POV Lucy
Una semana pasó desde que supimos del paradero de nuestro tío, para mí en verdad fue toda una casualidad, pero Meg y Ángel lo encontraron el mismo día en que el chico José, me entregó el número del carpintero que podía diseñar los muebles del local.
Creo que nunca vi a Meg tan entusiasmado por algo en su vida, Ángel se ve mucho más tranquilo de lo habitual y tiene en su cara una media sonrisa que lo hace ver muy sexy. La semana que viene empezaran sus terapias de rehabilitación, ahora tendrá una cosa que hacer todos los días, sé que Meg no lo dice pero estoy empezando a ver que está agotada, creo que Ángel también lo nota, lo he visto intentando aguantar el malestar que siente para no incomodar a Megan, pero me produce dolor tan solo ver la expresión de agonía en su rostro. Me incomoda verlo así, siento compasión por él.
A veces siento que mi empeño y el de Meg en mantenerlo con nosotras, ha hecho que se sienta así, pero él no recuerda nada de su pasado excepto esos horribles sueños que lo acechan por la noche. A mí también me atormentan mis sueños. Sueño con que Mike aparece y nos lleva a Meg y a mí a una subasta y nos vende a mejor postor, termino en una celda, encerrada, solo me sacan de allí para satisfacer a algún cliente y nunca más vuelvo a ver a mi hermana... También sueño con la cara de esa mujer, burlándose de mí.
También despierto sobresaltada, pero no tanto como Ángel, el ocuparme en algo ha hecho que mis pesadillas aminoren, igual le pasa a Meg, ella cree que no sé qué también sufre de pesadillas, aunque se ha ocupado muy bien de la casa y del cuidado de Ángel, lo que la ha mantenido entretenida, no es así con Ángel... estar en esa silla de rueda lo está frustrando día tras día, Meg me dijo que ha estado disminuyendo el sedante y sustituyéndolo por pastillas, lo que Ángel no agradece para nada, se puede ver el dolor de su pierna en su cara.
Pero recientemente ha encontrado algo que hacer, utiliza la laptop que compre para buscar información, no sé de qué exactamente, parecen ser números e inversiones concisas, he estudiado administración pero lo de Ángel va a un nivel mayor al que aun no entiendo, pero que él al parecer entiende perfectamente.
Me gusta que esté ocupado, así puede desviar su mente a algo que no sea el dolor de la pierna, tanto Meg como yo también pudimos ver que el mantenerse ocupado, ha disminuido considerablemente las horribles pesadillas de su cabeza, así que por mí, puede quedarse con el computador, solo lo utilizaba para encontrar un local para empezar nuestro negocio y emprender una nueva vida... pero me ha ido muy mal.
Le conté a Meg y a Ángel lo que había pasado con el local, ese lugar era un completo basurero, aunque el chico, José, creyera lo contrario. Sería mucho gasto de tiempo y dinero intentar poner un negocio en marcha en ese lugar.
— ¿Ya llamaste al que te alquiló el local? — Me pregunta Ángel.
— Si, dice que un trato es un trato, por lo que he firmado un contrato. —Le digo con tristeza. — ¡Sí! Sé que fui una tonta incrédula al no hacerte caso y ahora me arrepiento terriblemente. — le digo con mucho pesar.
— ¡¿Firmaste un contrato?! —Me pregunta. — ¿Tienes una copia de él?
—Heee... ¡Sí! — le digo dudosa.
— ¡Enséñamelo! —Ordena. Su expresión es impasible, casi me da miedo, puedo sentir que está furioso conmigo.
Sé que debí hacerle caso desde un principio, pero el riesgo era totalmente mío... Bueno... mío y de Meg, ya que acordamos que ese dinero mal habido ahora pertenecía a las dos.
Voy en busca del documento de arrendamiento, me pareció que todo estaba correcto al leerlo pero tengo miedo de que por no ser ciudadana me deporten o pueda tener problemas por eso. Saco el documento de una carpeta que llevo en mi bolso y se lo muestro a Ángel. Él me lo quita de las manos y se pone a leerlo minuciosamente.
ESTÁS LEYENDO
Camino a La Felicidad.
FanfictionLa vida de Anastasia y los Grey continua... Esta es la continuación de Aprendiendo a vivir sin Ti, si usted no ha leído esa historia por favor léala primero antes de empezar esta.