CAPÍTULO XXVII: MADRE COMPRENSIVA

94 8 8
                                    


NARRA THOMAS

─papá

Mi susurro fue inaudible, nadie sabe lo que pasara ahora. Siempre me he preguntado de que es capaz mi padre, pero luego recuerdo que para él no hay límites, él hace lo primero que se le venga a la cabeza, sin pensarlo. Atrás lo seguía mamá, la vi salir del auto, ella es la única que sabe de que es verdaderamente capaz James.

Su acercamiento a nosotros era incomodo, un paso en falso hacia atrás y caía de culo al suelo.

─¡¿Dónde mierda andabas?!

¿Por qué siempre tiene que ser tan escandaloso?

─James, por favor... ─mamá lo tomo del brazo.

─¡suéltame!, ahora dime ¿Dónde andabas Thomas?

─James, yo lo deje salir... ─volvió hablar mamá. Ella está tomando el cargo de todo, porque eso nunca pasó─él-él tenía que acompañar a su amigo y su madre, en el momento difícil que están pasando.

─¿Momento difícil?, ¿De que coño me hablas?, Me importa una mierda que les haya pasado, ¡despídete ahora mismo, no quiero que os veáis nunca más! ─dijo. Se que James está gozando de todo esto.

Mire a Lukas, quien tenía una cara de confusión y a la vez se le veía muy enfadado. Sus manos en puño me daban a entender que en cualquier momento podría lanzarle el primer golpe en la cara de mi padre. Carol se dio cuenta de aquello y salto a defendernos.

─¡usted no tiene derecho a tratarnos de esa manera, menos en mi casa!

─oh, mira Karen, salto la madre defensora. Deberías aprender más de ella, ¿No creés? ─se burló James.

─James basta, vámonos.

─vale... nos iremos. ¿Les dirás adiós Thomas? O ¿no le has dicho aún?

─¿decirme que?

Mis manos comenzaron a sudar, no quería que se enterara de esta forma. Mire nuevamente a mi novio, quien estaba de brazos cruzados, con el semblante serio, esperando una respuesta de mi parte.

─ya díselo Tom ─sonrió burlesco mi padre.

─eh... pues... que...

─nos iremos de vacaciones por unos días ─habló mamá─ahora vámonos Thomas, sube al auto.

–ya verás en casa Karen –escuche el susurró de amenaza hacia mi madre.

─nos vemos el sábado ─susurre y fui al auto, sin antes darle un rápido beso en los labios, sin que James se diera cuenta.

Con mi simple acto, su sonrisa volvió aparecer, me guiño un ojo y yo subí al coche sentándome al lado de mi hermana.

─es un gilipolla ─dijo refiriéndose a papá. Asentí y le sonreí.

Llegamos a casa, Salí del auto dispuesto a irme directo a mi habitación, pero James me alcanzo y me tomo brusco del brazo.

─¿Dónde crees que vas? ─pregunto entre dientes.

─a-a mi habitación.

─te dije que no quería verte más con ese maricon y no me obedeciste ─apretó su agarre.

─papá, me estas lastimando.

─ahora si. No quiero verte más con él, ¿entiendes? O te lo explico en otro idioma ─me soltó brusco─ve y cámbiate, para que bajes a cenar.

Corrí a mi cuarto. Tomé las primeras prendas que encontré y enseguida fui al comedor. Mi madre estaba sirviendo la comida, Sophie tenía el móvil en las manos sin prestarle atención a su padre. Mi vista fue a parar en la escalofriante mirada de James, una mirada llena de enojo y decepción.

─¿Qué esperas? ─levanto sus cejas─¡siéntate!

Hice caso omiso.

─Sophie, hija, guarda el móvil.

Llego mamá siempre tan comprensiva. Traía una bandeja con cuatro platos llenos de pasta, sirvió a cada uno y se sentó. La cena transcurría en silencio, Sophie jugaba con la comida, mamá comía con la vista enfrente y a veces dándome unas rápidas miradas. Mi padre no dejaba de sorbetear los fideos cada vez que los llevaba a su boca, se cree de la gran sociedad, pero al final termina siendo un cerdo.

─¡Sophie, come! ─la regaño.

─no tengo hambre.

─¿crees que voy a ceder a tus caprichos?, ¡come ahora! ─golpeo la mesa con el puño.

─james, por favor...

─¡cállate, no me digas james por favor!, ¡No te bastó con dejarme en ridículo frente a esas personas!, ¡No dejare que tus mimos con mis hijos arruinen sus vidas!, ¡Mira lo que paso con Thomas por tu culpa!, ¡un hijo maricon!, ¿Qué puede ser peor que eso? ─le grito a mamá.

─puede que sea "maricon" ─Sophie enfatizo la última palabra─, pero es mucho más hombre que tú.

Mi hermana se puso de pie y se marchó a su habitación.

─¡hey, jovencita donde crees que vas!, ¡ahora esa cría nos salió mal educada!
Golpeo la mesa con las dos manos, se paró y se fue. Yo me quede callado toda la cena, prefería evitar más problemas. Mire a mamá, estaba triste.

─lo siento... ─dije. Levanto la vista y me miro con confusión.

─¿Por qué?, hijo.

─por arruinar la familia ─comenzó a reír sarcástica.

─Thomas tu no has arruinado nada, la familia estaba arruinada mucho antes. Tu padre arruino esta familia, cariño ─se puso de pie sentándose a mi lado─no te preocupes de eso ─acaricio mi mejilla.

─vale... ─le di una media sonrisa. Esta era mi oportunidad para poder ver a Lukas─quería pedirte algo.

─¿Qué necesitas?

─que me cubras este sábado... para salir con Lukas ─mordí mi labio inferior.

─Thomas... sabes que no puedo hacer eso. Si tu padre se entera me mata.

─¡por favor!, quiero despedirme de él antes de irnos.

─vale, pero ¿Dónde irán?

─Lukas me llevara a la playa... te prometo que llegare el domingo en la mañana.

─bueno, confió en ti. Ahora tendré que pensar que le diré a James.

─gracias.

─Tom, yo te amo y haría muchas cosas para que seas feliz, aunque sea con ese muchacho.

─gracias por ser tan comprensiva.

─de nada y... Hacen bonita pareja ─me tocó la punta de la nariz haciéndome sonreír.

La noche estaba demasiado fría, se escuchaba la brisa del viento correr y la sombra de los arboles se notaban moverse a través de la ventana. Por no comer la cena, mi estómago crujía como si no hubiese comido hace mucho tiempo. Me pare dispuesto para ir a la cocina a buscar algo, pero de camino escuche como Sophie lloraba al otro lado de la puerta de su habitación. Mi intriga me llevo a golpear la puerta tres veces con mis nudillos.

─Sophie, ¿estás bien?

Los pasos se aproximaban hacia la puerta. El asombro al sentir como los delicados brazos de mi hermana me rodeaban por completo, estaba plasmado en mi rostro.

─Thomas nunca necesite a nadie como lo hago ahora ─lloraba a mares.

─Sophie, tranquila ─acaricie su cabeza─cuéntame, ¿Por qué estas asi?

─no-no puedo, es complicado.

─¿Hay algo en lo que pueda ayudar?

─¿sabes cómo hacer un aborto?

¡Gracias por leer *-* ∞!

amor de un adolescente perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora