Capitulo 46

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Capitulo 46

POV Anastasia

La emoción embarga mis sentidos en cuanto veo que está firmando los papeles de la negociación, mientras que mi diosa interna y mi subconsciente están abrazadas la una a la otra como si fuesen dos alegres comadres saltando y bailando alrededor de la mesa, festejando este primer paso.

— Debo reconocer que jamás pensé que tendría que trasladarme a Seattle... Mucho menos por esta negociación. — Me confiesa. — Y en realidad estoy ansioso por empezar el proyecto señorita Steele. — Me pasa los papeles firmados, y procedo a hacer lo mismo. Le doy una de las copias y la otra la guardo rápidamente en el folder dentro del maletín.

— Entonces. ¿Vendrá a vivir a Seattle a conocer nuestra compañía? — Pregunto de manera apremiante. Mi corazón palpita más aceleradamente con el paso del tiempo y se debe a que hace algunos minutos, casi di por pérdida esta negociación. Se lo obcecado que puede ser este hombre, al que conozco tan bien... aunque el mismo no lo sepa.

— Meg está viendo algunos departamentos en Internet que nos podrían gustar. En cuanto se haga una oferta más concreta sobre el asunto, ella ira a finiquitar el negocio. Yo solo me mudaré cuando todo esté listo.

— ¿Retrasando la ida a Seattle? — Pregunto más para mí que para él, pero nuevamente mi filtro cabeza boca me juega una mala pasada. Él se queda pensando en la respuesta.

— Noto que no se le escapa nada, señorita Steele. En realidad no me gusta mucho esa ciudad...

— Estoy segura que cualquier mal recuerdo que tenga sobre Seattle, se disipara en cuanto regrese. Seattle es una hermosa ciudad. — Le digo intentando convencerlo de regresar. Él me sonríe y llama al camarero para pedir la cuenta. Mientras llamo a Taylor para que regrese por mí. Estoy extasiada por su repentina decisión y creo que mi rostro lo muestra, debo de estar colorada de la emoción y él pone la pose de media sonrisa que me mata.

— De seguro encontrare otros motivos para que me agrade. — Dice con aire risueño, mirándome fijamente a los ojos. Sigue siendo el mismo encantador de serpientes, ese que hace que mis entrañas se estremezcan, en el recuerdo de su deliciosa piel sobre la mía. La diosa que llevo dentro esta en total de acuerdo conmigo, mientras que mi subconsciente decide cortar por lo sano he irse a leer las obras completas de Oscar Wilde.

— Seguro que sí. Si quiere puedo ayudarles a encontrar un buen departamento. — Le digo planeando el siguiente paso de mi plan. Al que estoy ansiosa de ejecutar.

— Me encantaría conocer al dueño de la compañía. — Me dice inesperadamente, aunque no entiendo su comentario. — ¡A su hijo, señorita Steele! — Me dice al ver mi expresión de sorpresa... — Me encantaría conocer a su hijo. Lucy y Meg dicen que es un niño muy encantador. De seguro lo saco de usted.

Mi emoción que creía que había llegado al máximo aumenta vertiginosamente al escuchar esas palabras de su boca. ¡Quiere conocer a mi hijo!... ¡Su hijo!

Mi subconsciente tranca de improviso el gran volumen que tiene entre sus manos, mientras la madre en mi llora de la emoción.

— Por favor, llámeme Ana. Solo Ana, señor O 'Brian —Le digo en un intento a que me tutee lo que le causa mucha más gracia, según veo en el ensanchamiento de su dulce sonrisa.

— Angel. — Me replica. — Solo llámame Angel, Ana.

— Angel, me encantaría quedarme unos días más en Portland, pero como le dije, debo regresar con mi hijo.

Camino a La Felicidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora