amor de un adolescente perdido

CAPÍTULO XII: NO TE HARÉ DAÑO CARIÑO

La manos de Thomas estaban retenidas a la cabezera, notaba como trataba de zafarse. Nuestras miradas se cruzaron y un muy antiguo recuerdo vino a mi cabeza, dejándome totalmente petrificado.

–¡joder, tío eres un puto demente! –escuche la voz de José.

Thomas tenía los ojos cristalinos, corrí hasta el cabrón que estaba haciendo daño de Tom. Lo tome de la espalda tirando su cuerpo al suelo, me lance encima de él propinándole muchos golpes. Necesito que este tío desaparezca, lo odio demasiado.

–¡por favor desaparece! –grite, golpeando cada parte de su jodida cara.

Estaba cegado por la ira, lo que más me jodía es que no le podía quitar esa puta sonrisa del rostro. ¡Mierda! ¿por que no me puede dejar en paz?, Quiero me deje de seguir, quiero que me deje de buscar, quiero que me deje de joder.

José me separo de Julián, aún así pareciendo un trapo sucio tendido en el suelo, tenía lo que siempre brillaría en el, su venenosa sonrisa...

NARRA THOMAS

Me abroche el botón de mis vaqueros y me senté tímidamente en la cama. La habitación estaba silenciosa, solo se podía escuchar la agitada respiración de Lukas, quién estaba al otro extremo de la cama.

No sabía que decir, nunca pensé que Julián llegaría a ser de tal modo, todo esto me tiene desconcertado, ido, perdido.

–Lukas...

No recibí respuesta alguna. Me puse de pie y camine inseguro a su lado, sus manos estaban aferradas al plumón de la cama, cada vez sus nudillos se ponían más blancos, me molesta verlo así.

–Lukas... –lo volví a llamar, no quería levantar su rostro y mirarme. Puse mi mano delicadamente en su mentón y lo levante para mirarlo a los ojos.

–no quiero que te vuelvas a acercar a él –musito–es peligroso para ti.

–vale... Te quiero Lukas –no me apetece seguir con el tema, no quiero hablarlo. Esos bellos ojos color avellana ahora no dejaban de mirarme, podía notar como observaba cada parte de mi rostro, sin dejar ni un espacio sin mirar.

–lo siento Thomas –lo mire interrogante–siento haberme comportado como un niñato.

–pero ya quedamos bien por aquello, y yo también me comporte como un crío.

–vale, pues lo siento de nuevo.

Me miró divertido, me subí a su regazo y lo comencé a besar apasionado. Amo sus labios, son perfectos como encajan con los míos. Es como si Lukas es la pieza que faltaba, me deja sin aliento.

–thomas te quiero –dijo contra mis labios, se separó un poco para mirarme a los ojos–te quiero demaciado... ¡joder!, No se cómo decirlo...

¿decirme que?

–dimelo y ya está.

–thomas... –remojo sus labios–¿quieres ser mi novio? –cerro los ojos de una forma muy divertida, pareciendo un crío al cual le cayó shampoo en los ojos. Mierda, ¿esto es un sueño?, Lukas nervioso pidiéndome ser su novio.

–S-si –tartamudee–me encantaría.

Abrió sus ojos y sus labios se curvaron hacia arriba, me tomo de la nuca y me dio un beso bestial.

–¿vamos a casa, “novio”? –dijo después de un rato, sonriendo al decir la última palabra.

–vamos, “novio”.

Salimos de la casa despidiéndonos de los demás, claro, pero no faltaron las preguntas por lo ocurrido o algunos de tercer año que chismociaban entre ellos.
Subí de copiloto y luck encendió el motor poniendo en marcha el coche.