi padre me prometio que sí era valiente me regalaría algo muy especial.

-Descubrirás que es cuando seas mayor.-Dijo dándome un beso en la mejilla.

Asentí y me llevo de nuevo a la habitación quedando todo en blanco debido a que supongo, me anestesiaron.

Al despertarme estaba internada con una venda enorme en mi nariz, había una bandeja de dulces en mi cama, llena de mi cosa favorita en el mundo.

El pudín de chocolate.

Mi padre me dijo que era una aventura lo que había hecho, y que era la niña más valiente que había visto.

Y de nuevo todo volvió a derrumbarse.

Inhalé de golpe y me incorpore rápidamente, estaba demasiado exaltada, miré a mis alrededores y aún estaba tumbada en el suelo viscoso de este horrible lugar. Los árboles seguían de la misma manera, negros y sin vida, el frío volvió a sentirse, el silencio con eco volvió a escucharse, y el dolor volvió.

Me incorporé lentamente y tome de nuevo el tronco, miré a los alrededores en busca de peligro, pero al parecer todo esta igual. No se que ha pasado pero parece que me desmayé.

Mi pierna aún duele, pero puedo caminar otro poco.

-Will.-Grité.

-Eleanor.-gritan a lo lejos.

Abrí los ojos de golpe y comencé a mirar a los alrededores.

-Will ¿dónde estas?-pregunté al mismo tiempo en que trataba de incorporarme. Logré romper el tronco culpable de mi caída y mi pierna se liberó.

Comencé a correr en busca de mi amigo.

-Estoy aquí.-Se escucha.

-¿Dónde? ¡Will!-Agité los brazos como señas por sí lograba verme.

Corro de nuevo fuera de el bosque.

Unos brazos me sostienen fuertemente de el abdomen y me hacen estremecer, sollozos se escuchan y al girarme veo a Will llorando, completamente Empapado de esa baba y asustado. Le devuelvo lo que parecía ser un abrazo y comienzo a llorar otra vez.

-Will, will ¿dónde estabas?-Sostengo su cara.

-Fui a mi casa, hablé con mi mamá Eleanor, hablé con ella.-lloró.

-¿C-como?-No podía procesar lo que acababa de escuchar, eso significaba que podría hablar con mi padre.

-Con las luces.-respondió.

Will puso sus manos frías encima de las mías que aún no soltaban su cara. Ambos seguíamos llorando.

Solamente lo abracé, ahora teníamos otro motivo para pensar en salir de este lugar. Había una manera de comunicarnos y estoy dispuesta a encontrar más para salir de aquí.

In the Upside down|Stranger ThingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora