Capítulo 4
Soy tu niñera (Parte 1)
Han escuchado "Que lo que pasó una vez puede ya nunca pasar, pero lo que paso más de dos veces seguramente ocurrirá una tercera" pues estoy empezando a creerlo, ya que esta es la tercera vez que me encuentro con el chiquillo.
—Utilizo mí tiempo en mejores cosas, no te hagas ilusiones—aclaro.
—Eso sí que hirió mis sentimientos—lleva una mano a su pecho y finge estar ofendido por mis palabras.
—Quieres que te diga que está en una situación que amerita un "Lo siento"
—Yo nunca pido disculpas—sonríe perversamente y yo trato de no darle una patada en las pelotas.
—Todos tenemos que pedir disculpas.
—Pues este no es el caso—el señor Don "No pido disculpas" se coloca de nuevo el casco y sin decir nada se va.
Hijo de su.....mamá
Trató de no darle importancia pero a quien engaño, la sangre me hierve, tranquilizo a mis nervios alterados y regreso a la realidad, la lluvia ha calmado un poco pero aún hay una brisa fresca, me preocupa estar mojada y no encontrar un taxi. Pasan aproximadamente cinco minutos hasta que logró subir a uno, le indicó mi dirección y se pone en marcha.
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¡Pánico! el calor de mi cuerpo me indica que estoy realmente asustada, no sé si gritar o sólo quedarme aquí esperando a que Jay venga a rescatarme. El cuerpo me tiembla y la piel se me eriza, grito con todo el aire de mis pulmones.
— ¡Jay, Auxilio!
Trató de no moverme, me quedo quieta en la esquina de la ducha.
—Alexa ¿Qué son esos gritos? -- Jay entra al rescate, no me importa que me vea desnuda, ya lo ha hecho en varias ocasiones; no piensen mal, no es lo que imaginan
—¡Está ahí! Justo en la puerta, ¡Una araña!
Jay se burla, pero debo decirles que las arañas son mi peor pesadilla; solo de pensar en sus ocho patas y eso ojos saltones que tiene me ponen los pelos de punta, aunque es irónico ya que soy gran fan del hombre araña.
— ¡Sólo mátala! —chillo.
Él coge una revista que se encuentra a la par del papel de baño, hace un rollo con esta y sin piedad estrella a la araña contra la puerta.
¡Estoy salvada! ¡Oh Jesús, gracias por salvarme!
—Gracias.
—No es nada nena, ahora date prisa no llegues tarde a tu primer día de trabajo.
Hoy es mi primer día como niñera, estoy algo nerviosa ya que al conocer a esos pequeños angelitos —noten mi sarcasmo por favor—quede algo preocupada. No tengo idea de cómo cuidar a trillizos, nunca he cuidado a más de un niño, sé que no será fácil pero espero que el dinero que van a pagarme me dé ánimos de ir todos los días a esa mansión.
Voy en el taxi, llevo puestos mis audífonos y escucho All of me, trató de cantar la canción pero creo que el taxista está tapándose los oídos por mis aullidos así que cierro la boca. Pensamientos del chiquillo invaden mi mente y me doy pequeños golpes en la cabeza con la ventana. ¡Debí haberlo pateado!
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La Niñera De Los Hermanos Evans
Ficção AdolescenteEn los contratos siempre están esas letras pequeñitas que pasas por desapercibido y esto siempre significa: Problemas. Cuidar a trillizos de cinco años no es nada fácil, no cuando están en esa edad donde la energía parece no acabarse. Pero eso será...