Póngale cuidado a la Música, de ser posible escucharla mientras leen
POV Anastasia
— ¿Le pasa algo, señorita Steele? — Pregunta el hombre que tengo al frente. Mis ojos aun no dan crédito y mi subconsciente también esta reacio en aceptarlo, pero en mi corazón sé que es cierto... es él.
Él extiende su mano y miro sus largos y hermosos dedos en cuanto me he levantado.
— Mi nombre es Angel O 'Brian. Un placer conocerla, Señorita Steele. ¿Está bien? ¿No le gustaría sentarse?
Su hermoso rostro, está cubierto por esa espesa barba, no puedo dejar de observarlo, cada detalle, cada talante de su ser. Y me encuentro en una batalla campal entre mi subconsciente y mi corazón. Esta vestido muy casual con su camisa entre abierta y no usa corbata, pero su cabello sigue siendo rebelde de color cobrizo y brillantes ojos grises, idénticos a los de Ted.
— Bueno, en realidad...
Me callo. No tengo palabras para articular todo lo que me está pasando, aturdida le doy la mano en señal de saludo y cuando nuestros dedos chocan, esa corriente eléctrica, esa sensación que creía desaparecida vuelve a estremecer mi cuerpo. Intento respirar despacio tratando de calmar los latidos de mi corazón, quien grita con toda su alma que es él y que no le deje ir nunca más.
— No esperaba verle al final de esta negociación, señor... — Me cuesta mucho llamarlo O' Brian en este punto mi cuerpo sabe que es él pero mi mente esta reacio a reconocerlo, mis lágrimas están a punto de brotar.
— ¿Y por qué no? — Pregunta. — En realidad me hubiese gustado acompañar a Megan a Seattle, pero tengo asuntos personales que aún me atan a esta ciudad. Me dice enseñándome el bastón que lleva en su mano y luego se dirige a la cabecera del escritorio para tomar asiento.
— Ya veo — Me limito a responderle. — ¿Puedo preguntarle que le ocurrió?
Me parece ver una pequeña sonrisa en su expresión, aunque enseguida aseria la cara.
— ¿Quiere sentarse? — Me pregunta señalándome el asiento frente de él. Su oficina es grande, aunque no tanto como la de Grey House. Con un solo ventanal detrás de él, cubierto con persianas de madera, en realidad es un estilo muy diferente aunque igual de sobrio. No hay cuadros sencillos ni impresionantes en sus paredes, que eleven lo ordinario a lo extraordinario... A pesar de las diferencias, sigo teniendo esa sensación de dejavú en mi cuerpo, y mientras me dirijo al asiento que me ofrece, recuerdo las palabras que Meg me dijo antes de entrar.
"Por favor, no le hagas saber que vienes de parte de GEH, ni siquiera menciones el nombre de Grey."
Sus palabras me dan mucho que pensar mientras observo al hombre que tengo delante de mí.
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Camino a La Felicidad.
FanfictionLa vida de Anastasia y los Grey continua... Esta es la continuación de Aprendiendo a vivir sin Ti, si usted no ha leído esa historia por favor léala primero antes de empezar esta.