13. ¡Debo tener algo mal!

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Estábamos bajo la luz del sol, viendo la playa que se extendía hacia nosotros.

Miré a mi lado. El sexy Harry Styles me miraba con cariño.

Comenzó a acercarse a mí y yo cerré los ojos, disfrutando el momento.

Los abrí unos segundos antes de que me besara, pero había algo mal. Su cara ya no era la misma.

Ya no era Harry.

Era Zack.

–Vamos, Issy. No te resistas más —murmuró a pocos centímetros de mi rostro.

—¡¡¡NOO!!! —grité, despertando de esa horrible pesadilla.

Mi pulso estaba como un caballo desenfrenado y estaba algo sudada.

Maldita sea, ¿qué mierdas fue eso?

Me pasé la mano por el cabello.

Esa fue la peor pesadilla de mi vida, sin lugar a dudas: la peor de todas.

Mi sexy Harry Styles, cambiado, por Zack Cleveland. Definitivamente, lo peor que pude haber soñado.

Tal vez haya sido tu mejor sueño, me dijo la parte idiota de mi cerebro.

Vete a la mierda con tus estupideces, eso fue espantoso, le contesté.

Yo creo que te están alcanzando deseos ocultos, se burló.

¿Qué?

Y una mierda, jamás volveré a dormir.

Y así di por finalizada la conversación.

De repente, el sonido de mi celular me hizo volver a la realidad.

Lo tomé y contesté, sin siquiera mirar quién era.

—¿Qué? —espeté de mal humor.

—Vaya, Issy, ¿hasta dónde llegarás? Sobornar a mi hermanita… jamás lo hubiese imaginado —Y hablando del rey de los idiotas.

Me crucé de brazos, aunque sabía que no podía verme, y sonreí con orgullo. Por un momento, olvidé el absurdo sueño que había tenido.

—Supongo que jamás podrás predecir mis movimientos, Cleveland —contesté con pedantería—. Nunca subestimes mis habilidades.

Lo oí reír con ironía.

—Ahora tengo que estar una semana más con esta jodida bota en el pie. Gracias, Issy —agradeció con sarcasmo.

Mi sonrisa se ensanchó.

—De nada, Cleveland. Fue un placer —respondí y, sin esperar respuesta, colgué.

Soy un genio.

Esa noticia alegró mi día.

Comencé a reír como maniática, al igual que cuando la enfermera le dio la noticia a Zack.

El sueño...

Paré de reír en seco.

Mierda.

Odiaba esa parte de mi cerebro. Dios, ahora Zack ni siquiera puede dejarme en paz en mis propios sueños. Lo que me faltaba...

Aunque ahora que lo pienso...

¡Tal vez me haya contagiado del virus Cleveland!

No, eso es imposible, yo soy inmune a esas cosas.

Insoportable [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora