Este día había sido un cóctel de emociones, besé a Christian y fue genial y poco después vi a Matthew y me sentí mal por el, aunque ni yo misma sabía por que.
Él se metió al baño y me hizo pensar que el tiene alguna clase de sentimientos por mi, eso es una tontería.
Y para rematar el día la información que trajo no nos servía, esa leyenda habla de almas gemelas atadas por amor y yo no lo amo ni el a mi.
Tal vez cariño pero solo eso hemos estado atados durante tanto tiempo, es más, ni siquiera se cuanto es muy fastidioso pero ya me acostumbré a él.
Mañana buscaría mas cosas, mañana.- Vamos por un café.
Le dije mientras salía por la puerta.
- Si claro lo que mandes jefa.
- Ya ya no estés de mal humor tonto.
El clima era frío y fuimos a mi local favorito, compre donas y salimos.
- ¿Christian y tu están saliendo? .
La pregunta me sorprendió tanto que casi me ahogo.
- Ehhh bueno yo... No lo se... Ya sabes.
- Vaya pues no lo se, como se supone que te entienda con tantos titubeos y....
Su cara cambió horriblemente, se puso mas pálido, mientras miraba a una lado.
Yo también miré y vi a una chica que se me hacia familiar.
- ¡ Oh dios mío!.
¡ Era su ex prometida! Iba con otro joven y también se me hizo conocido era el otro chico, con el que ella lo engañó.
- Matthew vámonos.
Le dije pero el seguía mirandolos.
- Vamos Matt, esto no te hace bien.
Una señora me miró feo, pues como no, le estaba hablando al aire, le sonreí y salí.
Si nuestra conexión era tan fuerte el seguramente saldría y así fue, se veía tan apagado.
- Vamos a casa Matthew y...
- No quiero ir, quiero verlos.
- Eso no te hace bien Matt, ven vamos.
Y lo tomé del brazo.
- Van a pensar que estas loca, mira como llevas mi brazo.
Miré y pues claro que iban a pensar que estaba loca, mi brazo aparentaba que agarraba algo pero invisible.
- Que mas da, vamos.
Llegamos a casa y el se tiro al sofá, me le acerqué.
- Matthew ella no vale que estés así.
- Lo se Hayley, aun así es horrible pensar en todo lo que pasamos y que ella lo mandó todo a la basura.
Lo abracé y casi sentí su respiración, poco a poco se relajó y empezó a llorar, me sorprendió mucho y solo lo abracé mas fuerte miéntras lo acariciaba.
- Llora Matthew, llora todo lo que hace sentir mal.
No se cuanto estuvimos así hasta que se calmó y me miró.
- Eres tan dulce Hayley, gracias.
- No lo soy , pero sabes que cuentas que yo siempre estaré ahí para ti.
- Lo sé, sabes ellos ya se casaron.
-¿ Como? ¿Que?.
- Cuando fui a investigar yo... Yo pregunte por ella y me dijeron que se casaron y que fue algo pequeño, ya sabes, para no verse mal.
- Es una maldita.
- No lo es, solo hizo las cosas mal.
- No puedo creer que la defiendas.
- Ni yo.
Hubo un momento de silencio hasta que me miró y me tomó la cara.
- Hayley...
Se acercó tanto que por un momento pensé que me besaría y mi corazón se aceleró, se detuvo y me miró con esos ojos grises.
- Esto es tan extraño.
-¿ Que cosa?.
Dije mientras me calmaba.
- Esto.
Miraba sus manos.
- Antes yo podía atravesar las cosas si las intentaba tocar, pero tu me has tocado y yo a ti, no lo podía hacer.
- Ohhh, es cierto ¿Como puede ser posible?.
- No lo se, pero hay una manera de saber si sigo siendo intangible.
- ¿ Que vas a hacer?.
El miró la puerta y dio unos pasos hacia atrás.
- No creo que sea buena idea Matthew.
- Lo es, confía en mi linda.
Guiño un ojo y corrió hacia la puerta, cerré los ojos y escuche un golpe.
-¿¡ Que demonios esta pasando!?.
Lo ayudé a levantarse.
- No lo se, eso no es normal en un fantasma ¿No?.
- Yo... Wow es genial, ahora si puedo tocarte.
Puse los ojos en blanco, el Matthew normal había vuelto.
- Tenemos que investigar lo que sucede.
- Ya lo se.
Comí mis donas con mi café que ya se había enfriado, encendí mi lap top y busque sobre el hilo rojo, no teníamos más información y esta era nuestra única pista, aunque fuera algo disparatado.
Encontramos algo, se supone que hay algunas personas que según pueden ver el hilo y había uno cerca de nosotros, un señor que daba acupuntura y demás cosas, era una buena idea ir a verlo, solo que tendría que pedir permiso en mi trabajo, lo haría por nuestro bien.
- En unos días iremos Matthew.
- Excelente Hayley, eres buena.
- Eso ya lo sé.Pasaron días y Christian había ido casi todos a verme y a almorzar conmigo, una noche fuimos al cine y después a mi casa.
- Hace tiempo que no venia.
Sabia que pensaba en el beso.
- Si, bueno ¿Quieres beber algo?.
- No gracias Hay.
Se me acercó y me besó, de repente algo se cayó.
- Vaya que susto.
Fui a ver y era un portaretrato, Matthew sonreía.
- Mis nuevos súper poderes son increíbles.
Di la vuelta .
-¿ Todo bien?.
- Si solo se cayó esto.
Lo puse en la encimera.
-¿ Donde estábamos?.
Me tomó de la cintura y nos besamos, poco a poco fuimos a mi habitación, quería estar con él aunque era algo extraño que alguien me tocara después de Jack.
Nos acostamos juntos.
Al día siguiente desperté por un ronquido de Christian.
Me levanté y fui al baño, estaba a punto de meterme y vi a Matthew en el balcón.
-¿ Que haces aquí? Hace frío.
- No lo se, estoy muerto así que no lo siento.
- Perdón.
- No tienes por que pedirlo ¿Christian está durmiendo?.
Se me cayó el alma a los pies y me sentí mal, muy mal.
- Si, lo está.
- Entonces va en serio lo de ustedes, que bueno.
- Si, supongo.
Parecíamos dos robots, no me miraba y ni yo a él.
- Matthew yo..
- Deberías regresar con él.
Me miró y había una profunda tristeza en sus ojos, me dolió.
- Si, lo se.
Me levanté y mientras entraba a la casa lo escuché decir.
‘Ojalá estuviera vivo’.
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El Hilo Rojo
RomansaLa leyenda del Hilo Rojo nos dice que puede estirarse y contraerse, pero jamás romperse. ¿Que sucede cuando eso pasa? Hayley es una paramedico, tiene una vida feliz, junto a su familia, amigos y su novio. Un suceso trágico hace que ese hilo se rom...