- Wow ¿No es muy apresurado eso de tu matrimonio?.
Me dijo Linda.
- Bueno tal vez pero eso es lo mejor.
- Te veo extraña ¿Todo bien?.
Quería gritar que no, que me quería morir por segunda vez en mi vida.
- Claro que si, deberíamos irnos.
Y empecé a caminar, si me seguía preguntando, probablemente le contaría toda la verdad.
El doctor Sheppard me abordó en un pasillo.
- Cuñadita.
Me sonrió y me abrazó.
- Dentro de unas semanas seremos familia, aunque me hubiera gustado que tu y yo fuéramos los comprometidos.
Me guiñó un ojo.
- Cálmese Doctor.
- Sólo decía.
- Si claro.
Agradecía la distracción,en estos días me había sentido peor y solo me la pasaba llorando.
Platicamos de tonterías y nos despedimos.
Mi mamá estaba como loca preparando todo.
- No entiendo por que tiene que ser cuanto antes tu boda Hayley.
- No puedo esperar mamá.
- Lo bueno es que Cara va a poder venir, ha estado muy ocupada con sus diseños.
- Lo se mamá.
- Sobre tu vestido, ¿Que piensas usar?.
- No sé, algo sencillo.
- Y que hay sobre...
Se refería a mis tatuajes.
- Escoge el que tu quieras.
-¿ En serio?.
- Si mamá.
Le brillaron sus ojos, no estaba de humor para luchar con ella, de hecho no tenia humor para nada, desde hace una semana no sabia nada de Matthew, a veces sentía un ligero tirón y varias veces empecé a seguirlo pero de detenía, tal vez el se daba cuenta de que yo podría seguirlo.
Christian también estaba vuelto loco, no paraba de preguntarme de como iban las cosas, la boda sería en casa de mi madre, yo no quería algo grande, estaba sumergida en la miseria, pero tal vez Matthew tenia razón, tal vez no había un futuro para nosotros.- ¿ Vas a regresar a trabajar?.
Me preguntó Jessica.
- No lo creo.
-¿ Por que? ¿Christian no te lo permite?.
- El no tiene que permitirlo, solo creo que ya no es algo que quiera hacer para siempre.
- Oh vaya, sabes que te vamos a extrañar.
- Y yo a ustedes.
- Oye Hayley, queremos organizarte algo...
- No, nada de despedida de soltera, no quiero.
- Espera a que te lo cuente, una pequeña reunión, solo nosotras y tu hermana, hasta puede ser en tu casa.
- De verdad no quiero nada, la única que tuve no salió bien, ya sabes mi prometido murió.
Sonaba muy fría, pero no quería perder mi tiempo peleando con ellas por una tonta fiesta.
- Pero no te pongas así Hayley, además así estaremos a la hora adecuada para la boda.
Las había elegido para damas de honor, y les había pedido que ellas escogieran su vestido, no quería revivir nada de lo que pasó hace casi tres años.
- Si ustedes quieren hacerla, háganla.
Me fui y las dejé que organizaran todo.
Lo días iban pasando y dejé de ir a trabajar, sin despedidas como la última vez, se llegó el día de la despedida y como era de esperarse mi madre estaba mas histérica de lo normal , peleando con los decoradores y con quien se le pudiera enfrente, me escabulli y fui al cementerio.
- Hola Jack, mañana me caso con Christian, y me siento como si fuera a un funeral o algo peor...yo no puedo...
Me solté a llorar, hace años estaba esperando casarme con el y ahora estaba muerto , conocí a un joven que me había devuelto una parte de mi alegría , y después conocí a otro que con solo mirarme me hacia feliz pero no puedo estar con el, vaya broma del destino, por que resulta que es mi alma gemela.
- Perdón Jack, prometí dejarte descansar pero esto es mas grande que yo y solo contigo puedo hablar de esto.
Estuve un buen rato sentada en el césped y me fui.
Horas después llegue a mi casa con un par de tatuajes nuevos.
-¿ Pero esto que significa Hayley? Mañana te casas y tu con tus cosas estas.
- Mamá no quiero sermones ok.
La dejé hablando sola.
Miré mi mano izquierda y en mi dedo anular estaban dibujados dos pequeños hilos,uno negro y mas pequeño que el otro y uno rojo mas largo, uno por Jack y otro por Matthew.
Como a las diez de la noche llegaron las chicas con bebidas y regalos, me reía sólo para aparentar que estaba bien y así evitar sus preguntas, miré el reloj esperando algo malo, pasaron las horas y llamé a Christian, el estaba bien.
Suspiré y las dejé ahí con su alegría , me acosté y solo pude soñar con unos ojos grises que ya no me miraban.Me despertaron los gritos de mi mamá, me asomé a través de la ventana y ya todo estaba listo ,las sillas en primer plano y a lo lejos el lugar donde sería la recepción.
Bajé y desayune algo ligero,los estilistas y Cara me maquillaron y peinaron, una trenza que coronaba mi cabeza y un maquillaje que resaltaba mis ojos.
-Estás guapísima Hayley .
Dijo y me abrazó, solo quería llorar y ella se dio cuenta.
- No llores, se que es el mejor día de tu vida pero vas a estropear mi maquillaje.
- Lo se, lo se.
Subí a la habitación de invitados donde estaba mi vestido.
Me miré al espejo, un bonito vestido sin ser demasiado ceñido y tampoco sin tener demasiado vuelo, todo de encaje, con mangas, que obviamente mi madre lo había escogido por eso, para tapar mis tatuajes, los únicos visibles, mis dos pequeños hilos, pronto también serían tapados por mi anillo de boda.
Todas mis amigas me dijeron lo guapa que me veía y mientras ellas terminaban de arreglarse.
Como pude fui a mi habitación a esperar que me llamaran para el mejor día de mi vida.
Tan concentrada estaba en no llorar que no escuché cuando alguien llamaba a mi puerta y menos aun cuando la abrían.
Algo en el aire se me hizo familiar y me volteé.
Vi esos ojos grises con los que había estado soñando estas semanas .
Me quedé sin respiración.Era Matthew .

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El Hilo Rojo
RomansaLa leyenda del Hilo Rojo nos dice que puede estirarse y contraerse, pero jamás romperse. ¿Que sucede cuando eso pasa? Hayley es una paramedico, tiene una vida feliz, junto a su familia, amigos y su novio. Un suceso trágico hace que ese hilo se rom...