Capítulo 29

3.1K 236 4
                                        

No creí que lo estaba mirando hasta que se acercó a mi y habló.
- Hayley...te ves hermosa.
Ya se que no debería estar aquí, me enteré por el periódico que te ibas a casar y yo bueno, no pensé que iba a ser tan pronto.
-¿ Donde estabas? ¿Por que me dejaste sola?.
Estaba llorando arruinando el maquillaje que me había hecho Cara.
- Fue por nuestro bien nena, es mejor así, que estés con alguien que te pueda dar lo que yo no y...
- Pero yo no lo amo.
Suspiró y miró el piso.
- Lo sé....
- Acepté casarme con el por que me lo pediste y creo que si me quedo sola con este dolor sería capaz de...
- Eso no Hayley.
Se arrodilló y miré sus ojos grises que luchaban por no derramar lágrimas .
-¿ Y que más tengo? Tu me dejaste cuando mas te necesitaba.
¿A que viniste Matthew? ¿A seguir torturándome?.
- Claro que no nena.
Me tomó la mano.
- Quería verte solo una vez más, escuché que ya no trabajarías y que te irás lejos a tu luna de miel, solo eso.
- ¿Como lograste entrar?.
- No lo sé, era demasiada mi ansiedad por verte que ni siquiera sé como entré.
Nos miramos unos minutos.
- Te amo Matthew.
- Hayley por favor no sigas.
Me levanté y lo hizo lo mismo.
Nos abrazamos.
- Pero quiero estar contigo.
- Lo sé, pero no existo aquí y ni siquiera soy de allá arriba, me verán pero no tengo nada, ni un nombre , no puedo vivir de ti como si fuera un parásito Hayley.
- Jamás me pensarías Matthew.
- Pero yo no podría vivir así.
Alguien tocó  la puerta.
- Hayley ,en quince minutos baja.
Y se fue ,Matthew me miró.
- Ya es hora de que me vaya.
- No te vayas Matthew.
- Lo siento tanto.

Nos besamos como si no hubiera mañana y en realidad así era, no había un mañana, no para nosotros.
Una lágrima resbaló por su rostro y se fue.
Me tiré al piso y lloré, quise arrancarme el vestido.
Esta no era la vida que yo quería, no iba a casarme con alguien a quien no quería, iba a luchar por Matthew, no importaba si el quería o no, ya había perdido a alguien, no iba a pasar lo mismo.
Me levanté y me quité los estúpidos tacones y me puse unos tennis, no me daba tiempo de quitarme el vestido, salí a buscar la habitación donde se supone estaría Christian, cuando abrí me quedé en shock, estaba besándose con una de las invitadas, me alegre de que lo hubiera hecho.
Me miró y rápidamente se subió los pantalones .
- Dios Hayley, esto no es lo que parece.
- No te preocupes, solo venia a decirte que no me quiero casar contigo.
-¿ Que? Déjame explicarte, no tomes decisiones apresuradas...
- No es por esto.
Miré  a la chica que estaba bajándose el vestido.
- Hayley, es que te habías portado tan diferente conmigo que pensé que ya no me querías y yo no pensé y me acosté con la primera chica que encontré.
- Oye que te pasa.
Dijo la chica.
- Oh vaya, y es cierto no te quiero, estoy enamorada de alguien mas así que, que sean felices que yo buscaré mi felicidad.
Salí corriendo y escuché que Chris me llamaba, en el pasillo choqué con Cara.
- Mujer ¿Que pasó?¿ A dónde vas?.
- Cara, es urgente, yo no me puedo casar.
Me miro y sonrío.
- ¿Hay alguien mas verdad? Vete, yo hablo con mamá.
- Gracias, muchas gracias.
- ¡Ya vete! .
Corrí y cuando salí a la calle no supe dónde ir.
¿Dónde pudo ir?
¡Claro! Al departamento que me dejó Jack, le había dado las llaves, que tonta por no haberlo pensado antes, corrí más, las personas me miraban raro, y con razón, parecía una demente.
Me dolía un costado de tanto correr,no llevaba dinero así que no podía tomar transporte.
Estaba a punto de llegar y a lo lejos lo vi, pero no entró al edificio, camino y lo seguí con más calma fue a un parque y se sentó,puso su cara entre sus manos y parecía que lloraba.
Me acerqué y en efecto, estaba llorando.
- Soy un idiota.
- Lo eres.
Poco a poco quitó sus manos y levanto la vista.
-¿ Hayley que haces aquí?.
-Persiguiendo mi felicidad.
- Deberías estar casandote.
- No cuando mi novio está aquí lamentándose.
- Bebes irte...
- Eres un imbécil que no ve lo tanto que te amo y que debemos estar juntos pase lo que pase, como siempre ha sido.
- Pero yo...
- Shhh, ya me se de memoria eso Matthew.
Me senté y las personas que pasaban sonreían.
- Hay tanto que podemos hacer y tu solo ves lo malo.
- Pero yo no...
- Cierra la boca.
Me miró y sonrío.
- Hay falsificadores, podemos sacar documentos, y hasta puedes trabajar en lo que te guste y...
- Ya entendi el punto nena.
Tomó mis manos.
-¿ Serias capaz de hacer cosas ilegales por mi?.
-¿ Bromeas? Te traje de las garras de la muerte, no hay cosa que no haría por ti.
- Estas demente.
Sonrío aun más.
- Te amo.
- Yo también.
Nos besamos.
- Perdón por ser tan estúpido.
- Perdonado, mejor vamos a otra parte, la gente me mira extraño.
- Claro, vamos.
Entramos al edificio y el guardia se veía divertido.
- Felicidades.
- Gracias.
Le sonreí
Entramos y traté de quitarme el vestido.
- Te ayudo nena.
- Por favor.
Sentí como sus dedos recorrían mi espalda, me besó el hombro.
- Te amo.
Susrurro.
Me volteé y ya no hacían falta las palabras, nos besamos tan dulcemente hasta que después lo hicimos con fiereza.
Terminó de quitarme el vestido y me levantó, llevandome a la habitación.
- Eres tan hermosa.
- Lo dudo.
Nos volvimos a besar, hicimos el amor como nunca antes.
- Wow.
Miró mi mano,donde estaban los dos hilos.
- ¿ Te gusta?.
- Me encanta, yo debería hacerme uno, ¿No crees?.
- Claro que si.
Nos abrazamos y me quedé  dormida.

El sol que entraba por la ventana iluminó la habitación.
Un nuevo día y un nuevo comienzo en mi vida.

El Hilo Rojo  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora