Los funerales en la alta sociedad son tranquilos así que debí escoger algo recatado pero no lo hice escogí algo sencillo algo que mi madre no hubiera aceptado, Jack decía que era toda una rebelde al usar ropa que a mi me gustaba y se reía de eso.
Los odio por que nadie llora con sentimiento, todos mantienen la calma, pero yo quería desgarrar mi garganta gritandole a Jack que despertara,sabiendo que nunca lo haría, a su lado estaban enterrando a Nate, me sentí peor. Vi a su madre y a sus hermanos, todos lloraban y se abrazaban.
Aún mas cuando todos me decían que lo lamentaban, todos pasaron dándome su pésame, nadie de ellos llegaría a comprender lo que sentía, solo mostraban sus asquerosas mascarasyde ricos, ¿que sabían ellos de mi dolor?.
A lo lejos vi a Roy y fui a enfrentarlo, el no tenía ningún derecho de ir a ese sagrado lugar dónde descansaba mi Jack.
Mi madre trató de detenerme pero ya era muy tarde, fui con paso decidido a alejarlo de Nate, de Jack y de mí.
- ¡ Tú! Maldita sea, ¿ por que no estas en la cárcel pidiéndote como la mierda que eres?.
Dije llenando de veneno cada palabra.
- Señorita cálmese por favor.
Dijo uno de sus guardaespaldas.
- Hayley yo lo siento mucho, de verdad.
- ¡ Tu no sientes nada,tu deberías haber muerto no ellos!.
- Cálmate por favor.
Dijo Cara tomándome del brazo, alcancé a escupirle a Roy.
Y me llevaron lejos.
- Hayley, por dios que modales son esos...
- Tú, no me digas que hacer, ¿te das cuenta? Mi prometido acaba de morir y tu te preocupas más por mis modales ¿que clase de madre eres? ¡Mierda, déjame llorar!.
¡Se murió! Jamás en mi puta vida lo voy a volver a ver y tu solo, solo...
Me desvaneci y Cara alcanzo a frenar mi caída.
- Por dios Hayley, cálmate.
Miré a mi madre que se mostraba sin emociones, y después sencillamente se dio la vuelta y se fue.
- Ven Hay, vamos a casa.
Miré la tumba de Jack, el cementerio estaba en paz y una suave brisa lo recorrió, mas lágrimas cayeron y solo pude asentir.Los siguientes días fueron un borrón, Cara era la única que se preocupaba por mi, me llevaba la comida a mi antigua habitación y no se marchaba hasta no ver que por lo menos le picaba un poco a lo que me llevaba, mamá estaba enojada, podía mas su orgullo que ni dolor, era mejor así, solo quería paz, Cara se encargó de llevarse todas las cosas peligrosas de la habitación, ella sabía tan bien como yo que en un arranque de dolor podría cometer una estupidez, se lo agradecí y me propuse salir del agujero en el que estaba, siempre miraba mi anillo de pedida, era mi consuelo, Jack lo había escogido para mi, para que lo usara el resto de mi vida, y siempre sería así, solo que él no podría verlo.
Unos días mas tarde o tal vez fueron semanas, simplemente no lo sé me llevaron al despacho de un abogado de Jack, me salí por un momento del vacío que ahora era mi vida, cuando escuché que Jack había comprado una casa para los dos y que ahora era mía.
Mi gran regalo de bodas.
El había planeado tantas cosas para los dos, que hasta eso había comprado y ahora sólo quedaba el dulce recuerdo de que estaba igual de feliz que yo de pasar el resto de nuestras vidas juntos.Llegué a casa de mi mamá, simplemente no quise ir a mi apartamento, hay tantas cosas que me lo recuerdan y no quiero ir, tengo miedo de desarmarme.
Guardé la ropa con su sangre, no quiero que me la quiten, es mía.
No se como será mi vida, ya no siento nada.Quiero morirme...
Pero sé que a Jack eso no le gustaría, el querría que yo siguiera mi vida, aún sin el en ella, Cara dentro de unos días tendría que regresar a París, una tragedia así obviamente no estaba prevista, después de que ella se marchara.
¿Que se supone que haría yo?.
Tendría que regresar a mi departamento y mirar todas las fotografías de nosotros dos juntos, cada pequeño rincón de la casa me recordaría a él .
Ella se marchó y le prometí no hacer alguna tontería, me quedé otro día mas con mi madre, hice una pequeña maleta y al despertar me fui sin despedirme, mi mamá seguía sin hablarme.En la puerta de mi departamento me quedé parada con la llave temblandome entre los dedos, no quería abrir, respiré hondo y abrí.
Todo estaba igual, fui hasta mi pequeño balcón y recordé a Jack, el estaba ahí con una copa de vino para mí, empecé a llorar y me alejé, fui a mi habitación y saqué la ropa que llevaba ese día, la volví a doblar y la guardé, se que era algo demasiado tétrico pero no quería deshacerme de ella.
Las horas pasaron y no me moví, hasta que la luna se asomó en la ventana, me levanté y la miré, ella sería mi compañera durante las noches.
Giré mi anillo tres veces, una por haber conocido al amor de mi vida, otra por la dicha de haber pasado tanto tiempo a su lado y la última por saber que jamás volvería a amar a alguien así como lo amé a él.Cara se enteró que yo había ido a mi departamento y fue por mí, infinitamente se lo agradecí, por un momento sentí que la luna me llamaba para dormir con ella.
Regresé a casa de mi mamá, viendo lo mal que estaba me abrazó y me quedé ahí con ella.Todas las noches venía y me abrazaba hasta que me quedara dormida.
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El Hilo Rojo
RomanceLa leyenda del Hilo Rojo nos dice que puede estirarse y contraerse, pero jamás romperse. ¿Que sucede cuando eso pasa? Hayley es una paramedico, tiene una vida feliz, junto a su familia, amigos y su novio. Un suceso trágico hace que ese hilo se rom...