amor de un adolescente perdido

CAPÍTULO IV: SOLO AGRADECEME

NARRA THOMAS

Desperté en una habitación desconocida, los rayos del sol atravesaban la ventana y me daban en la cara, no recuerdo muy bien lo que pasó ayer, solo se que me duele el rostro de cojones.

«¿donde estoy?», me frote los ojos para ver mejor, espera..., Estoy con una ramera blanca que por supuesto no es mia, me queda muy grande y abajo tengo solo puesto mis boxer.

–hola bello durmiente –entro lukas por la puerta haciéndome sobresaltar.

–h-hola, ¿donde estoy?, Y ¿por que estoy solo en boxer y con una ramera que no es mía?  –pregunte nervioso, el sonrió.

–estas en mi casa, en ¡mi! Habitación y en ¡MI! Cama, ¿que solo no puedes agradecer por traerte aquí y no dejarte solo?.

–vale..., ¿gracias?, Pero dime ¿por que no estoy con mi ropa?.

–tu camiseta estaba toda manchada de sangre y te quite los vaqueros para que durmieras más cómodo –dijo sin tomarle importancia.

–¿ya no me odias? –pregunte con confianza, que mierda me pasa, «controla lo que dices».

–tom..., Yo nunca te he odiado –dijo sonriendo.

–eso no era lo que expresaban tus miradas hacia mi –resople con sarcasmo.

–las miradas era solo para molestar y llamar tu atención –«¿llamar mi atención?».

–¿para que querías mi atención?.

–hoy amaneciste muy preguntón –dijo, rei por lo bajo.

–te perdono –dijo Luck, yo lo mire sin entender– por chocar conmigo el primer día –sonrio, y yo asentí con una media sonrisa.

–ahora..., ¿te llevo a tu casa o prefieres dar una vuelta por hay? –pregunto poniendo su mano en mi muslo, una corriente corrió por todo mi cuerpo y mis pelos se pusieron de punta.

–e-eh..., Yo... –lukas me miraba los labios y yo baje mi vista a los suyos, carnosos, rosados, «comestibles», acerque lentamente mi rostro al suyo y con un rápido movimiento le di un corto beso, ¡mierda!, ¡¿que me pasa?!.

–¿que fue eso? –pregunto sonriendo.

–no lo sé y lo siento... –respondi sincero, ni yo sabía porque hice eso.

–hazlo otra vez.

Me acerque nuevamente pero esta vez con más confianza lo recosté sobre la cama y me pose sobre su regazo, poniendo mis piernas una a cada lado haciendo que la ramera que traigo puesta se arremangara, acerque mi mano a su mejilla y lo acaricie, «¿por que estoy haciendo esto?», él solo sonreía de oreja a oreja, acaricie con mi nariz su cuello y subí mis labios hasta los suyos, comenzando a darle un lento y delicado beso, era genial tener el control del beso por primera vez. Sin embargo lukas metió sus manos dentro de mi ramera, comenzando a acariciarme el abdomen, y con un rápido movimiento cambiamos de posiciones, ahora el me controlaba a mi.

"Preferiría morir antes de tener un hijo maricon", las palabras que alguna vez dijo mi padre vinieron a mi mente, "como se creen con el derecho de marchar, son unos depravados" dijo otra vez que miraba una noticia sobre una marcha gay. ¿si yo fuera gay, mi padre me aceptaría?, Ni de coña. Volví a la realidad y note como lukas sacaba mi ramera, «oh no, no me acostare con el, no estoy preparado y no quiero decepcionar a mi padre».

–lukas me tengo que ir –dije quitando sus manos de mi cuerpo.

–¿por que?.

–porque si y ya –dije firme.