- ¿Celoso? ¿Es una broma no? ¿Cosa de fantasma? ¿Que se supone que significa eso?.
- ¿Ves que me estoy riendo? .
- No, es más ni siquiera se si eres capaz de hacerlo, siempre estas toda amargada, ademas de que estas loca.
Eso colmó mi paciencia.
- Maldito fantasma de quinta, encima de tener que soportarte, tengo que escuchar como dices esas cosas sobre mi, sabes yo si tengo una vida y la voy a vivir, no tengo por que aguantarte.
- ¿Que dijiste?.
- ¡Maldito! ¿O es que al estar muerto te afecta tu oído? Deberías hablarme bien, ya que yo soy la única que te puede ayudar.
- Ahí te equivocas Hayley, si yo quiero te puedo hacer la vida imposible.
Me le acerqué y lo miré a los ojos.
- Quiero ver que lo intentes.
Me di la vuelta y azote la puerta de mi cuarto.
Me levanté temprano, me bañé , no vi por ningún lado a Matthew y respiré , sabía que no iba a durar mucho por la extraña conexión que tenemos, tenía que averiguar que era lo que pasaba, no puedo vivir así.
Miré el reloj, se me estaba haciendo tarde .
Llegué tarde y rápidamente me uniforme a media mañana me dio hambre y fui a mi lugar favorito.
La zona de máquinas expendedoras.
Vi un grupo de doctores pero lo que mas me sorprendió fue ver a Christian, me puse tan nerviosa que tiré mi soda y obviamente todos me miraron.
Se despidió y vino hasta donde yo estaba.
- Hola Hayley ¿Como estas?.
Me dio un beso en la mejilla.
- Yo, bien gracias ¿Y tu?.
- Muy bien y más porque te vi antes de lo que imaginaba.
- ¿Antes de lo que imaginabas? .
- Si, así es, de hecho, le dije a Daniel que quería venir y conocer su zona de trabajo, pero aquí entre nosotros, fue un pretexto para verte.
Me sonrojé.
- ¿Tienes hora para almorzar? .
- No, lo siento, nunca se sabe cuando puede haber una emergencia, por eso debo estar aquí y almuerzo lo que encuentre.
Dije tocando la maquina.
- Oh vaya, entiendo.
- Pero si tienes permitido almorzar.
- Si claro, en nuestra zona de descanso.
- Muy bien, ¿Que te parece que yo vaya por comida y la comamos juntos? .
- ¡Es una excelente idea! .
- Is uní excelenti idia.
Y la voz que ya conocía y su apestosa cara aparecieron.
Me asusté y dí un respingo, Christian me miró.
- ¿Sucede algo?.
- No yo solo... Frío, me dio frío.
- Oh vaya y no traigo chaqueta.
- Y ni traigi chaquiti.
Y mientras lo decía hacia gestos tontos.
- No te preocupes.
- Bueno ya voy por la comida, ¿algo en especial? .
- No, lo que sea está bien.
- Ok ya vuelvo.Me dijo y sonrió.
Se fue y miré a Matthew.
- ¿Que, que hice? .
- Eres un imbécil.
- Es mejor eso a ser un ñoño como ese.
Miró desdeñosamente a Daniel.
- Eso no te importa.
- Puff es obvio que si , no puedes perder el tiempo con esas tonterías, debes averiguar como separarnos.
- Tengo una vida, a diferencia de otros.
-¿ Se supone que eso me va a doler? , oh ya entiendo.
Y empezó a chocar contra la maquina y se cayó dramáticamente.
Pasé de el y me fui.
Christian llegó unos veinte minutos más tarde con unas hamburguesas, y papas fritas.
- No sabía que cosa traer, espero esto esté bien.
- Claro que si.
Y para reafirmar lo que dije mi estómago gruño.
- Lo siento.
Dije apenada.
- No pasa nada.
Y empezamos a comer y a hablar.
Hasta que mi sombra apareció.
-¿ Hamburguesas? ¿En serio? No puede ser, si yo te hubiera invitado a almorzar, no sé te hubiera traído algo goumert y después de eso te llevaría al baño y te hubiera...
Me atragante con un pedazo de hamburguesa y Christian me dio palmadas en la espalda hasta que pasó y en lo que se distrajo, fulmine a Matthew.
- Vaya que amargada, solo jugaba, no eres mi tipo.
Cruzó los brazos y sonrío.
- Como pude terminé de comer y le dije a Christian que tenia que ir al baño, miré a mi sombra y le dije que me acompañara.
- ¿Que demonios te sucede?
- No entiendo.
Estaba mirando sus uñas con indiferencia.
- Eso, lo que me dijiste, no puedes estar molestando a cada rato
Sentí como poco a poco me iba poniendo roja.
- Eso de que te....
- Eso ¿no te puedes comportar? Solo yo te veo y trato de actuar normal, pero con ese tipo de cosas es complicado.
- No me interesa.
Me colmó la paciencia y lo tomé del cuello.
- Escúchame, estamos juntos en esto y si no me ayudas yo no voy a hacer lo mismo contigo.
Me miró asustado y lo solté.
- Perdón Hayley yo...
Me salí y Christian estaba limpiando.
- No era necesario Chris.
- Claro que si.
Es tan lindo.
- Bueno creo que ya no debería quitarte tu tiempo.
- No me lo quitas, lo haces mejor.
Me arrepentí al instante que dije eso.
-Oh vaya, eso no me lo esperaba, gracias Hayley yo adoro verte.
No pude más y me puse roja.
Un momento mágico interrumpido por un llamado.
- Lo siento tanto tengo que irme.
- No te preocupes yo entiendo.
Me fui lo mas rápido que pude.
Matthew iba detrás, llegamos era otro accidente de auto y lamentablemente no pudimos hacer nada.
- No me gusta esto Hayley.
- A mi tampoco, pero es mi trabajo.
- Me siento raro, creo que debería irme.
Lo vi raro y decidí que debía acompañarlo, tal vez recordaba su propio accidente, me caia muy mal pero lo entendía.
Tenía que averiguar que es lo que pasaba, para que el por fin pudiera descansar.

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El Hilo Rojo
RomanceLa leyenda del Hilo Rojo nos dice que puede estirarse y contraerse, pero jamás romperse. ¿Que sucede cuando eso pasa? Hayley es una paramedico, tiene una vida feliz, junto a su familia, amigos y su novio. Un suceso trágico hace que ese hilo se rom...