Capítulo 32
Es la hora de dejarte ir.
Hace poco más de un mes.
Richard Evans.
Siempre he pensado que para ganar una partida tienes que contar con una carta bajo la manga, hasta ahora la única información que tengo sobre Víctor es que ha venido a Nueva York para ver a su hija. Cuando lo supe pensé en Sara, ella no puede enterarse de que su pequeña niña está en la cuidad porque saldrá como loca en su busca. Así que pedí a uno de mis hombres buscar a la chica.
El teléfono suena sacándome de mis pensamientos —Espero que tengas lo que te pedí —advierto.
—Ahora mismo estoy enviando la foto...—mi teléfono vibra, me lo llevo a las manos y con unos toques en la pantalla aparece ante mí una chica joven.
¡El parecido es espectacular! Parece una fotografía de mi esposa. Comienzo a sentir placer, ahora conozco a la hija de mi enemigo.
Actualidad
Alexa se pone pálida, supongo que conocerme le ha impactado, evito verla demasiado pero es imposible teniendo en cuenta que podría ser el clon de Sara cuando tenía su edad. Ahora entiendo porque mi hijo perdió la cabeza por ella.
— ¿Cómo es que la conoces? —pregunta Alex.
—Es mi deber conocer a las niñeras de mis hijos...aunque tengo entendido que ya no lo eres—digo.
Alex parece tragarse esa excusa, pero no Alexa, es igual de inteligente que su madre.
Lo supe hacía más de un mes, mi mano derecha se encargó de enviarme una fotografía de la niñera de mis hijos, al principio el pánico se adueñó de mi cuerpo. No podía permitir que Sara conociera a esa bastarda. Pero con el tiempo no hice nada, porque al parecer la chica al igual que Sara ignoraba el hecho de que eran madre e hija. Además la situación me parecía entretenida
Cuando Alexa desapareció supe que la verdad había salido a la luz, pero como se fue en silencio y sin decir nada, lo deje pasar.
No me gusta nada la idea de verla nuevamente en mi casa, mucho menos al lado de mi hijo. Tengo que encargarme.
—Está en lo correcto, ya no trabajo aquí—Alexa hace un esfuerzo para no mostrar el miedo que siente por mi presencia.
No está bien que estos dos estén jugando a los enamorados, ya suficiente tengo con saber que Sara aun ama a ese idiota. No puedo permitir que su hija venga a destruir a mi familia o lo que queda de ella.
—Alexa —La voz de Cristina se une a la conversación. Como siempre, una chica entrometida —Buenos días señor Evans.
—Buenos días Cristina —la muchacha baja las escaleras y le da un abrazo a Alexa —Estaba hablando con tu amiga, supongo que la extrañas ahora que aclaramos que no trabaja aquí.
—Claro que sí, era muy buena niñera —dice Cristina.
—Creo que no comparto la misma opinión—el comentario de Alex me hace sonreír.
—No quiero causar más molestias, tenga un lindo día—Alexa se despide.
Puedo sentir la tensión que hay entre ellos, supongo que ella es la razón del cambio que sufrió Alex el último mes
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La Niñera De Los Hermanos Evans
Teen FictionEn los contratos siempre están esas letras pequeñitas que pasas por desapercibido y esto siempre significa: Problemas. Cuidar a trillizos de cinco años no es nada fácil, no cuando están en esa edad donde la energía parece no acabarse. Pero eso será...