CAPÍTULO XIX: ¿DOS PAPÁS?

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»TIC TAC TIC TAC TIC TAC TIC TAC«

Resonaba el sonido del reloj en mis oídos. Salí de mi casa y mi vista se fijo en el cielo completamente gris, noté como las nubes se mueven con lentitud y luego miré los arboles de la zona a los cuáles se les caen sus secas hojas, la gama de colores amarillos a la época otoñal le queda muy bien.

Os contaré qué pasó luego de la situación de Rick, pues como ya saben el salió por la ventana y alcanzo a escapar de la poli, por otro lado mamá puso otra denuncia contra Rick después de muchos años lo cuál ayudo a que tuviera una orden de alejamiento, pero aún así creo que él volverá. Voy caminó al insti, mi abdomen me duele de cojones, tengo demaciadas moraduras en esa zona y en la cara.

–¿que te ha pasado tío? –pregunto Nick al verme.

–nada, he tenido un encontronazo que te cagas –mentí.

–Lukas espero que hayas matado al que te hizo eso –bromeo él.

No seguí con el tema y entramos al aula, nos toca con la aburrida y amargada profesora de física. En fin me importa un coñazo su clase, me senté en el pupitre y apoye mi cabeza en el, solo tenía ganas de dormir. Pero el pringao de Nick no me dejó.

–eh cabronazo, ¿ha que está buena la profe? –dijo luego de un rato.

Miré a mi amigo para después mirar a la señora de unos 30 años muy bien conservados, tenía que admitir que tenía unas curvas que uff... Estaba de espaldas a nosotros y la mirada del pervertido de Nick me daba asco, se le notaba a kilómetros que quería follarse a la vieja.

–no está mal –dije sin tomarle importancia.

–¡que no está mal!, ¡esta bellísima!

–ya pero a mi no me molan las tías.

–ya pero antes de que Thomas llegará si que te molaban, no me lo niegues.

El solo escuchar su nombre se me revuelve el estómago y me da una fuerte punzada en el pecho, ¿por que tuvo que terminar así? 

–vale... Lo aceptó, pero eso era antes –dije mirando por la ventana–¡mejor cállate y sigue mirando el culo a la profe!

¡mierda! Lo grité y justo en el momento todos se quedaron en silencio. Levanté la vista al frente y hay estaba ella... ¡mirandome! Con su cara de vieja amargada.

–¡Lukas!, ¿tienes algo que compartir con la clase?

Miré de reojo a Nick, el puto gilipollas se burlaba de mi, podría delatarlo pero prefiero salir de esta aburrida aula.

–si, le quería decir que tiene un lindo culo –se escucharon algunas risas, algo que hizo molestar más a la profe

–¡eres un sin respetó, vete ahora mismo a dirección! –me miró enfadada apuntando a la puerta con el dedo índice.
Salí del aula y me fui caminando por los vacíos pasillos del insti, ni loco me iría a dirección para que luego mamá me de una hostia que me revienta.
Al bajar a la segunda planta del edificio, fui en dirección a los baños, en el cual me llevé una gran sorpresa al encontrarme con Julián y Thomas. Me quedé espiando sin que me vieran.

–¡ya Julián, d-detente! –reia a carcajadas Tom por la cosquillas que le hacía ese capullo.

Mi coraje crecía por cada carcajada que escuchaba, me daba tristeza el que yo no pueda ser el que le provoque esa tan hermosa sonrisa. Ocupado en mis pensamientos no me di cuenta cuando las carcajadas cesaron, a cambió de un beso entre ellos. Decidí no lastimarme más y me fui del lugar.

NARRA THOMAS

Me separé con brusquedad de Julián y limpié mis labios con la manga de mi suéter.

amor de un adolescente perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora