—Isabel, creo que deberías ver esto —murmuró Matt en mi oreja, haciéndome gruñir levemente.
Noté algunas quejas, maldiciones por lo bajo y la risa de Stephanie.
Me decidí a despertarme y mandar a la mierda al causante de que dejara mi sueño.
Pero al ver de qué se trataba, no pude evitar reír como desquiciada.
La escena era simplemente como para tomar una fotografía y pegarla en la pared... la pared de todo el instituto.
Zack estaba tirado en el piso gruñendo y quejándose mientras intentaba levantarse.
Se veía tan cómico con esa peluca, las uñas postizas, pestañas falsas, todo ese maquillaje exageradamente sobre-cargado.
Dios, agradecía a Stephanie por hacerme colocar una grabadora en el cuarto.
Creo que esta grabación quedará muy linda junto a la que me dio Matt...
Además, Zack tenía una cara de furia inigualable.
No pude resistirlo más y saqué mi teléfono para tomarle una foto.
¿Qué?
Esto era algo que merecía estar fotografiado.
Era tan bueno que casi me convenció de ponerlo de fondo de pantalla en mi celular, pero luego de pensarlo bien, decidí que sería algo... extraño; tener una foto de un chico en tu celular podía malinterpretar las cosas en muchos sentidos.
De repente, Zack se apoyó en sus rodillas y, sin más remedio, comenzó a gatear hasta mi baño. Una vez estuvo adentro, cerró la puerta de golpe.
Stephanie, Matt y yo seguíamos riendo desenfrenadamente.
Esta, sin duda, había sido una de las 10 mejores bromas que habíamos hecho.
De repente, se escuchó algo muy parecido al rugido de un león furioso y el agua de la ducha corriendo.
A los pocos minutos, salió un Zack, que si bien antes estaba furioso, ahora estaba muy, muy cabreado.
Había logrado quitarse el maquillaje y la mantequilla de los pies, pero aún llevaba la peluca puesta y las uñas postizas pegadas.
Bendito sea el pegamento.
Es una lástima que no sea permanente.
Dejamos de reír y mi cara se tornó en una mueca de orgullo, suficiencia y felicidad.
—¡¿QUÉ MIERDA ME HICIERON, DEMONIOS DEL INFIERNO?! —gritó hecho una furia.
Stephanie y Matt rieron y yo me limité a sonreír con suficiencia.
Mi sonrisa se ensanchaba automáticamente conforme el rostro de Zack se ponía cada vez más y más rojo de ira.
De repente, empezó a respirar pesadamente, como si fuese un toro y nosotros tuviésemos una enorme sábana roja tambaleando entre nuestras manos.
—¿Qué. Coño. Le. Hicieron. a. mi. Cabello? —interrogó con los dientes apretados.
Pegué un salto saliendo de mi cama inmediatamente y, de un segundo a otro, ya estaba frente a él.
—Creo que te queda el estilo Marilyn Monroe —afirmé para provocarlo.
Y lo logré.
—¡Tú! —bramó señalándome con su dedo índice y acercándose peligrosamente hacia mí. Ni siquiera me inmuté y mantuve mi barbilla en alto—. ¿Por qué mierda no sale?
ESTÁS LEYENDO
Insoportable [Sin editar]
Novela Juvenil¿Cómo podría describir a Zack Cleveland? Fácil: Idiota. Popular. Fastidioso. Egocéntrico. Orgulloso. El mayor imbécil que he conocido, en toda mi vida. Y mi peor pesadilla desde que llegué al instituto. ¿Qué pasará cuando Isabel -una chica indepen...