Capítulo Uno

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El día era espléndido, el sol brillaba y se reflejaba en el mar, el cual estaba tranquilo, había una brisa suave que desordenaba mi cabello largo, disfrutaba los días así, sobre todo las mañanas como las de hoy.
Mis padres habían salido muy temprano por lo que supuse que debieron ir a celebrar su aniversario, lo que implicaba que pasaría el día sola. Me levante y me fui a bañar, al salir del baño, busque un vestido de playa y mi bikini blanco, pedí servicio al cuarto para tomar desayuno sin que nadie me molestara. Tomé las llaves del coche de mi madre, mi billetera y la tarjeta de la habitación, deje una nota a mis padres por si regresaban antes que yo, no pensaba pasar encerrada en una habitación mis últimos días de vacaciones, si ellos salían no veo el porqué yo no hacerlo, sabía que me traería problemas sacar el coche de mi madre, pero ella fue la que no dejo que yo trajera el mío.

Mientras conducía hacía la playa, marque el número de Kelly sonó tres veces y contesto
-Hola, ¿Alice?
-Hola, Kelly ¿que tal tus vacaciones?
-maravillosas, conocí a alguien muy interesante, pero como la próxima semana vuelvo a casa lo cortaré en unos días, ya sabes no creo en las relaciones a distancia
-lo se, creo que eso es perfecto no necesitas una relación para ser felíz
-jajajaja, por favor, lo dice la persona que lleva una relación de 8 meses
-Es distinto, mi novio no esta en otra ciudad
-Eres cruel jajajaj, y que tal tus vacaciones
-perfectas, ahora voy conduciendo a la playa, pero no ire a la que está cerca del hotel, mis padres podrían regresar antes e ir a buscarme, ayer escuche que en una playa cercana hay surf y kayak.
-¿Vas a ir a practicar como lo hacías antes?
-sólo ire a observar si me animo lo haré
-Así se dice, ojalá te puedas animar eres la mejor en eso y dejarías a muchos en ridículo
-tal vez, jajajaja Kelly debo colgar cuidate

Busqué un lugar donde estacionar el coche, saque mis cosas y me encamine a una pequeña tienda de kayak, donde también hacían cursos, me atendió una chica de no más de unos 25 años, era alta, castaña y se lograba ver un bronceado perfecto. Me inscribí para el kayak. Aun faltaban tres horas para que iniciará el curso, baje a la playa y vi una cabaña dónde se pedían las tablas de surf lo pensé un momento y me acerque a pedir una tabla y el traje de goma, no había mucha gente aun en el lugar por lo que me sentiría más cómoda, mire el lugar para ver si las olas eran las adecuadas y así era, sin darme cuenta ya estaba entrando en el mar, una vez que el agua me cubrió la cintura, subí a la tabla y comencé a bracear pase unas pequeñas olas y cuando se acerco la primera gran ola comencé a mover más rápido los brazos hasta alcanzarla y me puse de pie, había olvidado lo genial que era estar así en el mar, pase un rato así hasta que me cansé y me senté en la tabla, veía como el sol se reflejaba en el mar y como se fue llenando de apoco la playa, ya había pasado mucho rato desde que me introduje en el agua, por lo que decidí salir para ir al curso de kayak, entregué las cosas, pague el tiempo que ocupe la tabla y me retiré a la tienda donde estaba la morena.

Me puse en un curso medio, antes ya había practicado este deporte y no era tan difícil, nos subieron a todos a unos furgones, y al llegar nos recibieron tres hombres, nos dividieron en grupos, dejándonos con un instructor en cada grupo. Puse atención a todas las instrucciones que iba dando el hombre.
El rato que pase en el kayak me divertí mucho, cuando termino el curso, fui a almorzar y luego camine por la playa, me senté en la arena me quite el vestido y deje que el sol bronceara mi piel blanca me puse mis audífonos y los conecte en mi celular cerré mis ojos, de repente sentí un golpe en mi espalda, abrí los ojos y vi una pelota de voleibol a mi lado, me puse a ver de quién era y veo a un chico como de mi edad que me pedía la pelota, ese idiota, ni siquiera tuvo la decencia de pedirme disculpas, me molesto y tome la pelota, me acerque con una sonrisita hipócrita y cuando estuve a una distancia prudente le lance la pelota con un remache, le llego justo en el pecho y me disculpe tratando de evitar no reírme.
-¿Estás bien?- le dije hipócritamente- disculpa, no pensé que podía lanzar así- la verdad si, en mi instituto participó del equipo de voleibol
-No te preocupes, creo que estamos a mano- lo dijo en un tono que no pude identificar
-Bueno, me retiro que tengan linda tarde- digo mirando al grupito de chicos que estaba jugando con el idiota.
El resto de la tarde pase entre tomar sol y bañarme en el mar, esperé a que comenzará la puesta de sol para irme al hotel, desde que era niña mi parte favorita de ir a la playa era ver la puesta de sol, cuando ya no hubo ningún rayo más de sol, me dirigí hacía el coche, estaba algo lejos me puse un poco nerviosa, estaba oscuro y como aun estaba en la playa, no había mucha luz, más que unos tres postes que apenas iluminaban las calles, sentí unos pasos detrás mío y unas risas que hicieron que se me estremeciera las piernas, camine un poco más rápido, y sentí que los pasos que estaban detrás también aumentaron la velocidad, sentí un frío y lamente haber venido tan lejos del hotel, cuando por fin iba a llegar a el coche, un chico ebrio y lo más seguro que con algún efecto de alguna droga, se gana frente a mí.
-hola, nena...¿Dónde vas? Tal vez podamos acompañarte
-lo dudo, mi novio podría molestarse si me ve con tantos hombres- dije con todo el valor que podía
-¿ Y dónde está tu novio ahora?- dijo uno de los tipos que estaba detrás mío
-Pues el esta...
-Aquí cariño- escucho una voz que venía del otro lado de mí coche- ¿Esperaste mucho por mí, nena?- lo dijo mientras rodeaba mi coche para ganarse a mi lado.

Comprometidos Sin SaberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora