amor de un adolescente perdido

CAPÍTULO XX: ÚLTIMO BESO

–¿iremos a la fiesta no?

–¿tu quieres ir?

–claro, ¿por que no?, Después de todo es mi cumpleaños y me quiero divertir.

–pero nos podemos divertir los dos juntos... A solas –alzo sus cejas.

–¡Julian! Te dije que no digas esas cosas aquí –dije entre dientes–cualquiera te podría oír.

–vale amor –se acercó y me dejó un corto beso en los labios.

–¿cual será tu disfraz?

–no lo sé, que tal... ¿Batman?

–¡encerio! –lo mire con un brillo en mis ojos–¿por que?.

–porque se que a ti te gusta –me acarició la nuca–y tu, ¿cual será tu disfraz?

–no tengo idea.

–¿te parece si vas de Robin?

No parecía mala idea y no sabía que más podría ponerme. Asentí a su petición, Julián se lanzó encima mío acomodándose en mi regazo.

–julian ¿q-que haces?, Están mis padres.
–la puerta tiene seguro amor.

Sin previo aviso junto sus labios con los míos dándome un baboso y bestial beso, tocaba cada parte de mi cuerpo, me hacía sentir incómodo. Sacó su playera y se acomodó en mi abdomen, podía sentir como su hombría crecía dentro de sus pantalones, tomo la parte baja de mi playera y comenzó a sacarla.

–Julian... Para...

No me hacía caso omiso solo seguía en lo suyo, se le veía cegado.

–¡Julian para por favor!

#

–para por favor...

–estabas igual de duro que yo...

–¿eres gay?

–si, al igual que tú...

#

Me separé bruscamente de Julián, fue extraño eso, ¿un recuerdo?, ¿un sueño?

–¿que pasó Tom?, Si estabas igual de duro que yo

Y como un déjà vu él dijo lo mismo que mi recuerdo...

–¿eres gay? –pregunte siguiendo el patrón del recuerdo, aunque me sentí estúpido al preguntarle aquello.

–¿Thomy, estás bien? –me miró extraño, tocando mi frente como si yo estuviese delirando.

No podía quitar ese recuerdo de mi mente, ¿enrealidad pasó?, Me sentía feliz por al fin haber recordado algo, aunque al parecer no fue del todo bueno.

–s-si estoy bien, ¿que tal si vamos a rentar los disfraces?

No dijo más, tomo su playera y salimos a buscar una tienda de disfraces. Me mire al espejo por quinta vez, solo me faltaba poner el antifaz. Yo me Vestía en mi habitación mientras que Julián estaba en el baño, el traje no se veía mal en mi, aunque me incomodaba un poco, es muy estrecho y se me nota todo el bulto. Espere a que Julián saliera y cuando lo hizo no pude evitar quedar embobado mirándolo, me encanta Batman y el traje le favorece, se le veía muy genial.

Salimos de casa y mi sonrisa se amplió al ver a todos esos niños pidiendo dulce o travesura, desde pequeño me a encantado este día. Me molaba salír con mi hermana todos los años a pedir dulces, pero cuando fuimos creciendo lo dejamos.

Al llegar a la fiesta, habían muchas decoraciones extraordinarias, todo era muy tenebroso y bonito.

–no me dejes solo.

Me aferré al brazo de Julián entrando a la casa, esto estaba con muchos adolescentes locos.

–ire por algo de beber.

Se soltó de mi y camino a quien sabe dónde. Ahora estaba sólo, mirando a todas las personas presentes, alguien se pone atrás de mi y me tapa los ojos.

–¿adivinas? –dijo una voz grave.

–José ya déjate de juegos.

–ahs... Que amargado eres...

Volteé a ver a mi amigo, que estaba vestido de zombie, lo abracé.

–¿como te sientes hoy? –preguntó.

–bien...

–¡feliz cumpleaños! –me tendió una bolsa con algo dentro–¿creías que lo olvidaría?

Sin preámbulos tome la bolsa y la abrí encontrándome con una cajita dentro, la tome y abrí. Hay había una pulsera, muy bonita, que tenía escrito “BFF T&J”.

–¡Gracias! Me encanta –me la puse enseguida.

–genial –sonrio–¿y recuerdas lo de hoy?

–si claro.

–ten cuidado –me tendió una bolsita con un polvo blanco dentro–no le pongas mucho.

–vale...

–¡Tom!

–hola Sam.

–que bueno que viniste, ¡feliz cumpleaños! –me dio un chocolate con una cinta puesta.

–gracias, eres muy linda –le besé la mejilla, me sentía mal porque aún no podía recordar nada de ella y a sido muy atenta conmigo este tiempo.

–¡¿oye y no has bebido nada?!

–no, Julián traería algo pero solo se fue y me dejó aquí.

–ahs... No tienes que fiarte de él, es mala persona. Pero en fin toma –me tendió un vaso rojo, bebí el líquido que había dentro, no era para nada fuerte.

Estuvimos con Sam hablando un rato, José de vez en cuando se unía, pasaba más en la pista de baile haciendo estupideces. Alcé mi vista buscando a Julián, pero no le encontraba hasta que vi un Batman subiendo las escaleras, dejé a sam y José a solas y subí por las escaleras buscando a Julián.

En la planta alta se veían vasos rojos por todas partes, y parejas saliendo y entrando a habitaciones. Vi una capa negra entrado a uno de los cuartos y yo le seguí, hay estaba él frente a mi sin decir nada. Yo tenía miedo sinceramente.

–¿Julian?

NARRA LUKAS

¡al fin estábamos solos, después de mucho tiempo!

–¿Julian?

¡joder! Porque tenía que decir eso, quería gritarle que no era ese macarra, pero no quería cagar el momento. Notaba su nerviosismo, jugaba con sus manos y hacía tronar sus huesos.

–Julian, ¿estas bien?

No respondí, me acerqué a paso lento y decidido, quería volver a sentir sus labios otra vez, necesitaba de el como nunca he necesitado a nadie. Puse mis manos delicadamente en su cintura y acerqué lentamente mis labios a los suyos, Thomas tenía su vista puesta en la mía, esto parecía un sueño y sin previo aviso él termino por juntar nuestra bocas.

Empecé con un suave y delicado beso, me sentía feliz de este momento, nos encaminamos a la cama que había cerca y la puta capa me hizo tropezar cayendo juntos a la cama, en fin eso era lo que quería.

Me separé del beso mirando sus ojos nuevamente y noté que su iris crecía, al igual que las de un gato. Acaricié su mejilla y lo volví a besar.

–feliz cumpleaños –dije

El solo se limitó a murmurar gracias sin dejar de mirarme.

–recuerda este momento para siempre Thomas, porque este momento es solo de nosotros dos.

Le di un último beso y salí de la habitación con una sonrisa que nunca antes había tenido.

¡Gracias por leer *-* ∞!