Capítulo 9
Una fiesta (Parte 2)
Todos ríen con fuerza ante mi declaración.
— ¿No crees que Alex está ya muy grandecito para eso?
—Pues la edad no te ha quitado lo idiota.
Dante me sonríe perversamente y aplaude alabando mi comentario. La burla es lo único que percibo en su mirada. Si Alex pudiera desaparecer, estoy segura que en el momento en que abrí la boca se habría esfumando de la tierra.
Sus mejillas son rojas y sus ojos me ven encolerizados. Tayler está sorprendido. Al parecer lo que dije empeoro las cosas porque no hay señas de que esos jóvenes inmaduros hagan algo para terminar con la pelea.
—Vamos a calmarnos, solo estoy pidiendo de forma amable que los dejen ir. No debemos complicar las cosas.
— Demasiado tarde —Dante toma un vaso rojo con alguna bebida alcohólica y se lo toma de un trago
—Ya cállate, estas empeorando las cosas.
Alex me grita con fuerza, sé que está molesto "muy" molesto.
—Tengo un traro para ti bombón. ¿Te interesa escuchar? --Dante me observa esperando mi respuesta.
—Te escucho
—Si me concedes un baile, dejó a tu chico en paz y también al idiota de su amigo.
¿Mi chico? Por lo visto todos confunden mi relación con Alex por una más personal-- y para mis adentros totalmente ridícula-- observo entre las personas a Jay que mueve la cabeza de un lado a otro dando a entender que esto no va terminar nada bien. Analizo mis opciones.
a) Puedo bailar una canción con el fortachón y dejará a Alex y a Tayler.
b) No tengo otra salida.
Mi subconsciente me dice que la opción "a" es la más factible.
—No tengo toda la noche.
—Acepto, pero primero suéltalos.
—No ves mucha televisión ¿Verdad? En las películas, cuando se trata de un intercambio. Siempre pagas antes de obtener lo que quieres.
Alex me ve y no logró descifrar lo que su mirada quiere trasmitir; para ser sincera lo ignoro, tomó un largo suspiro y dejó escapar el aire de mis pulmones, es mejor terminar esto de una vez por todas.
—Está bien, bailemos.
Todos los demás observadores estallan en risas y gritan con euforia, el DJ coloca una canción de Hip-Hop, caminamos hacia el centro de la pista, de mala gana me acerco a Dante.
—Me gusta tu perfume.
Hago una mueca y trató de mover mis caderas al compás de la música, no puedo, mi atención está en Alex que me ve como si quisiera matarme, trato de buscar a Jay entre las personas pero se ha perdido en la multitud.
Dante me toma bruscamente de la cintura y me pega a su cadera, el gesto me desagrada y trató de alejarlo; comienza a bajar su cabeza hacia mi cuello y trató de quitarlo de encima, es demasiado fuerte, estoy entrando en pánico, esta sobrepasado sus manos a zonas de mi cuerpo que nadie ha tocado aún.
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La Niñera De Los Hermanos Evans
JugendliteraturEn los contratos siempre están esas letras pequeñitas que pasas por desapercibido y esto siempre significa: Problemas. Cuidar a trillizos de cinco años no es nada fácil, no cuando están en esa edad donde la energía parece no acabarse. Pero eso será...